Draco se encontraba sentado sobre su escritorio con el saco de Harry puesto y con un espejo en sus manos viendo atentamente su rostro. No había dormido en toda la noche pensando en lo que sentía, sin duda estaba maravillado ante su reflejo y ante todo lo que le rodeaba, se sentía extraño, diferente y poderoso. Podía sentir como cambiaba algo en su interior, crecía y se extendía por todo su cuerpo, por un momento se había sumergido en la idea de ser él único en el universo.
Harry abrió los ojos con la sorpresa de hallarse solo en el diván, miró su reloj de bolsillo que indicaba las 7 de la mañana, reviso el cuarto y sólo vio a Draco sobre un escritorio, buscó a su padrino con la mirada pero al parecer estaban solos. Harry se levantó y con pasos torpes se acercó al rubio para saber como se encontraba pues apenas unas horas había estado al borde de la muerte.
-¿Cómo te sientes? - Draco apartó la vista del espejo y volteo en dirección a la voz que lo había sorprendido.
Le pareció curioso que Harry lo tuteara, tanto, que él también comenzó a hacerlo.
- No te preocupes, estoy bien. -respondió Draco a falta de encontrar las palabras apropiadas ante tanta fascinación hacia su persona.
-¿Y Sirius?
-Dijo que tenía que irse, que te vería más tarde en su casa. -Contestó Malfoy dejando el espejo para tomar una libreta y un bolígrafo del escritorio
-¿Que haces?
- Estoy tomando notas de mi condición.
-¿Y qué has descubierto? -Harry se colocó frente a él.
-Mi pulso es normal, al igual que mis signos vitales y mi temperatura. Toma, ayudame. -Draco había mentido en todo, era algo que Harry no necesitaba saber, pero estaba tan maravillado que le entregó una lámpara y le pidió que lo ayudara. -revisa la herida de mi cuello.
Draco levantó la cara para que el agente pudiera ver que la herida estaba casi curada en su totalidad. Harry se acercó suficiente para ver su piel casi intacta.
-¿¡Cómo es posible!?
-¡Exacto! y mira esto.
Draco se incorporó de un salto quedando a centímetros de Harry apoyado en sus dos piernas.
Draco era un poco más alto que Harry así que agacho la cara para verlo de frente directo a sus ojos verdes, estaba tan cerca de él que pudo sentir su aliento, también podía escuchar cómo su corazón se aceleraba ante tal acercamiento.
-Y bien. ¿qué opinas?
-yo... yo... -Harry empezó a tartamudear debido al nerviosismo que le produjo esa distancia. - no se que decir.
Draco sonrió ante la expresión del agente Potter y le señaló la pierna.
Harry volteó lentamente hacia abajo y recordó que Malfoy tenía lastimada su pierna izquierda, pero en ese instante se veía mucho mejor.
-¡Ha! eso. -respondió Harry dando una exhalación de alivio.
-No sé qué está pasando, pero es increíble. - Draco trató de explicarle a Potter mientras caminaba por todo el laboratorio sin ninguna molestia.
-¿Que sientes?
-Me siento un poco mareado pero también hambriento y ansioso. -Draco volteó a mirar a Harry directo a los ojos, lo veía con total fijación, su mirada no era tan amable como siempre, él recorría cada centímetro de su rostro, desde sus labios hasta su cuello, era como si quisiera ver a través de él para penetrar en su cabeza buscando algo. - Tengo que hacer pruebas. -dijo de repente forzándola a despegar la mirada para buscar agujas y tubos de ensayo.
Harry se había sentido incómodo ante esa mirada, pero trato de no darle importancia, quizá era normal una reacción así al haberse salvado de la muerte, pero recobró su temple para resolver el caso.
-Tenemos que irnos.
-¿Irnos?¿ A donde? - preguntó Draco concentrado más que nada en tomar las cosas necesarias para sus pruebas.
-A mi casa, es peligroso que permanezcas aquí.
-Puedes quedarte conmigo.
Draco iba y venía de un lado a otro buscando el catéter con el calibre exacto que le hacía falta.
-Pero él regresara, y tal vez lo haga acompañado. - Harry se plantó en frente de él para darle a entender que hablaba en serio.
Draco se detuvo y al verlo a la cara supo que él oficial no tomaría un no por respuesta.
-¿Pero y mi investigación?
-Puedes llevar lo que necesites.
Draco no estaba acostumbrado a hacer lo que otros le pedían, siempre era su voluntad pero jamás en su vida se había encontrado en peligro, y con lo que había pasado la noche anterior Harry se había ganado su total confianza.
-Esta bien, solo dame unos minutos.

ESTÁS LEYENDO
Beber de tu sangre.
FantasyTiempos oscuros se aproximan en Londres del año 1957. Justo cuando han sobrevivido a la segunda guerra mundial, una nueva plaga ataca a la población ocasionando pérdidas humanas. La nación se encuentra en pánico al pensar en el regreso de la plag...