Desconocidas Mágicas

Metamorfosis

LUIS: La noche paso muy rápido me encuentro en las botas de Maribel, aquellas botas de piel negras y altas, el olor me ha bañas por completo y el beber esos fluidos celestiales me hace elvarme a un nivel de éxtasis jamás antes percibido por la carne viva.

MARIBEL: Muy bien pequeño pervertido es momento de que salga por unas cosas (mientras sacudía un poco las botas para despertar a Luis), vendrá una amiga para recoger unas cosas, más vale que no hagas ruido o no te dejare sentir el placer de mis botas, ¿entendiste?.

LUIS: Sí, ¡Está bien!, grite de una forma que ella me escuchará, bajo las botas y yo sólo me quedé deleitando aquel hermoso aroma a los pies de Maribel, era el paraíso y decido obedecer y no hacer ruido alguno hasta que ella llegara y que su amiga no estuviera presente.

NARRADOR: Se escucha un toquido en la puerta, y está se haré dejando entrar a Karina, una mujer de 24 años, delgada, cabello castaño, una altura de 1.6 m., lentes, brackets y que usaba una vestimenta de unos jeans, una blusa que dejaba ver sus hombros y dejaba ver un poco su escote, a pesar de que ella no era una mujer con atributos muy grandes tenía una esencia cálida y muy tierna, cuando te miraba con sus ojos color cafés y sus labios prominentes sólo podías admirar como si de una obra de arte se tratara.

KARINA: Maribel, ¿Dónde estas?, he venido por mis botas que te preste el otro día (dijo tiernamente Maribel), supongo que debió salió pero no puedo esperar tengo un compromiso dentro de media hora y necesito mis botas para ir, las buscaré y después la volveré a visitar, mmmm, ¿en qué parte estarán?, ¡Eureka!, Ahí están, no tengo tiempo de ponerme medias o alguna otra cosa, dejaré mis huaraches aquí.

LUIS: No puede ser la amiga de Maribel se va a poner sus botas y yo aún sigo atrapado aquí, sin poder salir o hacer algún ruido, posiblemente sea mi fin, terminé por acomodarme lo mejor posible antes de que la amiga de Maribel insertará su pie dentro de las bota dónde estaba yo, cuando lo introdujo fue con delicadeza, no la conocía pero por la forma en que ella introdujo su pie, por la fragancia del mismo podía notarse claramente que ella no era como Maribel, su fragancia era suave y parecía como si de lavanda se tratara, tenía un pequeño aroma a sudor de sus pies, esto no importaba en lo más mínimo yo estaba contento de tener esos pies con olor a lavanda en todo mi cuerpo, estoy algo presionando contra las paredes de la botas, de pronto paso de estar bajo su pies a estar presionado en el fondo de las botas de piel. El aroma de Maribel aún sigue presente pero es opacado por el dulce aroma de Karina.
Parece que a Karina le molesta mi presencia, debe pensar que tiene un objeto dentro de sus botas, espero que no me descubra.

KARINA: Debí fijarme en las botas, seguramente a Maribel se le ha caído un objeto dentro de ellas y yo sólo me las puse, estoy nerviosa, no soy una chica que salga con frecuencia y menos vestida así, jeans ajustados, blusa un poco descubierta de los hombros, maquillada y sobre todo usando este tipo de botas, tal vez debí usar un vestido o unos shorts pero soy muy torpe para vestirme.
Ya ha pasado un rato desde que intento acomodar el objeto dentro de mis botas, se siente suave pero duró en unas ocasiones, quisiera poder sacarlo pero ponerme estás botas es muy complejo, sólo trataré de aguantar hasta que terminen mi pequeña salida con unas ex compañeras de la universidad, tengo mucho tiempo sin verlas y volver a saber de ellas me hace muy feliz.
Después de rato hablando con mis compañeras ya no soporte el objeto en mis botas, decidí ir a un lugar para sacar eso y volver a la mesa. Así fue como me quite la bota del pie dónde tenía la molestia. Para mí sorpresa cuando me acerque para ver qué era, me impresione al ver que había una pequeña persona saludando y pidiendo que le ayudara.
No podía creerlo era un chavo que era de una edad similar a la mía, no puedo creer que esto pasara, por ello Maribel debió estar tan ocupada desde aquel día.
Dime pequeño, ¿qué haces ahí?.

LUIS: Gracias por escucharme señorita, lamento interrumpirla, pero tuve que moverme más bruscamente por la falta de aire, me refugie en esas botas para poder pasar la noche, Maribel me ha encogido y ahora soy un juguete para ella, por favor señorita no me lastime, no haré nada malo.