𝐈𝐧𝐬𝐚𝐧𝐢𝐫𝐞 ;; Chanhun

C a p í t u l o IV.❞

Kyungsoo se mantenía de pie con toda la valentía posible en frente de donde estaba encerrado el payaso, le había traído la comida y de paso se iba a tomar el atrevimiento de saber algo más sobre el joven chico de hoy a la mañana y a quien vio irse un poco aturdido, lo cual por una parte es normal pero igual no estaba demás preocuparse un poco, él como empleado de un psiquiátrico que atiende a los pacientes activamente y que incluso lleva a cabo investigaciones tiene que darse cuenta de las pequeñas cosas que pasan a su alrededor con respecto a la gente, este era un claro ejemplo, ese chico seguramente vendría mañana pidiendo hablar con él, no tenía ninguna duda, y con gusto aceptaría, es lo menos que podía hacer ya que el adolescente no había pedido, tampoco imaginado, ser el hijo de un loco que va matando gente disfrazado de payaso, incluso solo decirlo genera incomodidad a la mente.

El hombre detrás del vidrio miró al psiquiatra sin tocar su comida, ni siquiera se dignó a mirarla, su maquillaje de payaso – con tintas de dudosa procedencia hacía – parecer que sonreía en ese momento pero no lo hacía, estaba serio, con la mirada clavada en los ojos del doctor algo que empezó a poner nervioso al mismo, luego empezó a reír de forma alocada y el sonido rebotaba por las paredes, eso hizo que el ambiente sea más pesado con una mezcla rara entre tétrico y bizarro, sumado a eso el escenario tampoco ayudaba, la habitación que apenas tenía lo necesario para que sea más o menos habitable, era parecida a una celda de prisión vieja a decir verdad.

El loco terminó de reír y tomó una gran bocanada de aire para recuperar el perdido a causa de la risa atragantada, aunque no mantuvo la sonrisa.

– ¿Qué te parece? Tengo un hijo ¿No es genial?

– ¿Con quién lo tuviste?

El doctor preguntaba de forma directa pero se hacía notar la gran inseguridad en la voz, estaba tanteando el terreno, no quería meterse en plena boca del lobo para que el payaso lo tuviera de punto, no le era conveniente por el detalle de que quería vivir y meter las narices en los asuntos de ese recluso particular podía llevar a significar una bala entre las cejas a la salida de tu casa o de cualquier lugar por parte de uno de los secuaces que tenía andando libremente por la ciudad, los cuales se hacían llamar Peones.

Para sorpresa del titulado con honores, el loco se recompuso y mientras que comía a bocados pequeños su cena, empezó a hablar.

– Con una maravillosa mujer a la cual realmente amé, por eso no te voy a decir el nombre, quiero protegerla aunque realmente no sé si está bien, lo último que supe por parte de la familia es que un hombre se la llevó junto con mi hijo, un matrimonio forzado. Supongo que hoy en día no se valoran a personas como yo en el universo de la paternidad.

No tomó ninguna pausa y se esforzó por no hacer gestos que demostraran su estado, pero se notaba el rastro de tristeza y melancolía en las palabras que arrastraba entre bocado y bocado, con cada una Jaebeom dejaba sus sentimientos siendo por primera (y tal vez única) vez que era mínimamente transparente con alguien, podía percibirse cómo se le escapaba el aliento entre cada palabra a la vez que encerraba un profundo dolor lejos en su corazón, donde podía estar seguro y no ser corrompido por nadie o nada.

– Kyungsoo, eres bueno conmigo desde el principio, así que por favor te pido que lo protejas seré loco pero ante todo quiero proteger a mí hijo

El mencionado asintió con firmeza, ya que, se lo pidieran o no, igualmente iba a cuidar de ese chico para que se vea lo menos afectado posible por la estruendosa situación.

Luego de eso, ni hubo habla, Jae comía con paciencia y Kyungsoo lo miraba, el segundo sabía que había algo más para decir, notaba al paciente tenso como si se estuviese guardando algo. Consecuente a eso, se quedó allí dos minutos hasta que el payaso habló.

– Doctor ¿Tiene hijos? Seguramente sí

Tardó un poco en responder, no más que unos segundos. Al final suspiró y dijo: – Tengo uno, es casi de la misma edad de Sehun, tiene 20. 

– Entonces mejor, haz que se conozcan, Sehun está sólo en Nueva York, no le vendría mal un amigo.

El profesional abrió de forma desmesurada los ojos ante aquella proposición y se apuró a negar repetidas veces con la cabeza ya que no le salían las palabras, hacer eso era mandar al pobre ternero de Sehun al medio del matadero, sabía de las nefastas andanzas de su hijo por lugares raros, de mala muerte, y poco convencionales para un menor de edad según la ley. Kyungsoo había intentado sacarle la costumbre, durante año y con más de mil intentos, preso del miedo a que le pasara algo a su amado hijo, pero nunca lo logró, ni siquiera un mísero avance.

– No creo que sea la mejor opción, JongIn es un mal ejemplo él...-

– No te pregunté, te ordené, y espero que lo hagas.

Kyungsoo agachó la cabeza como si lo hubiesen retado, en símbolo de derrota ante el pedido de Jae, lo último que quería era tener problemas oponiéndosele y al final se deslizó de forma silenciosa fuera, posteriormente lejos de la habitación. Mientras tanto el psiquiatra pensaba en cómo iba a hacer para contactar a su hijo, hacía meses que no se hablan, ni siquiera tenía una dirección de mail, él estaba siempre nervioso y había empezado a padecer insomnio lo cual lo llevó a automedicarse, que tampoco era su salida oficial pero sí una efectiva por el momento, lo mataba internamente el pensamiento de que no tenía derecho sobre su propio hijo.

El doctor escuchó un trote ligero acompañado de ruidoso jadeos. Dirigió su mirada hacia el dueño de los molestos ruidos según su perspectiva y en el corredor de los pasillos del Psiquiátrico frenó un chico justo en frente de él, que recuperaba el aire a grandes y pronunciadas bocanadas.

– Llamaron del hospital central, hay un chico, Oh Sehun, se quiso suicidar hoy a la tarde, ya despertó y ordenó que quería hablar con usted.

Ante esas palabras el titulado agradeció rápidamente y se apuró a notificar de su temprana salida, para estar lo antes posible en el hospital. En el camino, pensaba en cómo contactar a su pequeño JongIn.