11:11 Blog de un corazón roto

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¿Qué pasó después? Bueno, les contaré...

Al día siguiente salí temprano de casa, lo que nunca hacía en sábado, pero es que tenía la esperanza de encontrarme con ella. Estuve regando las pocas plantas de mi madre por más de quince minutos y ella nunca apareció. Así que me rendí y regresé al interior del departamento.

Aproximadamente media hora después escuché su puerta cerrarse, por lo que supuse ella estaba saliendo, así que sali casi corriendo y me la encontré cerrando con llave su puerta

-Hola vecina- dije tratando de sonar casual y no como una psicopata que la había estado esperando toda la mañana

-Hola Lara ¿cómo estás?

-Bien- dije sonriendo al darme cuenta que recordaba mi nombre -¿Todo bien con la mudanza?

-Sí, bueno quebraron un jarrón pero fue el unico daño, todo lo demás llegó bien

-Me alegra- dije quedandome ahí parada como idiota sin saber que más decirle

-Voy a ir al supermercado- dijo ella –Tengo que traer algo de comida, como me iba a mudar ya no compré nada el fin de semana pasado, mi refri está vacio

-Hay un mercado aquí a dos cuadras- dije señalandole hacia donde ir

-Perfecto, entonces no está lejos, ¿Quieres venir?

-Mmm, claro, te acompaño- dije gritando de alegria por dentro

Ambas salimos del área de los departamentos para ir al estacionamiento, ella me guió hasta su camioneta y ambas subimos para ir al super. Condujo en la dirección que le dije y en menos de cinco minutos ya estabamos dentro del mercado, ella empujando un carrito de compras donde iba echando productos y yo caminando a su lado en silencio.

-¿Y qué haces comunmente los sábados?- me preguntó

-Bueno, pues al rato voy a clases de inglés, entro a las 11 y salgo a la 1pm. Después de eso depende, si tengo tarea de la Uni regreso a casa para hacerla, pero si no pues voy a dar una vuelta por ahí con amigos o lo que salga

-Extraño esa etapa de mi vida donde podía hacer lo que sea sin preocupación, aprovecha tu juventud, luego de la escuela viene el trabajo y las responsabilidades y poco a poco te consumen los días

-Sí, me imagino ¿tú que haces los sábados comunmente?

-Trabajar, trabajo de lunes a sábado, pero hoy pedí el día para acomodar mis cosas en el nuevo departamento

-Entonces tendrás mucho trabajo hoy

-Sí, aun no saco nada de las cajas- dijo mientras seguia agregando cosas al carrito –ayer solo saqué las sabanas y cobijas para preparar la cama y dormir pero falta desempacar todo lo demás

-Si necesitas una mano, puedo ayudarte cuando regrese del inglés

-Me vendría bien- dijo ella –gracias

-No, de nada- dije pensando en que de esa forma pasaré más tiempo con ella y eso es lo único que deseo.

Después de volver del super, me di una ducha y me arreglé para ir a mi clase de inglés, no tenía ganas de asisntír ya que quería ir a ayudarle a Jessica con sus cosas pero ya habíamos quedado que cuando volviera pasaría a su departamento y le ayudaría. Tampoco podía dejar de hacer mis cosas para estar con ella, que clase de obseción extraña me estaba atrapando.

Llegué al salón y tomé asiento sacando mi cuaderno y me puse a garabatear en el mientras llegaban los demás y la profesora, gracias a que me levanté temprano llegué antes que todo el mundo, lo cual no suele suceder.