No Tears

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Notas: Ningún personaje me pertenece.

Advertencia: AU.

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Podía decirse y mentirse que después de aquella redada, todo había quedado igual que antes, decir que no había empezado a experimentar nuevas emociones, parecía carcomerle sus sentidos. Todo había dado un extraño giro, su propio aroma había cambiado y ahora era consciente del aroma de otros omegas, pero especialmente de ese omega.

Podía sentirlo por toda la mansión y se sentía estúpido al querer ir hacia donde el menor se encontraba, era consciente de cada movimiento, de cada emoción que pasaba por sus venas, pero él seguía cambiando de dirección cada vez que lo sentía venir, pero él no cambiaría.

Aún era demasiado temprano para que alguien estuviera dando vueltas, le gustaba sentir el aire fresco rozar su piel, sentirse libre era lo que siempre había deseado. Apenas estaba amaneciendo cuando bajó a prepararse un café recién pasado, el olor amargo había llenado la cocina y ahora él se encontraba ahí, escondido en la cochera, con la excusa de que tenía que reparar su motocicleta.

Soltó el aire de sus pulmones, dejando que se oyese su incomodidad, Charles se sentó en la banca de madera, cerca del portón, observando como poco a poco el sol salía de su escondite detrás de las montañas, había intentado ignorar aquella charla desde que llegaron, había evadido cada oportunidad, pero su carácter se estaba volviendo cada vez más irascible, haciendo que nadie quisiese trabajar con él.

-Él es tan joven. -La voz de Charles sonó tan suave y apesadumbrada, su mirada afligida observaba el amplio bosque, tal vez recordando con añoranza y tristeza su viejo Reino Unido.

-Es un niño.

-Y a vivido tantas cosas que un niño no debería haber pasado. -Muy pocas veces lo había visto molesto, siempre había sido sereno. Pero él podía entender su amargura, aún sentía aquella furia quemar en sus venas, aún tenía la esperanza de encontrar al malnacido y cortarle la garganta.

-¿Has hablado con él?

-No recuerda mucho. -Dejó la llave en el suelo, para mirar al más joven, quiso acariciar la zona de su pecho, su corazón latía rápidamente, podía saber que el menor se encontraba teniendo una de esas pesadillas y por primera vez en mucho tiempo, podía decir que deseaba ayudar. -Aunque me a dado su autorización para poder ver sus recuerdos.

-¿Lo harás?

-Podría hacerlo. -Nuevamente el menor observó ahora el cielo, donde las nubes habían cubierto el sol, pronosticando una fuerte lluvia. -No me gustará nada lo que vea a través de ellos.

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Scott dejó sus libros sobre la mesa, había intentado caminar rápido y sigiloso, pero las miradas siempre caían sobre él, aunque se encontrara rodeado de jóvenes con distintos poderes, se sentía raro. Se removió incomodo, mientras esperaba que el profesor ingresara.

-Hola. -Crystal era joven y vivaz, había encajado rápidamente en la mansión. Podía recordarla cuidando de él, luchando para que lo soltaran y abrazándolo y consolándolo después de sus sesiones de tortura, pero había algo en sus ojos que había cambiado. -No me gusta la historia, prefiero ciencias.

-Dirás que prefieres a la profesora Rogue.

-Bueno, no me puedes culpar. Ella es linda.

Tenía pensado en burlarse un poco más de su amiga, tal vez hacer algún plan para olvidarse de sus pesadillas, pero su sangre se calentó cuando lo sintió llegar, escuchaba el palpitar de su corazón y los pesados pasos en el pasillo.

Aullando a la lunaWhere stories live. Discover now