💚PurpleGreen💜

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✧.*ೃ༄ Vegetta's Heart:

—¡Willy, un tornado!

Exclamó el pelinegro mientras corría hacía su mejor amigo y lo sacudía por sus hombros para sacarlo de su trance. Estaba desesperado, y no quería que algo le pasara a ambos.

Una vez que logró sacarlo de sus pensamientos, lo tomó por su mano y se adentraron al sótano que tenían en su casa. ¿Cómo rayos era posible que un tornado se diera en el bioma donde estaban? Willy se encontraba completamente sorprendido, no procesaba correctamente lo que había visto, hasta que por fin reaccionó.

—¿Viste eso Vegetta? ¡Era un tornado!

Exclamó entre risas el de ojos verdes, mientras el pelinegro le veía molesto, con sus brazos cruzados a la altura de su pecho. A él no le parecía divertida dicha situación, y que su compañero se lo tomara como un chiste, le cabreaba más.

─Deja de reírte, por Dios Willy, pudo pasarnos algo grave.

Dijo con su ceño fruncido y un tono de voz serio. El de hebras blancas notó esto y dejó de reír, sólo para agachar la cabeza y jugar con sus dedos.

─Lo siento Vegetta, es que, fue divertido..

Musitó con voz baja, podía sentir aún la mirada fulminante del mayor, sobre su persona y eso lo estaba poniendo sumamente nervioso.

—No fue para nada gracioso, por favor Willy, deja de comportarte cómo un crío, es molesto.

Soltó sin medir la magnitud de sus palabras, y vio como la expresión en el rostro de su mejor amigo, cambiaba a una de tristeza. Fue ahí cuándo notó que se había excedido con lo que había dicho, por lo que suavizó su mirada y lo abrazó.

—Perdón, Willy, me refiero a que, me muero si te pasa algo o te pierdo.

Sus brazos rodeaban el cuello ajeno y una vez que sintió como este correspondía, cerró sus ojos, era reconfortante sentir la calidez del cuerpo ajeno.

El tiempo pasó después de aquél suceso, ambos salían juntos, pasaban más tiempo del normal al lado, estaban para cada momento de su vida, risas, llantos, peleas y caídas, se complementaban. Lo que cierto pelinegro no sabía, era que el corazón de aquél chico de ojos verdes, latía por él, Willy se había enamorado de Vegetta y todo lo que podía hacer, era callarlo, o eso pensaba hasta que tomó la decisión de demostrarle sus sentimientos, con cosas sutiles, poco a poco.

—Vegetta mira, ¿No se ven lindos acaso?

Señaló a una pareja que iban caminando de su mano, mientras compartían un paraguas, debido a la lluvia que había comenzado a caer. Willy tenía la esperanza de que Vegetta captara y le llenaba de ilusión, pensar que tal vez, podía hacerlo con él.

—Pff, que tonterías.

Soltó sin más mientras abría su paraguas y se disponía a caminar, dejando a un chico de ojos verdes atrás suyo. Este se estaba mojando, iba con su cabeza agachada, en rotundo silencio, se sentía triste, podía sentir como algo en su pecho se rompía poco a poco.

Vegetta definitivamente no lo veía con los mismos ojos que él lo ve. Los días pasaron, Willy se estaba cansando de demostrar su amor por su mejor amigo, pues le dolía cada vez que era rechazado, ignorado o simplemente sus sentimientos eran tomados cómo un chiste.