El Porsche blanco de Dick Grayson atravesó las altas rejas de la mansión Wayne ni bien éstas se abrieron, permitiéndole el paso. La luna era muy tenue y el parque que rodeaba a la mansión Wayne era apenas iluminado por los faroles cerca del camino principal y otros esparcidos por aquí y por allá. Césped corto y perfecto, simetría en donde se mirase, aquel era un paisaje que Richard tenía hasta casi impreso en lo profundo de su mente. El pavimento estaba sólo a un par de curvas antes de acabar, al frente del gran edificio. La negrura de una noche sin estrellas era característica de Gotham, con las nubes creando una placa que relampagueaba y gruñía de vez en cuando. Probablemente llovería, pensó Richard. Ojalá hubiese llovido antes, se respondió a sí mismo de inmediato. Ojalá que se hubiese desatado una lluvia torrencial y algunos techos se hubiesen salido por la furia del viento, ojalá hubiese sucedido 30 minutos antes. Porque entonces él hubiese tenido la excusa perfecta para escabullirse de aquella reunión familiar. Pero, no era así. En efecto, estaba a pocos metros de la mansión, y cada segundo que pasaba las ruedas de su vehículo lo acercaban cada vez más y más a la residencia de su padre... ¡es decir... tutor! ¡Es decir... Batman!, con frustración se volvió a corregir, él estaba volviendo a la cueva del murciélago.
Eventualmente, la distancia se acortó hasta que ya no quedara nada, y Richard estacionó su auto. Dio unos pasos hasta llegar a aquella puerta que siempre fue muy alta y demasiado conocida, y finalmente tocó timbre. En ese momento reconsideró su pensamiento sobre la lluvia. Ojalá que no llueva. Especialmente no de manera torrencial. Sin embargo, antes de que pudiera a especular demasiado sobre el estado del clima, un rostro anciano, pero de sonrisa joven, abrió la monumental puerta.
"¡Amo Richard! Es ciertamente un placer verlo aquí esta noche. Por favor, pase" Se hizo a un lado y el ex chico maravilla entró, instantáneamente reconfortándose por la calidez que había en el recibidor, a diferencia del exterior.
"También es bueno estar de vuelta, Alfred" Lo que era un poco mentira, pero también un poco verdad.
El mayordomo lo guió por los salones y las escaleras de dorada iluminación, aunque ambos sabían que Richard no lo necesitaba.
"¿Cuántos somos esta vez, por curiosidad?"
"Oh, desafortunadamente no demasiados. La señorita Kate y la señorita Stephanie me han reportado esta mañana que estaban muy ocupadas con una misión, así que sólo Jason, Timothy y Barbara nos estarán acompañando esta noche. Además del amo Bruce, por supuesto."
"Suena bien"
Ambos siguieron su rumbo hasta detenerse finalmente en las puertas del comedor. Alfred con una determinación envidiable, tomo el picaporte y habilitó su inminente llegada.
"¡Dickie! Realmente llegaste con atraso esta vez... ¿No lo crees?"
Desde el segundo asiento del lado derecho de una larga mesa rectangular, Jason Todd lo saludaba con su medida de sarcasmo característico. Estaba desparramado sobre su silla y se veía como si hubiera tomado lo primero que vió en su armario para venir a cenar, después de haber sido golpeado unos buenos 20 minutos, claro. Pero en un balance de las cosas, Dick tenía aprecio por Jason. A su lado, un asiento más cerca de la cabecilla de la mesa, se encontraba Tim Drake, formalmente Robin, comiendo con entusiasmo uno de los sándwiches de pepino que Alfred había preparado y dejado tan delicadamente en el medio de la mesa. Con el propósito de ayudar a matar algo del hambre hasta que llegara la cena real. El adolescente saludó con un movimiento de cejas y un sonido ininteligible que salió de su boca, pero para Richard fue suficiente. En frente de Jason, en cambio, se encontraba Barbara. Su saludo, a diferencia del de Tim, contó con palabras y especialmente con calidez. Tenía algo casi como un brillo optimista sobre ella, y daba la impresión de haberla detenido mientras decía algo muy importante.
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Tan Sólo Un Favor [𝙙𝙞𝙘𝙠𝙠𝙤𝙧𝙮] [𝙧𝙤𝙗𝙨𝙩𝙖𝙧]
FanfictionDick Grayson comete el gravísimo error de asegurar que tiene una novia justo en el medio de una cena familiar. Ahora, sólo tiene dos semanas para conseguir a alguien que acepte simular ser su pareja y presentarla a la batifamilia. Claro que, él tie...