(JOKER X JOKER) Arthur Fleck X Jack (el Bromas)

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Abrí los ojos sintiendo un dolor insoportable en mi cuerpo, intentaba divagar entre los recuerdos que mi mente podía sostener hasta que fácilmente recordé todo.
El callejón, ese momento caliente y Batman.
Toqué los vendajes de mi hombro y busque en mi alrededor alguna pista de Arthur, pero nada.
¿Como se sentirá al saber que me he interpuesto ante su disparo?
Me sentí horrible, por primera vez culpable y arrepentido por mis propios actos.
Pero..
No puedo dejar a Batman morir y si debe hacerlo será bajo mis manos.
Salí de mi habitación y busqué a varios de mis hombres, pero no sabían nada del paradero de Arthur.
Salí para que el aire fresco me diera en la cara, me sentía muy estresado¿Pero eso trata el amor no?
Es como si el y yo fuéramos uno.

De pronto un sollozo se escuchó tras mis oreja, miré hacia arriba.

Allí estaba Arthur, fumando y sentado en la cornisa arriba en el tejado.

Aunque mis piernas se sintieran débiles no tarde un segundo en llegar a él, créeme realmente no se de donde saque las fuerzas pero verlo llorar me partió el corazón en mil pedazos.

Me senté a su lado y el me miró con el rabillo del ojo y siguió fumando.

- Se que estarás pensando en muchas cosas después de que haya pasado, eso... Ya sabes en el callejón. - Dije intentando no tragarme mis palabras.

Arthur quiso reír a causa del estrés pero se tapó la boca avergonzado, odiaba reírse en esos momentos.

Cuando la risa pareció cesar me habló.

- Solo quiero saber que pasa entre tu y yo... Pensaba que lo nuestro era verdadero pero hoy me has demostrado que hay alguien más. -

Fruncí el ceño y miré al suelo.

- No hay alguien, más bien lo hubo. - suspiré. - Pero apareciste tu y todo cambió, todo lo que sentía por el era dependencia, como un intento de aceptación, pero tu me hiciste sentir comprendido. -

Arthur arrojó la colilla al suelo y me agarró de la mano.

- ¿Entonces que somos tu y yo?. - Me preguntó mirando fijamente mi rostro.

- Nunca lo imaginé pero quiero que seamos más que "compañeros". -

Él me sonrió y me ayudó a levantarme, agarrados de la mano me guió hasta la planta baja y fue allí que deducí que le llevaría hacia la habitación.
Arthur empezó a cambiarse de ropa, dejando su cuerpo expuesto ante mi y yo hice lo mismo, temblando por el nerviosismo.
¿Acaso lo quiere hacer?
Intentar ocultar la erección que había en mi ropa interior era totalmente imposible.
Arthur se tumbó en la cama e hizo señales para que me acercara.
El hombro me dolía bastante pero estaba demasiado excitado como para que le diera importancia.
Nos besamos, esta vez con lengua y profundizando un lago y lento beso.
Nuestras caderas se rozaban al ritmo de las olas y nuestros cuerpos cada vez más calientes parecían no poder despegarse del uno al otro.
Arthur empezó a acariciar mi entrepierna y pronto me bajó la ropa interior para exponer mi miembro.

Me ordenó que me tumbara boca arriba, yo acepte con una sonrisa.
Y fue cuando el amor de mi vida empezó a hacer magia.
Empezó a mover su lengua con una técnica bastante elaborada, arriba abajo, así constantemente hasta que no hubo manera de evitar correrme dejando un rastro en el.
No pareció importarle.
Me senté en la cama y empecé a acariciar su cuerpo, estábamos tan calientes que Arthur solo se tumbó boca abajo y le suplicó "metemela".
Y lo hubiera hecho si solo lo viese como cualquiera con que me he acostado.
No quería dañarle aunque el extasis nos consuma.
Lentamente introducí dos dedos en él esperando destensar un poco la zona.
El hombre reaccionó arqueando la espalda, lo notaba tenso e incómodo pero lentamente fue acomodándose.
Sin avisar introduje mi miembro en él y éste se quejó.
Un ritmo suave y lento emitía mis caderas mientras Arthur arrancaba las sábanas del colchón, pero cuando el acto empezó a intensificarse sus uñas se clavaron en la cama y jadeaba como un loco pidiéndome más.
Su sed era insaciable.
No tarde mucho en correrme en su interior, Arthur gritó y junto a mi manchó las sábanas.
Nos tumbamos y dormirnos toda la noche abrazados, pero yo me despertaba varias veces, divagando con la misteriosa figura de Batman.