No escuches

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Ruby lo sabía incluso antes de comenzar, aquello no sería más que una aventura donde su corazón sin duda perdería y todavía así, no pudo detenerse al confesar lo que sentía; de pedirle a aquel hombre que aunque fuera una sola vez estuviera con él como si de verdad lo amara.

No quiso escuchar, no quiso ver la realidad y ahora estaba pagando el precio tan alto de sus decisiones; no es que alguien sospechara de lo que había ocurrido en ya dos ocasiones sin embargo su alma era consciente de que mentía, a sus padres y a Sapphire.

Y a pesar de ello, no se sentía arrepentido, tal vez existía un poco de remordimiento pero si por él fuera volvería a cometer aquel pecado que dejaba heridas abiertas en su alma.

Mira a su lado donde un dormido Steven se encuentra, las marcas de las lágrimas están presentes en él haciendo que sienta el corazón en un puño.

Fingió no escuchar su llanto, de que aquel acto no perforaba cada parte de su ser.

-Wallace...

«No escuches».

El pensamiento llega con rapidez al mismo tiempo que sus manos cubren sus oídos, y las lágrimas caen sin que pueda evitarlas; porque duele, en su cuerpo, en su corazón y en su alma.

El dolor se expande engullendo cada parte que tiene infectada de amor por aquel hombre de cabellos plata, porque aquel sentimiento que tiene cuando están juntos no es más que un espejismo de felicidad que él sabe que no durará más allá de los segundos en que la mente de su rival no aparezca como un fantasma rondando por el mundo de Steven.

Se abraza a sí mismo, intentando sin éxito controlar los espasmos que su cuerpo emite. Si el hombre acostado a su lado despierta y lo encuentra así, es consciente de que se irá para no regresar; que perderá esos momentos donde se siente amado y no quiere que eso suceda. Porque a pesar de todo, prefiere esas pequeñas migajas de amor a tener que observarlo de lejos, porque en el fondo espera que su amor alcance a tocar al menos una vez a Steven.

Pero lo que Ruby no ve, es que su acompañante observa su espalda temblorosa; que se culpa a si mismo por darle esos sentimientos de dolor sin poder compensar todo el daño que le está causando y que la decisión que tanto teme está ahora en la mente del mayor.

Y Steven cierra los ojos mientras le ruega a sus oídos detener el flujo de los sonidos; que su cerebro borre la imagen de aquel chico de su mente y así poder evitar el dolor que se está expandiendo en su ser.

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