𝗛𝗢𝗡𝗘𝗦𝗧 ━━ 𝘔𝘈𝘛𝘌𝘖 𝘗𝘈𝘓𝘈𝘊𝘐𝘖𝘚

verdades.

Mateo.

Existen dos palabras para describir a Danna, la primera amable; desde pequeño veía como se preocupaba cuando una persona se lastimaba o algo, se comportaba tan lindo que deseaba ser yo el que fuera esa persona, excepto que cuando me pasaba algo a mi, o ella no se enteraba o no tenía ganas de ayudarme.

Dramatica; esa era la que más describía a Danna, no tenía idea de por que ahora estaba enfadada conmigo, ya habíamos arreglado lo de Joaquín así que me parecía muy extraño que ahora sea ella la que no me quiere hablar. Entre los pibes nos habíamos puesto de acuerdo para ir al mall donde nos encontraríamos con las pibas, realmente tenía muchas ganas de ver a la pelotuda de Danna, sin embargo, el que no me hable me baja un poco mi felicidad.

Nos encontrabamos dentro del mall dando vueltas como pelotudos buscando a las chicas, habíamos quedado en un lugar y ellas no estaban ahí, y por más que las llamamos ninguna contesta.

―Ahí estan. ―hable yo señalando a cuatro pibas saliendo de una tienda de ropa.

Rumer y Virginia venían en frente hablando de no sé que, mientras que Samantha y Danna se encontraban detras de ellas charlando animadamente.

Sonreí.

Sonreí como estúpido al ver tan feliz a Danna, una de las cosas que más me encantaban de ella era su sonrisa. Aunque suene cursi, amaba verla sonreir, me esforzaba por sacarle siempre una sonrisa.

―Eu Mateo. ―Virginia quién se encontraba frente a mi trono los dedos sacandome de mi trance, le agradecí mentalmente pues sin duda me veía como un tarado mirando a Danna.

―Hola.

Nada.

Eso era lo que había recibido, desde la mañana ella no me hablaba, no sabía la razón ni tenía idea si había hecho algo realmente malo.

―Eu, Danna. ―volví a hablar. la pelinegra me dio una mirada y se alejo con la vista en su teléfono.

―¿Pasa algo?

Negué en dirección a Valentín. El teñido me había advertido muchas veces que no le hiciera daño a Danna, y sin la minima intención terminé haciendo que me dejara de hablar.―No sé que tiene, desde la mañana que no me habla.

―Y que se yo amigo, dale su tiempo, quiza hiciste algo y quiere que vayas a preguntarle.

―Tenes razón. ―camine en dirección donde ella estaba y me sente a su lado.― La concha de tu hermana Danna, ¿por que no me hablas?

―¿Y Gala?

―¿Gala? ―fruncí el ceño ante su pregunta.― ¿De que hablas?

―De que ayer después de que venimos del mall, vos y tu novia andabaí felices en el parque donde vos y yo estabamos.

Mierdaaa.

Me quede callado ante lo que dijo y solo me dedique a mirarla. Insultandome internamente por lo que había hecho ayer, Danna no se merecía lo que yo estaba haciendo. Mire sus ojos y estos parecían querer respuestas, sin en cambio, yo no las tenía o bueno, no unas validas. Las personas que pasaban a nuestro lado se quedaban viendo lo sucedido, despuéa de ver el rostro enojado de Danna me dedicaban miradas asesinas a mi.