Narra gulf
Que día más largo y aburrido.
Trabajo en una morgue de Bangkok como auxiliar de autopsias. Lo sé. Puede sonar raro, pero me gusta este trabajo, no es como que me satisfaga ver a un montón de perdonas muertas...es solo que cuando me toca hacerles la autopista o cremarlos, me pongo en su lugar y me preguntó, ¿Por qué murieron?...algunos mueren por accidentes, otros mueren asesinados, han habido casos que en serio me perturbaron hasta me hicieron llorar, trabajar en este lugar a hecho que me pregunté, ¿Cómo voy a morir yo?, es algo que a veces invade mi mente. No me aterra esto, estoy acostumbrado en este trabajo, llevo dos años trabajando aquí. No voy a negar que mis primeros días de trabajo me asusté, porque la verdad si que estuve asustado, pero después te acostumbras a estar rodeado de personas que acabaron de fallecer.
- Hola. - Dijo el que trae los cuerpos sacándome de mi trance.
Fui a ver, una adolescente, pálida, su entrepierna tenía sangre y tenía hematomas en el cuello, pechos, y piernas, traía consigo un mal olor, pero que no olía tan fuerte.
- Murió violada. - Hablo el hombre detrás mío, parecía tener pesar.
Yo asentí, no me sorprende esto ya, es tan común que siempre me traigan pequeñas niñas violadas por imbéciles que deberían estar en la cárcel pudriéndose. El hombre salió y me dejó solo con el cadáver.
- Muy bien, hora de hacerte la autopista. - Me puse mis guantes y tapabocas para luego empezar detallar bien las heridas en su cuerpo.
Tenía moretones en su espalda y heridas profundas, también encontré sangre ya seca en su cuero cabelludo.
Al terminar con mi trabajo, tape el cuerpo y lo guarde en la cámara, aún tenía que revisar al cadáver.
Me cambié y salí de la morgue.
- Un día pesado el de hoy, ¿No? - Preguntó el celador.
Yo asentí con una sonrisa.
- Así es, hasta mañana.
- Hasta mañana.
Tras esa pequeñita conversación me encamine hacia mi casa, aunque antes creo que voy a tomar un capuchino, ya era un poco tarde y estaba oscuro, hacia frío, el viento golpeaba tranquilamente mi cara.
Al llegar a la cafetería entre y lo vi...aquel hombre que alegraba mis días cada que venía a este lugar. Hace unos cuantos meses vine por primera vez aquí y cuando vi a ese hombre, no pude sacarlo de mi mente después, así que empecé a venir todas las noches tan solo para verlo y probar el delicioso capuchino hecho por sus varoniles manos.
Es igual de alto a mi solo que tiene más músculos, ojos gatunos, mandíbula fuerte, de piel blanquecina, su cabello lo usa hacia un lado. Pero lo que más me gusta, son su brazos llenos de venas que se marcan exageradamente, pero que a la vez te gusta como se ven ese montón de venas sobresalir de sus brazos que lo hacen ver aún más varonil de lo que es.
Lo vi acercarse hacia mi con su libreta en mano y tome un disimulado suspiro.
- Buenas noches.
Demonios, su voz es tan sexy que creo que en cualquier momento me dará un orgasmo.
- Buenas noches.
- ¿Que se le ofrece pedir hoy? - Dijo con una sonrisa que parecía ser una coqueta, pero me he dado cuenta de que el siempre sonríe de esa manera.
- E-Eh, un capuchino estaría bien y un pastelillo. - Trate de que mi voz no se escuchará nerviosa, pero la casi inaudible carcajada del hombre me hizo darme cuenta de que mi voz temblaba al hablar por lo que me avergoncé y mordí mi labio inferior.
- ¿Desea algo más?
A ti.
- No, así esta bien, gracias.
- Bien, ya le traen su órden.
Lo vi irse para hacer el capuchino, mi mirada se puso atenta al ver cómo el sacaba las cosas de unos cajones con audacia, el perecer es muy meticuloso en ese tipo de cosas ya que siempre le noto su cara de concentración al preparar las bebidas, tan serio y tan sexy que me causa escalofríos que recorren mi espina dorsal. No voy a negar que el es un hombre con que toda mujer sueña, hasta yo lo hago, simplemente con sonreír ya es deseado y el no nota eso, parece ingenuo ya que nunca se percata de las miradas que le dan algunas mujeres y de las miradas que yo le doy cuando se mueve de aquí para allá.
- Aquí tiene su capuchino y su pastelillo.- No me había dado cuenta de que el ya estaba en frente mío con el capuchino, es bastante rápido.
- Gracias.- Le di una pequeña sonrisa.
- Que disfrute.- Dijo poniendo su mano en la mesa, me miró con una ladina sonrisa, este hombre definitivamente fue creado por los mismo dioses. Quitó su mano de la mesa delicadamente sin dejar de mirarme y luego se fue a seguir atendiendo.
Sentí mi cara arder y solo respire hondo, debo aprender a tranquilizarme cuando el está cerca.
Al terminar mi capuchino, me levanté de la mesa y fui a pagar.
- ¿Cuánto es? - Saque mi billetera.
- Cien Bath. - Aún tenía esa sonrisa, demonios, espero no sonrojarme.
Saque el dinero y se lo di, luego me di la vuelta para irme, estaba tan avergonzado que quería salir corriendo.
Al llegar a casa, me bañe y luego me acosté mirando directo al techo, siempre que no puedo dormir me quedo mirando al techo y ahí si me quedo dormido.
Hola, quería comenzar con una nueva historia y que mejor que el MewGulf?...otra cosa, perdón si alguna cosa del trabajo de Gulf me queda mal, yo casi no se nada de la morgue sjsjs.
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El barista y el auxiliar de autopsias
Fanfiction⚠️¡Temas delicados, tales como: violación, asesinatos, Gore, temas paranormales y de brujería!⚠️ Si no te gusta este tipo de cosas, no leas, quedas advertidx 💙Por otra parte, hay: amor, lujuria, pasión, yoai7u7💙 Si te gustan este tipo de cosas, l...