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El auto azul de Ash pasa por las carreteras apenas dejando evidencia de que estuvo allí.

Cuando llegó a su casa esta tarde no imaginó que demoraría tanto en arreglarse pero, por... ¿Imprevistos? Tal vez. Demoro mucho más de lo esperado.

Los pensamientos de Ash iban centrados en su padre en general. Pero no fueron suficientes para lograr que no se diera cuenta de que a un lado de la carretera se encontraba un perro acostado y parecía lastimado.

Sin pensarlo dos veces aparcó su auto atrás del auto que se encontraba a un lado de la carretera junto al animal. Se dió cuenta que junto a el estaba lo que parecía ser un chico joven.

—¿Que sucede? —Pregunta alarmada viendo al perro auyando.

—Definitvamente nada que sea de tu interés.

La voz del chico que se encontraba de espaldas fue grosera, áspera. Daba un mensaje claro: "LARGO DE AQUI". Pero eso no fue suficiente para Ash.

—Si estoy aquí es porque claramente es de mi interés, muchacho estupido.

Fue mucho más grosera de lo que imaginó pero su mente ya había volado. Incluso ya había repasado mentalmente como podía darle un buen golpe que le diera tiempo de llevarse al animal pero no usaría ese recurso hasta que lo viera totalmente necesario.

—Mira, muchacha estupida —La trato exactamente igual que ella a él pero su forma de decirla fue más despectiva —. Si quisiera que alguien se metiera en este asunto estuviera allá parado —Señala el lugar al lado de su auto donde podrían verlo con facilidad —con un pulgar arriba llamando a cualquier idiota.

—Esta bien —Dice sin dejar de mirar fijamente los ojos del chico que por alguna razón la distrajo algunos segundos. Ese color azul profundo con rasgos verdes alrededor. Era hipnotizante verlo pero de pronto un sonido la sacó de ese transe en el que había entrado —. Ya que no quieres ayuda puedes irte yo me haré cargo del perro. Haré lo que por lo visto tu no has podido.

El desconocido por primera vez desde que inició la conversación se tomó el trabajo de verla, detallar su figura, sus labios carnosos, y sus ojos ámbar que en esos momentos se veían dispuestos a todo con tal de cuidar del animal.

—En estos momentos sería lo mejor que podría hacer ¡Demonios no tengo tiempo para esto ahora! —Dice pensando en voz alta pero parece reaccionar de inmediato — Pero tampoco me perdonaría así que no, no lo voy a dejar.

Las palabras del chico hicieron que Ash analizará un poco más la situación. El chico iba con un traje negro -que por cierto no le quedaba nada mal- su cabello estaba perfectamente peinado hacia atrás, estaba impecable. Sus pintas dejaban en evidencia que su plan no era salvar a un perro de la calle.

—Esta bien —Ash baja la guardia.

Ahí discutiendo solo iban a perder más tiempo.

—¿Que sucede? Puedo ayudar —Vio que el chico tenía intención de seguir discutiendo pero lo detuvo —. Si seguimos aquí solo perderíamos tiempo y claramente no tenemos tiempo que perder. Así que, ¿Qué sucedió?

La última frase que dijo fue clara, consisa. Casi una orden. El chico se dio por vencido. Ella tenía razón, si seguían así demoraría más y eso solo causaría que su padre le hiciera preguntas que no quería escuchar ni responder.

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