Cristales rotos

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Y, tras ella, llegaron muchas más.
Nunca lo había visto llorar...no sabía cómo reaccionar.

JIHYO- ¿S; Suga?-él levantó el rostro. Tenía los ojos rojos y llenos de lágrimas.

SUGA- ¿Por qué nadie me quiere, Jihyo? ¿Por qué todos quieren hacerme daño? ¿Por qué tengo que sentirme como una mierda siempre?-el llanto se descontroló. Sus lágrimas caían sin parar de sus ojos. A Jihyo solo se le ocurrió abrazarlo y decirle frases tranquilizadoras para que se relajara.

JIHYO- Hay mucha gente que sí te quiere y no te quiere hacer daño...yo te quiero; eres mi primo...-frotó su espalda suavemente para relajarlo, pero él seguía llorando. Aquello hizo que Jihyo se sintiera mal-No llores...no quiero volver al hospital, Suga...no me gusta verte allí...-se apartó y lo miró a la cara. Él bajó la cabeza y ella se la subió-Prométeme que no volverás al hospital.

El chico dejó de llorar y la miró apenado.

SUGA- Sabes que no puedo hacer eso...no lo puedo evitar, Jihyo. Siempre me siento mal conmigo mismo. Siento que no debo estar en este mundo, y nadie me quiere ayudar...eres la única que viene a consolarme siempre-sorbió la nariz.

JIHYO- Quiero ayudarte...quiero llevarte a un especialista, Suga...pero mi madre no puede...y yo tampoco-bajó la cabeza.

SUGA- ¿Tu madre no puede?

JIHYO- No...ya sabes que después de que mi padre muriera le ha costado mantenernos a las dos con un solo sueldo...no podría pagar un psicólogo.

SUGA- Entiendo...no es tu culpa-suspiró.

JIHYO- ¿Sabes qué te digo, Suga?-la miró extrañado-Va a haber más de una persona que te quiera y se preocupe por ti. Cuando llegues el lunes a clase, habrá cuatro personas más.

SUGA- ¿Cómo se llaman tus amigos?-sonó más animado, por lo que Jihyo se alegró y sonrió.

JIHYO- Pues son dos chicas y dos chicos...

SUGA- ¿Dos chicas?

JIHYO- Sí, pero no te emociones, que ya están ocupadas-él sonrió y eso la animó a seguir-sus nombres son TN, Chaeyoung, Jimin y RM.

SUGA- ¿RM? ¿Ese es su nombre de verdad?

JIHYO- Bueno...todo el mundo lo llama así, pero su nombre real es Namjoon.

SUGA- Ah...y en todo caso, tres chicas...

JIHYO-¿T; tres? -se sorprendió.

SUGA- Bueno, no sé...Jimin es un nombre de chica-Jihyo comenzó a reír a carcajadas.

JIHYO- No, Suga...Jimin es un chico...qué tonto que eres-se retiró una lágrima que le ha a salido de la risa y volvió a mirar a Suga a la cara.
Estaba sonrojado. Le había dado vergüenza aquella confusión.

SUGA- No soy tonto...Jimin también es un nombre de chica...

JIHYO- Supongo...-vio que él se ponía serio y eso la preocupó-¿Qué pasa?

SUGA- No, nada...

JIHYO- ¿Te puedo hacer una pregunta?

SUGA- Ya me la has hecho...

JIHYO- ¿Tu madre no se da cuenta de que estás volviendo a...? Bueno, ya sabes.

SUGA- No sé...si se da cuenta, le da igual.

JIHYO- Pero...¿ella está bebiendo otra vez?

SUGA- Yo...no estoy muy seguro, pero el otro día, antes de encerrarme en mi habitación, vi una botella de alcohol en la ventana de nuestra casa. No sé si era de mi madre, pero la verdad es que estoy sospechando...y no quiero volver a pasar por eso-suspiró.

JIHYO- No vas a volver a pasar por eso...mi madre me dijo que si ella volvía a recaer, tú vendrías a mi casa y ella ingresaría en un centro de desintoxicación-lo tranquilizó y sonrió al ver que él le devolvía el gesto.

SUGA- ¿Y de dónde sacaría tu madre el dinero para el centro de desintoxicación?

JIHYO- Lo pagaría tu madre con sus ahorros. Ella dice que lo hablaron y estaba de acuerdo.

SUGA- No quiero ser cruel...pero me gustaría ir a tu casa...lo necesito. Sé que si me quedo aquí solo acabaré pensando cosas que...bueno, me llevarán al hospital otra vez...

JIHYO- Eso no va a pasar...-se escuchó un golpe que venía de la planta de abajo: un cristal roto.

Jihyo y Suga se asomaron por la puerta para escuchar mejor.

¿?- ¡No pienso hacer eso!-al escuchar aquella voz, Jihyo pudo reconocer a la madre de Suga.

##- Tienes que hacerlo...por su bien.

JIHYO- *Esa es mi madre...¿qué tiene que hacer? *

¿?- ¡Dejarlo contigo no es la solución! ¡No quiero!

##- Ya hablamos de esto antes y estabas totalmente de acuerdo...¿¡qué te pasa hora!? ¡No puedes dejar que el niño vuelva a sufrir por tu culpa! ¡Tienes que entenderlo!-Jihyo quería seguir escuchando, pero no pudo, ya que alguien la arrastró de nuevo al interior de la habitación.

Suga tenía la respiración acelerada y sujetaba su muñeca con fuerza.

JIHYO- ¿¡Suga!? ¿Qué te pasa? ¿Estás bien?-se giró y lo miró a los ojos.

SUGA- Mi madre...ella ha vuelto vuelto a beber...

JIHYO- Traquilo, vendrás con nosotras.

SUGA- No podré...ella no quiere que me vaya a vivir con vosotras.

JIHYO- No seas estúpido. No va a ser lo que ella quiera esta vez...mi madre no volverá a cometer ese error-un fuerte ruido se escuchó en la planta de abajo. Alguien había caído al suelo, y antes de eso, otro cristal roto.

Suga y Jihyo miraron asustados hacia la puerta. Alguien estaba subiendo las escaleras lentamente, con respiración entrecortada. Sus pasos eran lentos pero firmes. De vez en cuando se detenían, pero en seguida volvían a escucharse.
El corazón de Jihyo latía a mil, y su respiración estaba acelerada. Todo se paró a su alrededor. Solo veía la puerta. Solo escuchaba esos pasos. No era capaz de producir ningún sonido...ni siquiera podría correr. Estaba paralizada; asustada.

¿Algo más?---Jimin & TNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora