Oh, she is so in love... (Haikyuu!!)

1. El chico de Nanami.

1. El chico de Nanami.

     — Oye, Sakura-chan.

     — ¿Hmm?

     — Tu conoces al capitán del equipo de vóleibol, ¿no?

     — ¿Bokuto-senpai? Sí, le doy algunas lecciones de matemáticas, ¿por qué?

     — Por nada en especial...

     Siguieron caminando. La distancia entre la cafetería y su salón no era demasiada, pero al ser receso, todos los alumnos de segundo año se arremolinaban en los pasillos para charlar tranquilos, ir hacia otras clases, o en general perder el tiempo. Sakura y su amiga, Nanami, se abrieron paso entre los estudiantes de otros grupos de manera lenta. No tenían prisa, pues después de todo, su siguiente profesor no había llegado, y por lo tanto tenían hora libre.

     Después de haber entrado al comedor, y estar tranquilamente sentadas en una mesa, cada una comiendo lo que habían comprado, Nanami apartó la vista de su platillo para mirar a Sakura, que jugueteaba distraídamente con la cadena colgante de su cuello, con el plato a medio comer.

     — ¿Conoces bien a todos los integrantes del equipo de voleibol? — volvió a preguntar con timidez.

     — Podría decirse — dijo sin prestarle demasiada atención — Mi hermana es la manager, así que cuando mi entrenamiento termina temprano, me quedo a las prácticas de vóleibol para esperarla.

     — Ya veo...

     Sakura suspiró. Sabía, aunque no lo decía en voz alta, el rumbo hacia el que se dirigía la plática.

     — ¿Por qué no le pides a tu hermano que te lo presente? — dijo, con toda la franqueza que fue capaz de reunir.

     — ¿Ah? — el rostro de Nanami se tornó súbitamente colorado.

     — Él está en la clase de Bokuto, y si te vuelves amiga suya, tarde o temprano conocerás a Akaashi-san.

     La chica se cubrió el rostro con las manos, y un par de mechones azabaches escaparon de su trenza para caer sobre su rostro.

     — Soy muy obvia, ¿verdad?

     — Demasiado.

     — ¡Uf! Esto es tan difícil — la chica hizo un puchero en su dirección, buscando obtener algún otro comentario por parte de la pelirroja, sin éxito.

     Sakura no era una chica sonriente, ni tampoco demasiado extrovertida. De algún modo, su actitud indiferente y poco expresiva atraía a personalidades abiertas como lo eran Bokuto, su hermana, y la propia Nanami. Los problemas de ella le traían sin cuidado, pues era fiel creyente de la autosuficiencia que poseía su amiga. Sin embargo, se preocupaba mucho por ella, desde luego, y era de las pocas amistades sinceras que conservaba, así que le tenía un aprecio especial que no podía ser fácilmente ignorado.

     — Si mi hermana me pide que me quede hoy, puedes venir a ver la práctica conmigo. — accedió, volviendo su vista hacia el rostro sorprendido de Nanami.

     Ella asintió frenéticamente repetidas veces, emocionada.

     — ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias!