Capítulo 5

3K 340 109
                                    

⚠ Advertencia: Algunas palabras fuertes, sin ánimo de ofender ni atacar a la comunidad LGBT ni a ninguna otra persona.

03 de noviembre de 2025.

ChanYeol no estaba particularmente de acuerdo con aquello, bueno, en realidad no estaba ni una pizca conforme con exponer a BaekHyun de tal forma. ¿Pero que podía hacer? él no controlaba su vida, y tampoco era algo que quisiera de todas formas.

- [ ] Los Byun habían cumplido su condena, y para Mayo habían salido. Cinco años no le eran suficientes para su propia satisfacción, pero por lo menos había apelado para que no se permitiera la salida temprana por buena conducta.

A decir verdad, había mantenido la información oculta de BaekHyun. No le gustaba decirlo así, se podía excusar que BaekHyun muy pocas veces le preguntaba sobre sus padres, casi podría cerciorarse que jamás lo había hecho en los últimos años; pero no le había informado para no herir su susceptibilidad, y principalmente para cuidar el pequeño corazón de BaekHyun de cualquier sentimiento desagradable.

Pero al final, el menor lo había descubierto hace dos meses entre los papeles de su oficina. Todo aquello mientras BaekHyun estaba sentado sobre el escritorio y ChanYeol estaba a punto de arrojarse del barranco de sus ex límites en tanto recorría la suave y embriagante piel con sus labios.

Se había sentido aturdido, y que decir de herido cuando el más pequeño lo había alejado repentinamente empujandolo por los hombros; sin saber que decir se había casi precipitado a disculparse cuando se había percatado que BaekHyun había agarrado el expediente Byun entre sus manos. Fue tonto dejarlo ahí, pero lo había olvidado después de enviar unas fotos del mismo a su padre para archivar o lo que fuese, BaekHyun y sus dulces besos lograban distraerlo de cualquier cosa.

Su corazón había latido temeroso cuando BaekHyun se había mantenido absorto viendo las hojas entre sus delgadas manos, dispuesto a adelantarse a cualquier amago de lagrimas escurriendo de aquellos pequeños ojos, sin embargo no había soltado ni una gota de agua.

Contra la primer y única objeción que ChanYeol había tenido no estando de acuerdo con lo que el menor decía, se había disipado tan rápido cuando había rebatido con que era su deseo. El no era nadie para controlar las acciones de BaekHyun, y nadie lo era pero no se sentía a gusto con ello.

—¿No prefieres que me quede?

Escuchó la risa infantil brotar de los labios rojizos y sonrió aunque no estuviera especificamente satisfecho con la situación, pero aquello era un efecto al que ya se había acostumbrado.

—No, Hyung.—negó quitando el cinturón de seguridad para después voltearse a mirarlo.—Esto es algo que tengo que hacer yo, y además tienes que llevar ese paquete a *Eomeonim.

Una risotada salió de la garganta de ChanYeol sonriendo encantadoramente a BaekHyun cuando este lo miró con curiosidad. —Me gusta que le digas a mi madre Eomeonim.

—¿Q-qué dices, Hyung?

ChanYeol se inclinó sobre su asiento, alcanzando fácilmente el oído de BaekHyun por la longitud de su torso.— ... pero me encanta más que me digas Hyung.

Dejó escapar una risilla cuando sintió contra su mejilla la caliente piel del menor gracias al carmín, carente de resistencia alguna se decantó por dejar un sonoro beso en el moflete terso y brillante.

—¡Ya, Hy... —paró su alegato cuándo sintió al mayor empezar a sonreír contra su mejilla por el mote.—¡Ya!, ChanYeol.

BaekhYun lo alejó con un manotazo débil en el hombro, rió con regocijo mientras se componía en el asiento pero aún con la mirada puesta sobre su pequeña pareja. Al contrario de su camioneta, el coche nuevo no tenía los vidrios polarizados y era visible todas sus acciones para la gente curiosa de fuera.

7 Fechas. ||ChanBaek||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora