Felix es un omega, príncipe de Seul; se suponía que este seria el rey de este pueblo, pero al ser omega, no podía tomar el trono; era literalmente inservible y su hermano menor siempre lo maltrataba.
Un día, su padre llega y le dice que ahora esta...
La joven pareja de reyes dormía tranquilamente en la gran cama de su habitación. El rubio omega dormía tranquilamente; últimamente se había estado sintiendo mas cansado de lo normal sin razón alguna, pero creía que era porque recientemente había pasado su celo y aun estaba cansado, aunque ya había pasado una semana.
ChangBin despertó rodeado por aquel aroma a algodón de azúcar y... algo más. El alfa frunció el ceño al sentir el aroma de su omega mas dulzón de lo normal y acerco su nariz al cuello de este.
Felix dormía plácidamente hasta que sintió un cosquilleo en su cuello y abrió los ojos. El omega noto a su alfa olfateándolo y pudo sentir a travez del lazo algo que parecía ser miedo y alegría al mismo tiempo.
— ChangBin... ¿Que sucede? — preguntó somnoliento el rubio
— Felix... tu aroma es diferente — declaro el alfa
— ¿A que te refieres con diferente? — cuestionó confundido el rubio
El omega solo noto como su alfa se mordía el labio inferior, como si estuviera nervioso por algo; algo que el no sabia lo que era.
— Tu aroma es mas dulce — declaro el azabache
Felix frunció el ceño sin saber a lo que su alfa se refería, tal vez estaba un poco enfermo y eso era todo; pero si era así ¿Por qué su alfa estaba tan nervioso?
— ¿Qué crees que sea? — pregunta inocente el rubio
— Felix, llamare a un doctor — pronuncio firme y serio el alfa
El rubio asintió sin decir nada. El alfa salió de la habitación directo a pedirle a un sirviente que trajera un doctor. Felix algo aturdido se volvió a acostar en la cama.
Minutos después un doctor ingresaba a la habitación, detrás de el iba Eun Ji, la omega que lo cuidaba cuando no conocía el castillo y recién había llegado.
— Su majestad, al rey ChangBin le surgió un asunto importante y me mando a estar aquí — dijo la omega sonriente
El omega asintió comprendido. El doctor le pidió al rubio que se acostara en la cama y este hizo caso. Los minutos pasaban y el omega estaba confundido pero dejo al doctor hacer su trabajo.
— Su majestad... — pronunció este al terminar la revisión — felicidades, usted esta en la dulce espera — sonrió
Aquellas palabras retumbaban la cabeza del rubio... un cachorro, estaba esperando un cachorro.
Las lagrimas no se hicieron esperar y un chillido lleno de felicidad por parte de Eun Ji. Felix lloraba, estaba asustado y muy, pero muy feliz.
— Y-Yo... ¿Como se lo dire a ChangBin? — dice el rubio posando una mano en su vientre
— Creo que el rey sospecha algo, o no me hubiera llamado — el doctor le guiño un ojo
El doctor se retiro, dejando a ambos omegas solos en la habitación; después de un rato Eun Ji dijo tener que irse a terminar algunas tareas que tenia que hacer al rededor del castillo.
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