Aullando a la luna

Bad day

Notas: Ningún personaje me pertenece.

Advertencia: AU.

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Llevaba varios días necesitando sacar todo ese calor que llenaba su cuerpo, necesitaba sacarse el olor a canela y hojas secas del omega, había perdido la cuenta de las veces que salió hecho una bola de furia de la mansión, para poder encontrar algún revolcón. Pero nada de eso funcionaba, el olor, el calor siempre regresaba con más fuerza, volviéndose aún más insoportable en las noches que pasaba lejos de su cama.

Las noches de luna llena siempre le habían gustado, siempre había sentido que podría fusionarse con la naturaleza, le gustaba caminar descalzo por el bosque, dejando que toda esa energía recorriera su cuerpo, pero ahora que la luna se encontraba sobre él, iluminando todo a su paso, era como si quisiera mostrar todos sus defectos, esas noches eran las que deseaba ir directo a la habitación del menor, tal vez solo observarlo dormir, acariciar sus cabellos castaños y saber que se encontraba ahí, con él.

Ya no lo oía gritar, ni despertar después de las pesadillas que lo atormentaban, pero él aún sentía la necesidad de ir hasta la habitación del muchacho y asegurarse de que estaba bien, a pesar de que siempre encontraba a Erick cerca, vigilante de que él pudiera hacerle daño.

Hace poco habían regresado de una misión y él se había guardado sus comentarios, no le gustó que Erick le diera el visto bueno a Scott para incluirlo en el grupo elite. No era la primera en la que participaba con ellos, pero sí la primera donde el menor daba sus ideas, hasta el punto de volverlas un plan.

Un magnífico plan, pero que en su punto de vista, aún le faltaba pulir.

Le había visto tan alegre, sonriendo ante los alagados de Erick, el chocar los puños con Bobby, el guiño que Rogue le lanzó, todos estaban planeando una pequeña fiesta en honor al joven omega, aunque a lo lejos él podía notar al menor, nervioso y algo ofuscado, intentando minimizar su trabajo y negar fervientemente todo lo que ellos decían.

Él había querido permanecer lejos de toda esa energía positiva, el bullicio empezaba a afectarle más de lo que debería. Sabía que por su energía ninguno se atrevería a llegar a él, había visto el golpe que Scott tenía en la parte de su ojo y como sobaba ligeramente el costado de su pecho, seguramente por un mal golpe y sin quererlo, aquello le hacía enfurecer aún más.

-Cualquiera pensaría que estás molesto. -Erick se sentó a un lado de él, sus miradas nunca se alejaron del menor, Scott se encontraba sentado entre Bobby y Rogue, la pareja se había encargado hasta ahora de protegerlo, de siempre tenerlo bajo su cuidado cuando el alfa no se encontraba cerca.

-No estoy molesto. -Gruñó por lo bajo cuando escuchó la pequeña risa de Erick. Estaba furioso, pero no se lo diría a nadie.

-Haz lo que quieras. -Erick se puso de pie, con esa característica silenciosa. -Pero ni te atrevas a estar molesto con mi muchacho.

-¿Desde cuándo es tu muchacho? -Su voz sonó baja, pero amarga, no le gustaba que nadie fuera tan cercano con el menor, su lado animal se estaba volviendo loco, seguramente Erick lo mataría antes de cruzar alguna palabra con el omega, le vio mover sus dedos hasta volverlos puños, pero él no tenía miedo. La rabia ya se había acumulado en su interior.

-No te atrevas. -Un fuerte dolor agonizante golpeó contra su pecho, podía sentir como sus huesos se doblaban lentamente, el dolor recorrió cada parte de su ser, fue consciente de como el aire salió de sus pulmones de un solo golpe, dejando que su corazón dejara de latir por un corto segundo. -No voy a dejar que nadie, ni siquiera tú, le lastime.

Erick nunca había usado sus poderes contra alguno de ellos, nunca pensó que sería posible, el dolor en su cabeza fue un golpe incesante, intentó llenar sus pulmones lo más rápido que pudo. Lo único que pudo ver, fueron los ojos del esposo de su mejor amigo, casi hermano, estaban rojos, llenos de ira.