¬SOTUS: Segunda Colección de OneShots [Kongpob×Arthit]

Flores Marchitas

Nota: Capítulo triste.

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Arthit le entrega una rosa, con una suave sonrisa, a una niña que conoció en el parque.

La niña, mirándolo con confusión, la acepta, agradeciéndole con una gran sonrisa antes de salir corriendo hacia su madre.

Estaba jugando sola, y Arthit la había visto mientras caminaba, se detuvo con contemplación antes de decidir darle a la niña un tallo de la flor.

Él mira cómo la niña habla con su madre; la madre lo mira con la misma confusión que tenía su hija cuando Arthit se le acercó.

Arthit se mete la mano en el bolsillo y asiente con la cabeza antes de alejarse.

La madre, aparentemente evaluando sus intenciones, simplemente se inclina.

De alguna manera, ella entiende.

En el puño de su mano derecha, quedan 4 rosas más.

Él suspira.

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Antes de la niña, Arthit le había regalado una a una pareja de ancianos sentados en el banco mientras observaban a los pájaros picotear migas de pan en el suelo.

La pareja le dio la misma mirada de confusión que todos a los que Arthit les entregó una rosa, pero lo entienden.....de alguna manera.

Antes de la pareja de ancianos, Arthit le había dado una a su vecina, una anciana que vivía sola. Nadie parece visitarla, y Arthit ha estado viviendo en el vecindario durante el tiempo suficiente cómo para cuestionar si alguna vez tuvo algún familiar.

Pero sus gatos la acompañan, y cualquier compañía es mejor que nada, supone Arthit.

Ella le había sonreído tristemente, agradeciéndole mientras olía la rosa roja. Arthit le había sonreído en respuesta, apretando las mandíbulas mientras intentaba apartar la mirada de sus ojos.

Son demasiado comprensivos.

Y antes de que él se fuera, ella lo llamó con una expresión de dolor en los ojos y dijo:

ㅡEra un buen chico, Arthit.

A Arthit le tomó todo para no dejar que las emociones lo reinaran, pero sus sentimientos lo traicionaron, y salió como una burla, casi asfixiándolo.

ㅡLo eraㅡdijo con voz ronca.

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Después de su vecina mayor, Arthit le había regalado una rosa a su madre.

Darika la aceptó antes de tomar sus mejillas y salpicarlo de besos. Él podría decir que su madre estaba tratando de contener sus lágrimas tanto como Arthit lo hacía. Pero lo dejaron fluir.

Arthit aceptó los abrazos, su madre frotando círculos reconfortantes en su espalda mientras su padre los miraba a ambos a un lado con ojos solemnes.

Cuando miró a su padre, se asintieron.

Es suficiente para Arthit.

Ambos entienden

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Después de su madre, Arthit le entregó una rosa a su amigo, Tootah.

En su naturaleza, Tootah bromeó, agitando las pestañas mientras apretaba la flor contra su pecho, pero no era momento para bromear, ambos lo sabían, por lo que Tootah se recompuso y respiró hondo antes de agradecerle, dándole palmaditas en la espalda como una forma de consuelo para Arthit.