Capítulo 32| Lo es todo

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B U N N I E🌙🌙🌙

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B U N N I E
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— No conocemos a la madre de los perdidos, estás segura de querer leer el contenido de este sobre, ¿Qué te asegura que diga la verdad? – con un tono sereno la seguridad de Tadeus había regresado y mirando un poco más allá de sus hombros pude ver su tabla. Ahora entiendo por qué estaba con una toalla lista cuando salí del mar, venía a surfear, pero se encontró conmigo saliendo del agua en ropa interior.

— Me da la misma seguridad que mi padre diciéndome la verdad, es sumamente testarudo y cuando quiere ocultar hechos de su pasado se vuelve en un experto – exclamó rodando los ojos, mi padre no me dirá nada y mi último recurso será esta carta quizá pueda usarla para amenazar a mi padre y que me diga la verdad finalmente.

— Sea lo que sea que tu cabeza esté planeando debes pararlo, conozco suficientes semidioses como para reconocer esa mirada que solo trae problemas Bunnie. Desiste de usar esa carta y pregúntale a tu padre cuál es su pasado no el tuyo, por algo querrá ocultarlo tú no sabes lo que pasa por su cabeza – formula el chico con una ceja alzada. Sé que tenía razón, pero también sé que mi padre intentara mentirme si lo hizo desde que se separó de mi madre que me garantiza que no lo haga ahora.

— Pero... ¿Y si me miente de nuevo? – temblando hable con un escalofrío comenzando a recorrer mi cuerpo, el frío del agua comenzaba a tomar factura de mi cuerpo.

— Lo enfrentaremos juntos – objeta él ofreciéndome su mano – Puedo acompañarte a que te diga la verdad, soy un dios después de todo si no quiere que lo maldiga tendrá que decirnos la verdad – alega ahora con un mejor semblante y acepto su mano tomándola con firmeza. Estaba a punto de comenzar a temblar por el frío, pero el calor que emitía su mano me hizo contener el estremecimiento.

— Gracias – contestó con un tono bajo, sentía que la sangre estaba subiendo hasta acumularse en mis mejillas. Por Zeus que es Tadeus nadie más, pero es verdad que lo bese y desde ese momento todo es extraño entre nosotros. — Es mejor que me vaya ahora luego te devolveré la toalla – soltando su mano recojo mi ropa del suelo, apretándola contra mi pecho quería salir corriendo, pero aún estaba hipnotizada con la sonrisa de Tadeus. Ya es momento de concentrarse y dejar de ver como idiota al hijo de los mares.

— No te preocupes por eso – su voz se quebró al pronunciar las últimas palabras y la curiosidad se despertó en mí, ya que él me estaba ayudando me gustaría hacer lo mismo por él.

— ¿Está todo bien? – balbuceo en un hilo de voz acercándome hasta donde se encontraba y tomándolo de su antebrazo. No le conocía mucho, pero se notaba que algo lo estaba preocupando.

— Sinceramente nada está bien, pero debo aprender que las cosas nunca salen como las planeo siempre termino decepcionado – se entristeció con lo que dijo y apartó su mirada de mí, pero su otra mano tocó la mía apenas rozando nuestras manos.

Los Ojos De La Luna [2.2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora