Malestares y noticias

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Hogwarts estaba cerca por fin de las vacaciones de verano, algo que tenía a todos los alumnos ilusionados con el hecho de terminar los exámenes y los trabajos de escuela antes de poder ir con sus familias.

Draco cumplía dos meses de embarazo y aunque los malestares habían disminuido, no estaba del todo bien, más aún con los nervios de la graduación, tanto él como Harry habían acabado sus estudios y tenían planeado estudiar una especialidad en el colegio de aurores, Harry en la unidad de choque y él como pocionista.

- ¿Enserio te gusta tanto?

- Claro que si- decía Draco mientras llenaba su solicitud- aunque- se detuvo- pienso que debería de esperar un año

- ¿por qué cielo?

- Para poder cuidar al bebe, no me gustaría dejarlo mucho al cuidado de una niñera o algo así- dijo algo preocupado y Harry sonrió

- serás una mamá maravillosa- dijo riendo y dándole un beso en la mejilla

- gracias

- De nada, sabes que es la verdad cielo

- Por cierto ¿cuándo les diremos a mis papás? - dijo mirando a su amado, que tragó saliva y dirigió su mirada a la ventana más cercana, ya había atrasado la noticia y si no les decía, para cuando salieran de vacaciones el embarazo ya empezaría a mostrarse, lo cual sería aún peor

- Ahhh si... debería de decirles... ¿qué tal en dos semanas?

- ¡Harry!- le reclamó- este fin de semana

- ¿qué?

- Este fin de semana o me iré a mi casa a dormir- sentenció y Harry se puso pálido, luego hizo ojitos de cachorrito- ah ah, no leoncito, quedamos que tu les ibas a decir, tú mismo lo dijiste, cielo

- Ahhh sí, yo mismo firme la sentencia de muerte- dijo en modo dramático, golpeándose la cabeza contra la mesa un par de veces, Draco sólo se rio un poco y le acarició el cabello.

Ese mismo día Harry les escribió una carta a los Malfoy, invitándolos a comer a una de las casas que había heredado, el que planeaba fuera su hogar junto con Draco, era una sorpresa, incluso para su prometido, la había mandado limpiar, amueblar y adornar para los gustos de su futuro esposo, pidió un banquete para que Draco no tuviera que cocinar, aunque el rubio insistía en querer hacerlo y claro, las hormonas habían hecho su parte y ahora no le hablaba.

- Cielo...- dijo Harry mientras Draco le daba la espalda y se cepillaba sus rubios cabellos- amor, por favor, sólo no quiero que te canses

- ...- no hubo respuesta

- Lo hago por ti, además disfrutarás más la cena si los elfos son los que la sirven

- ...

- Ahhh... ¿te gustaría hacer el postre?

- ¿O sea que sólo te gustan mis postres?- dijo molesto

- Ah, no, no es eso, me... me gusta todo lo que haces, amor, pero no quiero que hagas todo el trabajo tu solo, me preocupo por ti...- dijo abrazándolo un poco y el joven Slytherin se relajó en el abrazo

- ¿Postre entonces?

- Sólo si tu quieres

- Mmm está bien, pastel de mousse de chocolate

- Mmmnnn si, si, si- dijo feliz Harry, dándole besos tiernos en el cuello, pegándose a su cuerpo aún más, recorriéndolo con sus manos, metiéndolas bajo las prendas, sintiendo con alegría cómo el otro le aceptaba y correspondía, para poder entregarse a una dulce noche de pasión.

Mi chico va a ser mamá 2.0Where stories live. Discover now