El vasto cielo negro cubre a la ciudad Fuyuki, con la gran luna que ilumina el cielo, junta a las estrellas alrededor suyo.
Fuyuki está dividido en dos, en una parte una parte desarrollada y otra la zona subdesarrollada, están separadas entre sí por un rió, pero unidas por un gran puente rojo que une ambos distritos.
En una la zona subdesarrollada, se encuentra una casa japonesa grande, que podrían caber como 6 personas o más.
En uno de los bancos se encontraba un anciano de 72 años, que llevaba un kimono negro y unas sandalias, su cabello era blanco como la nieve, junto a unos ojos plateados. Su piel era algo curioso, una parte era blanca mientras la otra era morena.
Este era Emiya Shirou, un mago de tercera categoría que ha vivido en Fuyuki desde hace mucho tiempo. Miraba hacia el gran cielo negro, mientras recordaba los buenos momentos que paso con su gente querida.
Kiritsugu Emiya, su padre adoptivo que lo rescato en el gran incendio que se produjo hace muchos años, aun recuerda ese momento cuando lo vio, una sonrisa, en ese momento no entendía por qué estaba sonriendo cuando lo había visto pero algo que si podía notar.
Esperanza.
Es como si el hombre que había perdido todo y no tenia nada a que proteger o valorar, encontró algo que podía estar orgulloso de si mismo, como si una maldición se hubiera ido.
Desde ese momento el siempre quiso ser como el, tener esa sonrisa mientras salvaba a las personas trayendo felicidad a la gente.
Si, el ideal que había seguido de su padre, después de ese día en la noche, justo en este mismo banco que me encontraba sentado, donde dijo que su aspiración era ser un héroe de la justica.
Aunque después dijo que había fallado, había perdido todo eso es lo que vi ante sus ojos, como si todo el esfuerzo que había trabajado duro cada día y año había fracasado.
"Entonces yo lo tomare".
Cuando esas palabras salieron de mi boca, el me miro sorprendido, honestamente no me importa el riesgo que tomaría, siempre había admirado a mi padre desde que me había salvado ese día, siempre había querido salvar a alguien con una sonrisa.
Mi padre solo me sonríe ante lo que había dicho, para después volver a ver las estrellas que iluminaba el ambiente.
"Gracias hijo". Esas fueron las ultimas palabras que escuche de mi padre cuando volvimos a ver las estrellas.
Pero a la vez fue la ultima vez que lo vi con vida, ya que esa misma noche fue su muerte.
Mientras Shirou recordaba a su padre y su ideal, no se fijo cuando alguien empezó a caminar atrás suyo ante la oscuridad de la noche.
Shirou poco después sale de sus pensamientos cuando escucho que alguien estaba atrás suyo, se dio la vuelta y vio unos ojos rojos carmesí que lo miran, como si hubiera encontrado al entretenido para su gusto.
Normalmente cualquier persona se pondría alerta y llamaría a la policía, o intentaría darle una paliza a la persona que entro
Pero él no haría, ni una de las dos cosas, ¿por qué?.
Por que la persona que esta viendo es alguien que el conoce MUY bien, especialmente si eres un mago.
Los ojos rojos cada vez se acercan más a él, hasta que se detuvo a unos centímetros de donde estaba, se podía ver la figura de la persona por las estrellas y la luna.
Era una persona con características muy viejas, pero con un aura de juventud, llevaba puesto un traje negro manga larga, lo pantalones y zapatos también eran del mismo color que el traje, tenía unos guantes blancos junto a un bastón.
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Un mago en Remmant
ActionEmiya Shirou pasa sus últimos momentos mientras espera su muerte. Dando por vencido ante su inevitable destino de Alaya. ¿Pero, que pasaría si un viejo amigo lo ayuda?.