Créeme

Nosotros: primera parte

—Olvídate de Naruto-fue la respuesta contundente de Itachi.

Sasuke no deseaba discutir con su hermano. Físicamente se sentía mejor, pero mentalmente era otro asunto. Al día siguiente fue dado de alto, y por orden de su padre, tenía una semana de descanso. Su única tarea ahora, era relajarse, pero estaba realmente aburrido. Necesitaba estar en su oficina y firmar papeles, hablar con sus empleados, darle órdenes a su secretaria, todo eso era muchísimo mejor que estar encerrado en casa sin hacer nada.

Y el único tema de conversación por parte de su hermano mayor, era Naruto. Iba a estallar, literalmente.

—No me trates como a un niño, Itachi. Sé lo que hago.

—No. No lo sabes-afirmó—Si no estoy pendiente de ti, tu salud podría volver a decaer, y no dejaré que eso pase.

El menor rodó los ojos y bufó. Estaban en el amplio comedor sentados frente a frente con un café a medio terminar completamente helado.

—Por el amor de Dios, tengo veintiocho años-exclamó molesto—Hermano, ocúpate de tu vida y déjame a mí, manejar la mía-lo dijo de la mejor manera posible.

Itachi frunció el ceño, ofendido.

—Solo digo la verdad-argumentó—Estar a su lado trae problemas, déjalo en paz, conoce a alguien más y empieza de nuevo. Solo eso.

—Hablas como si fuera así de simple enamorarse. No es fácil olvidar a la otra persona, sabes.

—A Naruto no le costó olvidarte.

—...

—...

—No es gracioso, Itachi.

—No me estoy riendo.

El ambiente se puso tenso en minutos, Sasuke necesitaba huir de ahí cuanto antes. Entonces como por arte de magia, su móvil vibró, era un mensaje. Miró a su hermano.

—Adelante.

El azabache reviso el número demasiado familiar, pero lo que más le sorprendió fue su contenido.

"Sasuke, sé que esto es raro, pero Sakura quiere verte. Se va en unas horas. Si estás de acuerdo, ve a la siguiente dirección... ahora"

—Voy a salir-se levantó apresurado.

—Espero que no sea para ver a Naruto-recriminó.

El menor suspiró.

—Despreocúpate, me veré con una chica-fue todo lo que dijo.

—En ese caso-murmuró con una sonrisa, metió la mano en el bolsillo de su saco y le aventó una llave—No puedes ir caminando.

Sasuke la reconoció de inmediato y le miró esperando una respuesta.

—Fue Naruto lo más seguro, cuando desperté en la mañana ya estaba tu auto aparcado frente a casa.

El azabache guardó silencio y se dio la vuelta para retirarse.

—¡Tómate todo el tiempo que desees!

No podía ocultar su alegría al ver que Sasuke se encontraría con una chica, sin saber quién era esa persona en realidad.

—Lo haré...-susurró.

...

...

—Entonces, ¿Cómo estoy, doctor?

Naruto había ido a hacerse una revisión en su cabeza para descartar problemas.

—Los rayos x no muestran nada anormal. Tu cráneo está perfecto, nada de qué alarmarse.