Todo comenzó en el consultorio de el Doctor Rudolf W.R, cuándo nos enteramos de la enfermedad de Nicole.
Sí... Puedo recordar el profundo llanto de mi padre.
Mientras que por otro lado, mi madre solamente se preocupaba por el gasto de los tratamientos de mi hermana.
-Doctor, dígame que no será más de lo que gasto en cigarrillos- dijo mi madre mientras tosia.- Ultimamente le han estado subiendo al precio, ¿usted cree?-Solto una risa.
-¿Podrías dejar tus cigarros a un lado, Lydia? Es la vida de nuestra hija.- Contestó mi padre furioso
-Nonononono querido, TÚ hija. A mi no me metas, campeón.-Aclaraba mi madre
-Señores... Traiganla a una tomografía en un mes. La tomografía podrá determinar si la enfermedad está localizada y si es posible el abordaje quirúrgico o si la diseminación es tal que no puede ser curada con cirugía.
-Por supuesto, aqui estaremos. Gracias, doctor.-Contestó mi padre.
-Bye Doc.- Contestó mi madre.
Subimos al auto, un pequeño Mustang rojo. Y mi madre inmediatamente prendió el cigarro que con ansias había estado esperando fumarselo en el Consultorio. Mi padre sólo retorcia los ojos, y se dirigió a su destino.
Vivimos en una gran casa lejos de la ciudad, así que nos toma exactamente 2 horas en llegar a nuestro hogar. Y nadie soltó algún suspiro, palabra, o movimiento alguno. A mi padre le salían lágrimas de los ojos incontrolables. Mi mamá miraba una revista. Y Nicole quedó profundamente dormida.
-Oh Nicole, tu no mereces morir a tus apenas 10 años.-Dije en mi mente -Tienes mucho por que vivir, no te preocupes, morir tampoco es malo, es una etapa, a veces atrasada, o adelantada. No sentirás dolor después de tu partida. Dormiras profundamente en un sueño infinito, muy lindo. Dejará de existir el mal para ti. Estarás en buenas manos, no te preocupes por nosotros.
Estaremos ahí, para asegurarnos de que te vayas feliz.-
Le encontraron Cáncer de pulmón.
-01/07/10