Hogar

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Cuando Kongpob le pide que sea su novio, él dice que sí.

Han estado bailando durante tanto tiempo que los pies de Arthit finalmente se cansan y ceden.

Con una palpitación nerviosa en el pecho, mira los ojos de Kongpob: esos ojos que nunca parecen vacilar cuando los demás lo miran, ojos que habían atormentado a Arthit cuando todavía tenía dudas sobre las intenciones de Kongpob.

Él dice que sí con un suspiro final,(aparentemente aliviando todo el estrés de Arthit de los últimos meses que Kongpob lo siguió cómo un cachorro), y cuando lo hizo, los ojos de Kongpob se iluminaron.

Arthit nunca pensó realmente en cómo una palabra tan simple podría poner una sonrisa en la cara de alguien, o algo simple cómo una palabra de dos letras marcaría el comienzo de sus vidas juntas, pero Arthit lo disfruta, disfruta del calor que esos sonrientes labios y ojos brillantes se dirigen a él.

Su cuerpo lo traiciona, inclinándose para un beso.

Es el primer beso de Arthit, y la chispa en su pecho se enciende en una llama, consumiéndolo. No sabe qué hacer con sus manos ni dónde ponerlas, no sabe cómo mover los labios ni cuánto tiempo debería quedarse allí, pero Kongpob lo guía.

Él siempre lo hace.

Entonces, Arthit cierra los ojos dejandose guiar por sus sentidos; la mano de Kongpob detrás de su cabeza, su otra mano ahueca las mandíbulas de Arthit con una gentileza única de Kongpob, temeroso de romperlo. Arthit siente cómo Kongpob mueve sus labios contra los suyos y el sabor de estos.

Es tan surrealista cómo hace unos momentos Arthit estaba nervioso al salir con Kongpob, y cómo seguía pensando en cosas que decir para no aburrir al otro. Hace unos minutos, Arthit había pensado en irse a casa después de la cena porque descubrió que a Kongpob no le gusta la comida picante.

Pero ahora está aquí, con Kongpob sosteniéndolo con tanto cuidado cómo si Arthit estuviera hecho de vidrio: un movimiento incorrecto y se rompería.

Y tal vez Arthit lo haría, pero cuando siente los labios de Kongpob contra los suyos, piensa que no le importaría.

Kongpob se ríe cuando se separan para tomar aire, presionando sus frentes juntas. Esta noche en particular le trae un escalofrío que hace temblar a Arthit, aunque sabe que su gesto se debe a algo completamente distinto.

ㅡGracias, P'Arthitㅡdice Kongpob. Él está sonriendo ampliamente como si acabara de ganar algo.

ㅡ¿Por qué me estas agradeciendo?ㅡÉl finge su antiguo yo, mostrando su comportamiento snob, es un acto de defensa propia cuando Arthit se da cuenta, pero Kongpob lo lee.

Kongpob se encoge de hombros, una sonrisa permanente en sus labios.

ㅡSólo por decir que sí.

Arthit se apoya en la barandilla del puente donde se detuvieron. Él mira el agua desde arriba, una sonrisa que amenaza con salir, pero se muerde los labios para contenerla. No pasan muchos autos, y si la gente los nota, a Arthit no le importa en ese momento.

ㅡSupongo que era solo cuestión de tiempoㅡtermina diciendo suavemente. No había querido decir eso, pero las palabras llegan sin permiso.

Kongpob sólo lo mira y Arthit no puede evitar mirar hacia otro lado.

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Cuando Kongpob le pide que viva con él, él dice que sí.

Arthit lo ha visto venir. Han estado juntos durante la mayor parte de la vida universitaria de Kongpob, y ahora que ambos tienen sus propios trabajos, comenzó a pensar en el siguiente paso.

¬SOTUS: Segunda Colección de OneShots [Kongpob×Arthit]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora