Soukoku Fluff Week 2020

Día 02 Viaje

Era tarde y Nakahara continuaba de pie observando la puerta de madera que permanecia cerrada delante suyo, no podía entrar porque sabía que al primer paso las miradas de todos los presentes estarían sobre su cuerpo juzgandolo por sus acciones cometidas para la Port Mafia

Un largo suspiro salió de su boca finalmente armandose de valor y adentrarse moviendo el pomo de esta azotando la puerta con la pared

Había conseguido lo que menos quería, llamar la atención de todos, presionando sus puños con fuerza y sin detener sus pasos llegó hasta el escritorio del castaño quien, como cada día, se encontraba escuchando música sin terminar sus deberes, perdiendo el tiempo.

- ¡Dazai!- elevó la voz dando un golpe fuerte a la mesa de madera para que se percatara de su presencia dejando un sobre color blanco cerca de la computadora

- Chuuya ¿que haces aquí? - al detective le era de extrañar ver a su pareja en su lugar de trabajo, tantas veces insistiendo para que lo acompañara habían sido negadas tras ser golpeado por el menor - ¿esta todo bien?

- cinco de la mañana, aeropuerto de Yokohama no llegues tarde ¿entendido? - fue todo lo que dijo, ni siquiera espero una respuesta del más alto antes de volver en sus pasos y salir de ahí lo más pronto posible

Estaba hecho y no había marcha atrás, quizás la forma en que le hizo la invitación no era correcta incluso fue bastante agresiva pero se sentia presionado con la forma en que lo veian el resto de los agentes, sin duda jamás se sentiría cómodo estando en ese lugar.

Despues de eso simplemente regreso a la mafia para terminar su trabajo.

Las horas transcurrieron rápidamente, la noche término y el sol hacia su aparición en el horizonte, mientras el pelirrojo esperaba impaciente a su acompañante.

- ¡Chuuya! - el castaño se acercó a toda prisa corriendo desde la entrada hasta la sala de espera mostrando una gran sonrisa que reflejaba la emoción del momento - lo siento Chuuya me quedé dormido

- tu siempre, tienes suerte que el vuelo no sale hasta las siete - desvío la mirada para ocultar su nerviosismo siendo delatado por el movimiento de sus dedos - ¿no te dijeron nada en el trabajo?

- no, solo hable con Fukuzawa y me dio permiso de auscentarme unos días - tomó asiento a su lado pasando su brazo por sobre los hombros del pelirrojo - así que dime ¿porque de pronto me invitaste a Francia?

- bueno... pues el jefe dijo que estuve trabajando muy duro estos meses y me dio los boletos- paso sus dedos por sobre su nuca desacomodando el mechon que reposaba sobre este - entonces pensé que tu y yo podríamos pasar unas vacaciones juntos antes de que mi trabajo otra vez nos impida vernos

- ya veo - con delicadeza sostuvo el mentón del mafioso en búsqueda de sus brillantes orbes zafiro sintiéndose nuevamente enamorado de ese tenue tono carmesí que reposaba sobre sus niveas mejillas - ahora dímelo viéndome a los ojos

- yo... - las palabras no salían de su boca, estaba completamente hipnotizado por esos ojos avellana que su cuerpo actuó por impulso cuando se acercó a sus labios para besarlo con deseo

Los movimientos eran lentos pero apasionados, su lengua era dominada por la del castaño en una danza tan única y especial para ambos, durante dos meses estuvieron distanciados y era momento de recuperar el tiempo perdido

- gracias Chuuya por invitarme - sin lastimarlo mordió el labio inferior del menor separándose lentamente - vamos, hay que pasar las maletas por aduanas

El pelirrojo solo asintió tomando su mano y seguirlo, su cuerpo se sintió tan relajado tras el beso que solo se dejo guiar por el más alto, ya sabía que era lo primero que quería hacer al llegar al hotel pero aun debian esperar un poco más antes de subir al avión

Realmente estaba emocionado por ese viaje