Felix es un omega, príncipe de Seul; se suponía que este seria el rey de este pueblo, pero al ser omega, no podía tomar el trono; era literalmente inservible y su hermano menor siempre lo maltrataba.
Un día, su padre llega y le dice que ahora esta...
Los dos semanas pasaron mas rápido de lo que Felix y ChangBin hubieran pensado. Este mismo día era la boda y ambos estaban demasiado nerviosos.
En aquellos momentos, Felix estaba siendo peinado por su primo; algunas sirvientas estaban alistando el traje blanco que portaría aquel día el omega.
Cuando el rubio estuvo peinado, se coloco su camisa blanca; una gabardina completamente blanca al igual que su pantalón y unas zapatillas del mismo color. Todo su atuendo estaba completamente blanco y con su cabello rubio le daba un toque angelical.
Felix ya estaba listo, por lo que Jeongin se retiro para irse a donde todos los invitados estaban. El rubio espero a que su padre llegara por el, pues este iba a ser quien lo dejase con su futuro esposo.
El rey de Seul por fin llego, sonriendo al ver al mayor de sus hijos tan hermoso; sin poder evitarlo, el alfa recordó a su difunta esposa.
— Te pareces tanto a tu madre — comento su padre
Felix sonrió con nostalgia, hubiese querido que ella estuviera en esos momentos con el. El rey agarro la mano de su hijo y juntos se dirigieron a donde es la sala del trono.
La gran puerta estaba cerrada. Felix logra escuchar música en el interior y en ese momento las puertas son abiertas.
El rubio se aferra al brazo de su padre al notar que todas las miradas estaban posadas sobre el. Mientras iba caminando, su mirada se cruza con la de su hermano menor; quien veía con gracia a su mayor. Inmediatamente Felix recordó el "Si necesitas que grite yo me opongo simplemente me avisas" que había dicho su hermano. El rubio le lanza una mirada de advertencia al castaño para que no dijera o hiciera nada tonto.
Felix desvía su mirada al frente, donde ChangBin se encontraba mirándole fijamente. Al omega casi se le va el aire al ver al azabache con aquella camisa amarilla, gabardina y pantalones grises, junto a unos zapatos negros.
Ambos se veían fijamente, ninguno despegaba su vista uno del otro. Felix por fin llega a un lado del azabache este le sonríe cálidamente, a lo que el rubio le corresponde. Ambos se toman las manos y el padre empieza a decir algunas palabras.
— Seo ChangBin ¿quieres recibir a Lee Felix como esposo, y prometes serle fiel, en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y, así, amarlo y respetarlo todos los días de tu vida? — Pregunta el padre
— Si, acepto — ChangBin responde sin dudar
— Lee Felix ¿quieres recibir a Seo ChangBin como esposo, y prometes serle fiel, en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y, así, amarlo y respetarlo todos los días de tu vida? — Repite el padre
— Si, acepto — Felix le sonrío
La pareja se voltea a ver al padre, quien agarra una corona dorada y circular que estaba en la cabeza del padre de ChangBin; el padre agarra la corona y se la pone a ChangBin. Después, el padre agarra una corona que portaba la reina, esta era mas fina y plateada con diamantes incrustados; Felix agacha su cabeza y el padre se la coloca.
Los reyes de Daegu se encontraban sentados en los tronos, por lo que estos se levantan, dandole el lugar a los nuevos reyes de Daegu. Felix y ChangBin se sientan en los tronos y notan como todos los que son principes hacen una reverencia de noventa grados, mientras todos los reyes inclinan su cabeza en señal de respeto.
Felix nota como Minho hace la reverencia de noventa grados y sonríe al pensar que ahora el era superior y mas poderoso que su hermano alfa.
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Todos los invitados estaban celebrando en el jardín la boda de los nuevos reyes. ChangBin y Felix se encontraban sentados en una mesa mas grande y especial que las demás; alguno que otro invitado se acercaba a la nueva pareja de esposos para felicitarlos.
— Hermanitooo —una voz ya conocida para Felix hace presencia
Minho se acerca a Felix y se sienta en la misma silla en la que estaba sentado su hermano, ya que había un borde en la silla que estaba libre. El castaño rodea los hombros del rubio y sonríe.
— Parece que enserio querías casarte con ese alfa, no me pediste que gritara un "yo me opongo" — se burla el menor
— Minho, suéltame — pide el rubio tratando de tener paciencia
— Tu no me puedes decir que hacer, omega — Minho frunce el ceño
— Ahora yo soy superior a ti, soy un rey y tu sigues siendo un príncipe; inferior a mi, así que te exigiré ahora mismo que me sueltes — dice aun con tranquilidad
El castaño sabia que su hermano tenia razón, ahora aquel omega al que tanto había maltratado se había vuelto superior y mas poderoso que el. Al final Minho cedió ante la orden de Felix.
— Esta bien, tu ganas esta vez, Felix — hablo el menor — Pero no se te olvide que algún día yo seré rey de Seul, y volveré a ser superior a ti, tonto omega —
Un gruñido llamo la atención de gran parte de los invitados, el grupo de betas que tocaban algunos instrumentos para ambientar todo habían parado de tocar. Minho retuvo su necesidad de temblar y permaneció firme, pero tenso.
— ¿Estas amenazando a mi omega? — ChangBin había gruñido
— Y-Yo... — tartamudeo el castaño
Felix jamas había visto a su hermano tan asustado como lo estaba en esos momentos. ChangBin se levanto de su asiento y agarro de la camisa al castaño, quien frunció el ceño; dispuesto a darle pelea a aquel azabache.
— Amenazaste a Felix — volvió a gruñir ChangBin
— Si, lo hice ¿Y eso a ti que te importa? — Minho enfrento al azabache
Ambos se veían fijamente y no se dieron cuenta cuando se empezaron a gruñir. Minho fue el primero en atacar, empujando al azabache quien se recompuso inmediatamente y se lanzo contra el menor.
Felix desespero; ahora ambos alfas se habían convertido en el centro de atención. El rubio en un intento de detenerlos, acerco a ambos alfas.
— ¡Felix, cuidado! — el grito de su padre resonó por el lugar
Pero fue tarde; el puño de Minho había impactado contra su mejilla, dejándolo tirado en el suelo.
