Quisiera no necesitarte

Wigetta// Cambio de roles -Lemon-

AVISO ESTE CAPITULO NO APORTA MUCHO A LA TRAMA (SOLO LAS ORACIONES FINALES)  Y SOLO ES PARA DARLE UN POCO DE LEMMON.

Narra Guillermo

Me desperté escuchando una voz y por la intensa luz que entraba en el cuarto del exterior, me removí estirando mi brazo para encontrarme con que mi pareja no estaba, abrí los ojos para desperezarme y levantarme de cama. En ese momento me di cuenta que estaba totalmente desnudo, vinieron a mí los recuerdo de la noche anterior que eran  de Samuel haciéndome el amor, desde que nos encontrábamos de luna de miel, el simplemente no se contenía. Suspiré y recogí mis calzoncillos del suelo para ponérmelos, salí en busca de mi amante, camine del pasillo hacia la sala donde lo vi  hablando por teléfono, dándome la espalda, apoyado en la isla de la cocina, solamente en bóxers igual que yo.

Podía sentir el olor al mar que entraba por las grandes ventanas. Decidimos pasar la luna de miel en San Sebastián en la plata de La Choncha, planeamos todo para no estar muy lejos de Shamanta ya que si le pasaba algo sería más fácil volver hacia Madrid a que salir del país y regresar, era un departamento demasiado grande la sala y cocina tenían el tamaño de una habitación de nuestra casa y ni hablar del dormitorio que en la cama entrabamos mínimo 5 personas, el baño era todavía más grande, todo decorado con muebles blanco y negro. Me sonroje al recordar que habíamos hecho el amor en casi todos los rincones del departamento.

-No ahora el está durmiendo.-Escuche decirle a la persona que estaba al otro lado de la línea. ¿Estaba hablando de mi?-Si yo también te extraño.- ¿Extrañar? ¿Con quién estaba hablando? Fruncí el seño y me acerque lentamente para oír mejor.-Volveremos en unos días así que pórtate bien mientras no estoy.-Rio al decir eso.-Claro. Nos vemos dulce. Te amo.-Me di cuenta era una mujer por la forma que la llamo.-Si adiós.-Corto el móvil y se dio vuelta, en ese momento se di cuenta de mi presencia, me sonrió para luego acercarse a mí.

-Ahora iba a reunirme contigo.-Dijo pasando sus brazos por debajo de los míos, y cruzándolos en mi espalda dándome un corto beso.

-Me desperté y no estabas.-Le dije una vez que nos separamos, poniendo mis manos en su pecho, jugando con su bello.

-Sí, justo a sonado mi móvil y me levante a atender.- Miro hacia la isla donde dejo su teléfono.

-Si te escuche ¿Quién era?-Le pregunte.

-Era Sam. Quería saber como estábamos.-Me sonrió. ¿Era nuestra hija? Me sentí mal por desconfiar de pero ahora estaba pensando en otra hace ya 4 días que no vemos a la niña , la extrañaba demasiado , quería traerla pero sus abuelos insistieron que necesitábamos un tiempo para nosotros y Samuel también pensaba lo mismo.-¿Qué sucede?-Me pregunto mi pareja haciendo que saliera de mis pensamientos.

-Nada solo que…-Suspire y apoye de lado la cara en su pecho.-Que extraño mucho a nuestra hija.- Empezó a acariciar mi espalda.

Suspiro.-Lose.- Sabia que era un viaje para nosotros dos para que recuperemos la intimidad como pareja, pero seguía necesitando nuestra tercera pata, al principio tal vez no la quería adoptar y lo acepte solo por complacer a Samuel, sin embargo se termino ganado mi corazón.- ¿Qué te parece si, para que te animes, salimos esta noche a un bar , bailamos y tomamos?- Se formo una sonrisa picara en su cara.

-¿Eso es una invitación romántica para ti?-Reí.              

-Que puedo decir soy todo un galán.- Dijo entre risas.

Levante la cara para verlo.-Por eso te amo.- Le Sonreí.

-Y yo a ti.- Acerco sus labios a los míos.

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Samuel me acorralo contra la puerta del departamento, besándome desesperadamente, sus manos intentaban penetrar mi camisa y las mías sostenían cada lado de cara atrayéndolo hacia mí, puso su pierna entre las mías haciendo presión en mi miembro, solté un gemido que fue ahogado por sus labios. Después de darnos una ducha juntos, salimos a cenar en un bar de la zona, bebimos bastante y a Samuel le había hecho bastante efecto porque antes de que pudiéramos entrar al departamento me empotro con sus labios contra la puerta, se notaba desesperado por hacerme suyo.