Wigetta//Quiero volver a intentarlo-Parte 2

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Narra Samuel

Sacudí las llaves en mis manos, dudaba en abrir o no la puerta, me alejaba un poco con ganas de irme de ese lugar pero no podía. Apoye mi frente en la puerta, la gente que salía de sus departamentos me miraban extrañados, simplemente suspiraba y pensaba si era lo correcto el haber venido hasta aquí.

-¿Qué sucede?-La voz de la pequeña que estaba a mi lado me saco de mis pensamientos.

La mire y le conteste.-Nada.-Volvi  mi vista a la puerta.

Hace más de 5 minutos que estábamos parados en ese pequeño corredor.

-Samuel.-Una voz que era muy familiar hizo que desviara mi atención y ladear la cara para encontrarme con él. Tenía su típico buzo de color rojo , unos jeans oscuros y unas zapatillas de color negro , seguía teniendo esos pequeños ojos que me volvían loco pero parecía mas pálido que de costumbre además de que su cara estaba más delgada , entonces era verdad lo que me conto Frank.

-! Papi ¡-Grito Shamanta corriendo hacia él para abrazarlo.

El soltó las bolsas de compras que traía, para agacharse quedado de rodillas sobre la alfombra y correspondiendo el abrazo de la pequeña.

-¿Shamanta eres tú?-Le pregunto mientras las lagrimas corrían por su rostro.

Ella se alejo un poco y lo miro a la cara, asintiendo -Si lo soy. Te extrañado mucho.- volvió abrazarlo, las lagrimas no tardaron en salir de sus ojos y mojar su pequeña carita.

-Yo  también te extrañe mucho.-Dijo él, entre sollozos.

Se quedaron unos minutos abrazados, hasta que decidí ir a donde estaban ellos y tomar las bolsas que estaban en el suelo, las demás personas que vivían en el edificio querían pasar y ellos no se lo permitían, lo mejor era que pasáramos al departamento. Toque el hombro de Willy para que me mirara y hice una pequeña señal con los ojos para que se levantara así pasáramos dentro, él entendió.

Una vez dentro deje las bolsas de compras en la cocina mientras que Guillermo y Shamanta se sentaban en el sofá, ella tenía muchas cosas que contarle. Puse las cosas sobre la encimera, di unos cuantos pasos para atrás topándome con la mesada, me quede apoyada sobre ella, necesitaba calmarme, todo mi cuerpo temblaba hace mucho tiempo que no lo veía y me había prometido a mismo que me olvidaría de él para empezar de nuevo, pero esas ganas de hacerlo mío no se habían ido. Estuve un buen rato en la cocina hasta que me decidí a salir, ellos estaban en el sofá riendo, hace mucho no veía esa gran sonrisa y esos ojos llenos de brillo en Shamanta.

Me acerque a sofá sentándome al otra lado de donde se encontraba la pequeña, estuve largo rato escuchando como los conversaban enérgicamente, no quería hablar simplemente me bastaba escuchar sus voces alegres, era como retroceder en el tiempo antes de que Willy y yo nos separáramos.

-Iré a buscar algo para tomen-Escuche decir a Guillermo mientras se levantaba pero al llegar a la entrada del corredor, vi como se tambaleo, baje rápido para llegar a él y lo sostuve antes que cayera al piso, al instante se incorporo para alejarse de mí. Supongo que fueron demasiadas emociones.

-¡Papi! ¿Estás bien?-Le pregunto Shamanta mientras que bajaba de un tirón del sofá, acercándose a nosotros.

-Si estoy bien.-Se agacho a la altura de la niña para acariciar su mejilla.-No es nada-Ella sonrió y pensó unos instantes.

-Tal vez tienes hambre, ¿No quieres que yo y papá hagamos algo para que te sientas mejor?-Shamanta me miro llena de ilusión.

-Supongo que podemos-Solté torpemente.Shamanta tomo la mano de Guillermo para arrastrarlo a la cocina, asiendo una seña para que los siguiera. Ella sentó a Guille en una de las sillas que estaban junto a la encimera, yo revolví las bolsas que el trajo para ver que había comprado.

Quisiera no necesitarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora