Cuando nuestras miradas se juntan.

El momento indicado.

Peter aun podía sentir el frío aire contra su piel caliente, mirando hacía el vació, meciendo su pie derecho hacía adelante y hacía atrás, tentando un poco su siguiente paso hacía la nada.

Su celular sonó ruidosamente y prácticamente resbaló hacía atrás, cayendo sentado y gimiendo ante la dolorosa sensación.

    —¡Maldición!—Gruñó molesto y vio la pantalla del móvil, sintiendo su corazón dar un doloroso vuelco en el pecho, dudó unos segundos antes de contestar la llamada y su voz tembló.—¿Logan?

    —Mocoso.—Dijo un poco enojado el mayor.—¿Por qué no contestabas?—Gruñó tras la linea y Peter soltó una estrangulada risa.

    —Lo dejé sonar una vez ¿Es tan terrible?—Preguntó mientras se sentaba mas adecuadamente.

    —Mucho tiempo para ti.

    —No siempre cargo el telefono a todos lados.—Respondió Peter girando los ojos ante el nuevo gruñido en la linea.

    —Mentiroso...—Murmuró apenas audible el mayor.—Te estoy esperando para almorzar, Erik pidió pizza para animarte...

    —Estoy en unos minutos.

    —Oye.

    —¿Sí?

    —Te amo.—Dijo antes de cortar la llamada y el menor se estremeció mirando el cielo, la sensación pesada en su vientre se hizo mas ligera y una risa volvió a brotar de su garganta. Dolía, todo lo que estaba pasando era jodidamente doloroso pero había algo mas...

Al regresar a la mansión vio la mesa llena, Logan esperando con una silla vacía a un lado, Erik-o mejor dicho su padre, Ororo, Hank, el profesor, Jean, todos estaban ahí, comiendo y riendo de quien sabe que cosa, menor Logan, su expresión contraída solo escuchando.

Una sensación ligera burbujeo en el pecho del menor, nunca se había imaginado a Magneto y su pareja en la misma mesa, mucho menos se había imaginado a su padre sosteniendo al bebé como si fuera el acto mas natural de la vida. Pero sí lo era, se movió rápido hasta  tras su pareja y le cubrió los ojos con las palmas de sus manos, besando su cabeza y escuchó las risas de fondo de los demás.

    —Eres un mocoso siempre ¿Eh?—Preguntó en broma acariciando las tersas manos del velocista.—Ya siéntate...—Ordenó tirando ligeramente de su mano y Peter se sentó, apoyando su nuca en el firme hombro ajeno, parecía que todos en ese segundo estaban en su mundo, comiendo, charlando.

    —Llegas tarde...—Le codeó Kurt mientras le pasaba un plato lleno de pizza.—Guardé para ti.

   —Gracias...—Susurró sacando una rebanada.

    —¿Porqué estas tan tenso?—Preguntó Logan sobre su oido, acariciando constantemente la cadera ajena.

    —No sé a que te refieres.

    —Puedo sentirlo...—Aseguró mirando la marca de la mordida en el cuello del menor, dando un disimulado beso que hizo al peliplata estremecer.

    —Ya estoy mejor...—Murmuró y se giró robando un corto beso a sus labios.

Dos años después.

Peter estaba nervioso en todo sentido de la palabra, andar en puntillas por así decirlo teniendo a Logan viviendo con él era difícil en muchos sentidos, habían acordado vivir en la mansión debido a que Logan trabajaba como profesor y Peter podía obtener trabajos casuales con los X-Men.

Ocultar cosas al mayor era difícil, mas que nada casi imposible, culpaba a su vinculo por delatarlo cada vez que un secreto se deslizaba por sus labios, pero esto era mas grande, había pedido ayuda a Kurt principalmente para que todo saliera en orden.