Interrupción

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"Esos espacios vacíos en mi corazón
¿Los llenarias todos?"
Onew, Shine on you—


No podía dormir, no cuando se estaba dando cuenta que se había golpeado cuando su auto chocó, de dolía el hombro derecho y la cabeza, se acarició el cabello haciendo un gesto de dolor cuando se sentó.

—¿Qué sucede?.—inquirió Jinki acercándose a el con una taza de chocolate caliente.

—No puedo dormir.—mintió evitando mirar a Jinki.

Jinki se sentó a su lado y llevó su mano hasta el hombro lastimado de Kibum, haciendo una pequeña presión allí hasta verlo quejarse.

—Estás herido.

Kibum asintió esta vez admitiendo lo obvio, en silencio observó como Jinki buscaba algo y regresaba con un botiquín, negó y le sonrió con un poco de timidez antes de levantarse.

—No es necesario que se use un botiquín, solo tendré algunos moretones que sanaran solos, gracias Jinki.—Kibum tomó la taza de chocolate y bebió un poco.

—¿Porqué no me dijiste de Taemin?.—inquirió Jinki observando la fogata.

—¿Habría cambiado algo? Yo te di señales, mi cuerpo lo hizo, pero tus ojos solo querían verla a ella.

Kim Ki Bum ¿Porqué no superas el pasado? ¿Porqué no me preguntas qué sentía o quería yo?.—el castaño hizo una pausa para soltar una carcajada amarga.—A quién yo amaba era a ti, no a ella, te fuiste sin decir nada,  o dejaste rastros de ti, fuiste un cobarde.

Kibum se sintió dolido con aquellas palabras, porque eran ciertas, reconoció que fue un cobarde, tuvo miedo de preguntar sobre los sentimientos de su pareja en ese entonces, temía perder, no en realidad su miedo se debía a pensar que Jinki la amaba más a ella que a él.

—Siempre fuiste demasiado celoso Key.—habló esta vez llamándolo por su apodo.—Una vez te dije que eso nos llevaría a terminar lo nuestro, pensé que cambiarías y que confiarías en mí...

—¿Cómo confiar a en ti si los vi? Los vi besarse, el mismo día en que te iba a decir que esperábamos un hijo.—Kibum elevó su voz enojándose al recordar ese momento.

Ler apretó los labios y dio un paso al frente, Kibum estaba a punto de romperse, porque nunca se desahogó con nadie, prefiero callar y guardar todos esos sentimientos para sí mismo, ahora estaba delante de la persona que más amo en su vida, que aún amaba y no lo negaría, porque odiaba mentir.

—Responde Lee Jinki.

—¿Para qué? De todos modos ya pasó, además no me creerías.

—Inténtalo al menos, yo voy a decir si te creo o no.

—Kibum, llegaste en el justo momento en el que ella me besó, pero te diste la vuelta tan deprisa y saliste corriendo como un cobarde en vez de reclamar lo tuyo, la alejé de mí y después me di cuenta que habías ido por mí, intenté buscarte pero no, te fuiste.—dijo Jinki con amargura.

Tocó las mejillas de Key y limpió los rastros de las lágrimas que habían comenzado a salir, odiaba verlo llorar, siempre odio aquello y ese instante no era la excepción, porque pese a que se sentía traicionado se dio cuenta de que realmente no odiaba a su ex tanto como pensó que lo hacía por abandonarlo, ladeó su cabeza para ver como su hijo dormía plácidamente y sintió una lágrima rodar por su mejilla.

—Te perdono por abandonarme Kim Ki Bum, pero no te perdono por ocultarme a mí hijo ¿Te pasó por la cabeza decirme?

Key negó, porque en cuanto se alejó de Jinki pensó en no verlo jamás en su vida, ese día cerró un ciclo, o eso pensó, porque se sintió intimidado por la masculinidad de su ex, sentir su aliento demasiado cerca, su aroma embriagador despertaron esas emociones que pensó ya no existían para él.

—Y ahora ¿Piensas alejarme de él?

—No Jinki, sí deseas conocerlo estás en tu derecho, Kim Taemin es tú hijo y...

—Lee Taemin, el tendrá mi apellido.—gruñó Jinki volviendo a apretarlo contra la pared.

Jinki estaba muy cerca de él, sus piernas temblaron cuando los labios del castaño besaron la piel de su cuello, sus manos se posaron sobre el pecho de Lee y lo empujó un poco.

—¿Que-que haces?

—Sabes muy bien lo que hago, no me digas que no te gusta, porque tu cuerpo no dice eso.—Jinki se movió un poco dejando sentir su bulto contra el de Key.

Kibum pensó que estaba soñando cuando Jinki introdujo una mano entre sus pantalones y le acarició su desnudez sin ningún ápice de vergüenza, porque Lee podía ser tímido delante de todos, sin embargo en la cama se volvía una fiera, tomaba lo que era suyo y disfrutaba como nadie.

—Ta-Taemin está aquí.—susurró Key cuando Jinki comenzó a besar sus labios y a levantar su camiseta.

—No seas ruidoso, esta obscuro y él duerme, no nos verá.—respondió Jinki.

El rubio se mordió los labios cuando la lengua de Jinki rozó sus tetillas, deseó ser tocado por muchi tiempo, su cuerpo necesitaba mimos y lo estaba teniendo en ese justo momento, si respiración entrecortada decía cuanto disfrutaba de las caricias, apretó los labios cuando estuvo a punto de decir algo que no debía, sabía que ni estaba bien lo que estaban haciendo, quería detenerlo pero le faltaba voluntad, sin embargo para bien o para mal alguien tocó la puerta de la cabaña haciendo que ambos se separaran.

Jinki apoyó su frente en la de Kibum y soltó el aire antes de mirar hasta la puerta.

—¿No abriremos?.—inquirió Kibum.

—Guarda silencio, el clima afuera no es el mejor, no sabemos quien está tocando.—se volvieron a escuchar los golpes, solo que esta vez fueron más insistentes.—Iré a ver, quédate junto a nuestro hijo.


Obedeciendo Kibum fue hasta donde estaba su hijo y se sentó a su lado sin apartar su mirada de la puerta, Jinki trató de ver a través de la obscuridad para asegurarse de que todo estuviera bien.


Abrió la puerta y se sobresaltó cuando una mujer cuyo desmayada en sus brazos, su corazón dio un vuelco al reconocerla, estaba fría y pálida, parecía como si corrió la misma suerte que Kibum.

—Kibum ayúdame, busca todas las mantas que encuentres por favor.

Key obedeció, corrió a buscar las mantas y regresó al lado de Jinki solo para darse cuenta de quién era esa mujer, era ella, la causante de su dolor, retrocedió un poco al ver como su ex la atendía y sus celos volvieron otra vez, porque de nuevo se sentía plato de segunda mesa.

—Taeyeon despierta.—habló Jinki con voz suave.

Taeyeon abrió sus ojos despacio y cuando reconoció a Jinki soltó un sollozo y se abrazó a él haciendo que Kibum volviera a romperse.

InviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora