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El cadáver de aquella joven iba a ser cremado, Gulf la llevo a la habitación de cremación, allá la metió en lo que parecía un horno gigante, donde los cuerpos de los cadáveres se deshacían con las fuertes llamas

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El cadáver de aquella joven iba a ser cremado, Gulf la llevo a la habitación de cremación, allá la metió en lo que parecía un horno gigante, donde los cuerpos de los cadáveres se deshacían con las fuertes llamas.

Se quedó un rato ahí parado mirando como la máquina hacía su trabajo.

«¡Mataré a todas las malditas zorras como tú!... por la palabra de Cristo...»

Le recordó su mente, de un momento a otro tuvo un molesto dolor en la cabeza por lo que se agarró y se sobo las sienes.

Salió de la habitación de cremación y fue al baño, se quitó los guantes de caucho y los boto a un canasto de basura, se hecho agua en la cara y apoyo ambas manos en la barra del lavamanos, se quedó viendo por el espejo un momento.

Luego salió del baño y se dirigió a la sala de descanso, se sentó en una silla y respiro hondo. Estaba estresado. Escucho unos pequeños golpes en la puerta que estaba abierta y sonrió al ver a Mike con dos vasos desechables que tenían algún líquido caliente por dentro ya que se veía como el vapor salía.

— ¿Café? — Le preguntó su amigo sentándose a su lado y estirando el vaso de café para dárselo.

— Gracias. — Lo agarro y tomo un sorbo, estaba caliente, apenas para el clima que había.

— Te veo estresado, ¿Estás bien?— El tono de preocupación hizo que Gulf volteara a verlo y sonriera para que su amigo no se diera cuenta de que estaba teniendo algunos problemas para descansar.

— Estoy bien, no te preocupes. — Dijo con indiferencia.

Mike si notaba el comportamiento de Gulf, se preocupaba por lo que le tuviera de esa manera.

— Está bien. — Dió un sorbo a su café. — Voy a seguir trabajando. — Se levantó de la silla y caminó hasta la salida de la sala, pero se detuvo un momento y volteó a ver a Gulf. — Por ahora debes ir a casa, por hoy ya no hay nada que hacer, si llega a pasar algo te llamo. — Dijo y luego salió.

Gulf se quedó sentado un rato, mirando atentamente el vaso casi vacío en sus manos, ni siquiera se había dado cuenta de que lo había terminado, jugó con la sobra espesa del café un poco moviendo el vaso lado a lado, hasta que una mosca se posó en su dedo índice, Gulf la miro y puso su mano más cerca de su vista, era extraño que la mosca solo caminara en su mano y no saliera volando apenas Gulf movió su mano, normalmente lo haría, pero está no lo hizo. La mosca se quedó parada en el nudillo del dedo índice de Gulf, no era por nada pero la mosca parecía observarlo por la posición en la que se encontraba, y claramente Gulf se sintió observado, por inercia dejo de ver a la mosca para recorrer con su vista la sala y un estremecimiento le recorrió el cuerpo, volvió a ver a la mosca y está seguía ahí parada. Gulf la miro fijamente y de un momento a otro sintió un horrible pinchazo en su dedo índice, se sentía como su se hubiera pinchado con la punta de un cuchillo muy filoso. Se quejo en un murmuro y ahuyento a la mosca fastidiado y está se fue, luego miro por encima de su dedo y salía sangre en un grueso hilo que parecía no querer detenerse.

El barista y el auxiliar de autopsiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora