Capítulo 10

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Nada más despertar, marqué el número de mi madre.

- ¿Si?

- Mamá, ¿que ocurre por que te fuiste sin despedirte?

- Hija la abuela tenia unas pruebas, los médicos creían que tenia un cáncer.- Mi corazón dio un vuelco.- por eso salí tan urgentemente, afortunadamente ha sido una falsa alarma.- esta vez mi corazón saltó de alegría.

- Que bien, que susto me he llevado por un momento mamá, ya me quedo tranquila,  cuando vuelvas me cuentas mas detalladamente ahora tengo que ir a clase, dale besos a los abuelos de mi parte.

- Por supuesto hija, que vaya bien.

Dejé el móvil sobre la mesita de noche y fuí al baño a ducharme, cuando acabé me vestí, cogí la mochila, bajé cogí una manzana para el camino, le dí los buenos dias a papá y salí al instituto.
Como siempre me gusta ir andando, salgo un poco antes para que me de tiempo a llegar, mientras me comía la manzana iba escuchando a Hailee Steinfield, Wrong Direction, la brisa mañanera me relajaba y el sol de miami me pegaba en la espalda y me mantenía en calor, haciendo agradable el camino a clase.

[...]

La mañana pasó normal, ni rápida ni lenta, hoy no ví a Jackson en clase y no me molesté en preguntarle a Mad por el, lo último que me falta ahora es que ella crea que el me importa y le dé mas hincapié al tema. Al llegar a casa papá no estaba, pero dejó una nota en el frigorífico.

Hoy trabajo hasta tarde cariño, te he dejado el almuerzo hecho y dinero en la encimera para que pidas pizza esta noche, llama a Mad para que no pases el día sola. Besos, papá.

Pues nada, a ver los simpsons en pijama se ha dicho y a comer en el sofá. Más tarde le pondré un mensaje a Mad para que de venga.
Saqué los macarrones con queso del refri y los metí en el microondas un par de minutos, mientras se calentaban puse la mesa, cuando pitó el microondas saqué los macarrones y los llevé al salón, los dejé sobre la mesa y subí a cambiarme, a ponerme el pijama mas comodo que tenía, bajé las escaleras y me senté en el sofá con las piernas cruzadas y empecé a comer tranquilamente mientras veía los simpsons, adoro estos momentos a solas.
Cuando acabé recogí las cosas y las metí en el lavavajillas, volví al salon y me tumbé en el sofá mientras le mandaba un mensaje a Mad diciéndole que se viniera a casa en una hora, ella me respondio con un okey y una carita sonriente.
Salí del chat de Mad y entré en el de Jacob, le pedí quedar en 20 minutos ya que tenía que hablar con él, este respondió al momento con un vale, en el parque donde te pedí salir.

Muy bien Jacob, se me hará el doble de duro  mandarte a la friendzone.
Suspiré y dejé el móvil sobre la mesa, subí a la planta de arriba y me duché, no me molesté en coger ropa interior porque estoy sola en casa y sí es la segunda vez que me ducho hoy, tuve gimnasia y no me apetece mandar a la friendzone al chico que me ha gustado desde que era una renacuaja apestando a sudor.

Salí de la ducha y me envolví en una toalla, salí del baño para entrar en mi cuarto y me vestí con algo cómodo, algo ideal para romper.

No trato de sonar insensible, solo quiero añadirle algo de humor al tema, no me juzguen, es mi forma de afrontar las rupturas.

Salí de casa y miré mi reloj e iba puntual, faltaban cinco minutos y en cinco minutis llegaría.

Me aplaudo mentalmente.

Ya veo a Jacob, he estado todo el camino pensando que decirle y creo que ya lo tengo controlado.

- Hola Jacob.- Me acerqué a darle dos besos y esté intentó besarme, pero le puse la mejilla.

- Hola Kourt.- Sonó algo preocupado.- ¿Todo bien?

- No, mira voy a quitar la tirita rápido.

Este se rió por mi comentario.

- Está bien, dime.- Dijo el con la sonrisa en la cara tratando de no parecer preocupado, ay Jacob, si no te conociera tal vez me lo creería.

- No debemos seguir juntos, no quiero que pienses que es porque ya no me gustas, es que simplemente no puedo volver a intentar una relación a distancia y tu en unos dias te vas y quién sabe cuando nos volveremos a ver, Wisconsin no está precisamente cerca de Miami y de verdad que lo siento, si en un futuro vuelves para quedarte, si ambos seguimos queriendo podemos volver definitivamente, me duele en el alma tener que volver a hacer esto, pero es lo mejor.- Mi voz sonó rota y efectivamente algo dentro de mi se acababa de romper un poco más.

- Oh, vaya, me lo esperaba pero preferia descartarlo, soy un iluso.- Dijo mirando hacia bajo, jugando con sus manos tratando de que no viera que se le habían saltado las lagrimas, pero en su voz se notaba el nudo en su garganta.

- Eh no, no lo eres.- Le agarré del mentón suavemente y levanté su cara, mi corazón se encogió al verlo llorar y sin evitarlo se me saltaron las lágrimas a mi tambien.

- Lo entiendo Kourt, tranquila, es normal que ocurra me lo esperaba, solamente... nose creí por un momento que tal vez podría ser.- Hizo un puchero y se limpió las lágrimas del rostro y sin poder evitarlo le abracé y ambos nos desahogamos lo que llevábamos guardando tanto tiempo.

- Lo siento de verdad, no olvides nunca que te quiero y que pase lo que pase siempre estaré aqui para lo que necesites.- Aflojé un poco el abrazo para poder verle la cara.

- Lo mismo digo, ya sabes que siempre serás tú la dueña de mi corazón.- Lo abracé por última vez y deshice el abrazo.

- Tengo que irme, he quedado con Mad, prometeme que te despediras antes de irte a Wisconsin Jacob.- Dije con la voz entrecortada.

- Te lo prometo bonita.- Besó mi frente con un sentimiento con el que jamás me habían besado, yo solo cerré los ojos para grabar este momento en mí.

- Adiós Jacob.- Sonreí como pude.

- Adiós preciosa.- Me devolvió la sonrisa y me fuí.

De camino a casa me contuve a romper en llanto, no quería que Mad se preocupara cuando me viera.

Abrí la puerta de casa y entré al baño de la planta baja a lavarme la cara.
Me senté en unos de los sillones de la sala de estar y me quedé dormida sin darme cuenta, hasta que sonó el timbre de casa.

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