indiferencia -GyllenHolland

Dominado.

Bajo el suspiro de una persona hay una gran preocupación ó alegría.

Sus ojos descontentos vieron por la ventana irse a la familia de la que alguna vez formó parte. Eso ya había pasado hace 10 años exactamente, Jacob se había graduado de actuación y de hecho se encontraba en la punta de una cima muy grande, había alcanzado fama con las películas que el ojizarco había grabado, su Leticia estaba satisfecha y había decidido tomarse unas vacaciones, mientras que se la pasaba cantando a la compañía de unas personas muy cercanas a él en pequeños escenarios de los Ángeles, su lugar de origen. Un 16 de abril se había ido a una universidad cercana para dar unas pequeñas clases de actuación especiales a petición de los jóvenes del lugar.

Se había levantado temprano, a compañía de un pequeño perro a su lado. Cambió su ropa a una más formal, además de llevar unos cuantos plumones y sus lentes. Su vista era magnífica pero era más para no llevar unos de sol y no tener críticas por llevarlos en un lugar que no hay sol. Había amarrado su pelo un semi largo con una coleta y además se había arreglado la poca barba que tenía. Salio de su casa no sin antes comprobar que la persona que cuidaba a su mascota mientras no estaba llegara. Luego tomó rumbo a la universidad donde se tenía que incorporar y ser lo mejor del mundo, aunque ya lo fuera.

Una llamada se hizo presente y contestó con un botón cerca del volante, era un número desconocido, y se dio cuenta hasta el momento en que ya había respondido.

Solo pudo escuchar una respiración para luego la llamada se cortara, Gyllenhaal suspiro y no le dio mucha importancia hasta que volvió a resivir la misma llamada. La contestó y volvió a escuchar la misma respiración, frunció el ceño pues lo estaba molestando.

—Oye, no es gracioso lo que haces, busca algo mejor que hacer.—

—"Jake" -

Benjamín al escuchar su nombre por una voz un tanto joven lo hizo levantar sus cejas aún sin saber de quien demonios se suponía que era.

—"¿no me recuerdas verdad?" —

—No, no se quien eres y será mejor que me lo digas. —

—"Fui tú mejor amigo hace muchos años Jake." —

Jake aún no caía en su veinte así que mejor colgó la llamada y seguía con su rumbo a la universidad, la cual había llegado sin darse cuenta. Se estacionó y camino despacio, se adentro a la universidad, claramente nadie estaba afuera pues ya habían comenzado clases, se encaminó en los pasillos y busco el salón 115, cuando llego se encontró dentro de esta a un joven un tanto nervioso con un teléfono en manos. Se le veía un poco asustado y se puede decir estresado.

—Emmm... Hola. —

Jake de inmediato atrajo la atención del muchacho y cuando se vieron había una fuerte atracción, que les decía que se conocían. Pero este aún no caía en ese recuerdo. El chico al parecer se había asustado de más, y al ver esos ojos un tanto cerrados sentía su corazón gritarle algo que le traía un recuerdo fuerte de hace años. Esos ojos color café, esa cara asustada lo llevó a su recuerdo sin embargo se tardó de más y el muchacho había corrido fuera del salón de clases perdiéndose de su vista.

—No puede ser... —

Sus ojos se abrieron por completo al saber de quien se trataba y cuando se decidió ir a buscarlo los estudiantes que había solicitado su presencia ya estaban ahí.