Narra Kate:
Buenos días martes. Quiero que acabe esta semana. No, mejor dicho, quiero que acabe este mes. ¡Quiero que sea Navidad! Mi cumpleaños es el 25 de diciembre y aún no sé qué hacer. Se me va a hacer tarde para planear algo, como siempre. Soy un desastre para estas cosas. Hasta viviendo cerca de mis amigos, acabamos sin vernos en Navidad.
Mi madre: ¡Kate, deja de escribir y ven a desayunar! - gritó mi madre desde la cocina.
Siempre estoy escribiendo. La verdad es que en mi tiempo libre o escribo o canto, tengo un verdadero amor a la música. Es algo que me puede por instinto desde que nací. No quiero dedicarme a otra cosa. Taza de cereales como siempre.
Yo: Adiós, mamá. Adiós, papá. Me voy. - dije después de vestirme.
Mi madre: Te acompaño.
Yo: No, mamá. Esta aquí al lado. A 10 minutos.
Mi madre: Es mejor en coche.
Yo: Vale...
Cogimos el coche. Mi madre siempre hace lo mismo, pero la verdad es que no es algo malo, no me molesta. En fin, soy hija única, ya me ocuparé de mí misma cuando sea más mayor. No tengo prisa. Llegamos al colegio.
Mi madre: Vendré a por ti a la salida.
Yo: Vale.
Me di la vuelta y mucha gente miraba. Se acercó una de mí clase. Estelle, mejor amiga de Nataly.
Estelle: ¿Qué pasa, Kate? ¿No tienes piernas ni pies?
Yo: Sí. ¿No las ves?
Estelle: No las veo. No las usas. Eres demasiado vaga.
Yo: No me tienes que decir lo que debo hacer con ellas.
Estelle: A veces eres muy cortante. Muy seria. Muy... reservada.
Yo: Eso es mentira. - le miré mal y fui a clase.
¿Por qué dicen que soy reservada? No entiendo porqué pero a veces me planteo que quizá lo sea. Sobre lo de mis piernas, creo que no es nada malo que tu madre te traiga al instituto. En fin, Estelle nunca ha tenido nada contra mí, nos conocemos desde pequeñas en el colegio y ahora en el instituto no hemos empezado con muy buen pie. Era la tercera vez o así que hablaba con ella.
Abrí mi taquilla. Tengo que coger Filosofía e Historia para las dos primeras horas. ¿Dónde están las chicas? No las veo por el pasillo. A lo mejor están... Oh, dios. Alarma, Harry Styles entrando por la puerta blanca y grande. Lleva puesta una sudadera de color lila y unos vaqueros. El pelo despeinado de buena mañana y unos zapatos que parecían botas negras. Anda a un paso lento y lleva una sonrisa en la cara. Sus rulos se mueven al mismo tiempo y ríe con sus amigos. Que guapo es. No estoy loca ¿vale? Solo intento tener información para ayudar a Lea a vigilarlo. Se acerca. Kate, busca en tu taquilla. Tengo que hablarle, es el momento.
Yo: Harry. - le llamé cuando ya había pasado de largo. Se giró.
Harry: ¿Sí? ¿Kate?
Yo: ¿Has visto a tu hermana y a las demás chicas? - excusa perfecta.
Harry: A mi hermana no la he visto esta mañana... - que raro. - A las demás tampoco.
Yo: Vale, gracias. - se fue sonriendome. Me encanta su sonrisa. Pero no me gusta.
¿Harry y Lea no se han visto esta mañana? ¡Pero si viven en la misma casa! Soy muy curiosa y me gusta Sherlock Holmes. Es hora de investigar, Kate.
Hora de clase. Filosofía, es decir, hora de dormir. Creo que es una clase dónde te cuentan pensamientos de gente de hace siglos y no me gusta. Yo tengo mis pensamientos y no me interesan los filósofos. Creo que no soy de letras pero tampoco de ciencias. Bueno, estamos en segundo, tengo tiempo para pensar lo que hacer. No entiendo porque en Inglaterra tenemos que estudiar tan pronto filosofía.

ESTÁS LEYENDO
The Worst
FanfictionDos hermanos que nacieron el mismo día, los hacen llamar los hermanos Styles y no por su "estilo" sino por su apellido. Lea y Harry Styles. Desde que nacieron el 1 de febrero se han llevado mal y se han tenido que aguantar, no solo en casa, sino en...