CRISTALES ROTOS

CAPITULO 4

Golpes físicos

Poniéndome a prueba esa noche en el baño pudo notar cuanto miedo inflingia en mi solo su presencia que por cierto no era nada agradable. Pero eso solo fue el inicio de muchos momentos de pánico que iba comenzar a vivir y que claramente mi cuerpo los iba a revelar con el paso del tiempo ya que no se puede tapar el sol con un dedo por mucho que quieras el sol siempre termina saliendo y su brillo es esplendoroso tanto así que te puede segar.

El primer moretón que me dejó fue solo porque no quise hacer lo que me pedía ya que esta más que claro que solo forzandome haría algo así....me encontraba en la habitación cuando el entro, de inmediato me dispuse a salir de ese lugar pero con ninguna suerte ya que el me tomo del brazo fuertemente arrastradome hacia la pared en donde volví a sentir ese frío recorriendo mi cuerpo, mi corazón se aceleraba cada vez más al igual que mi respiración y como olvidar esas ganas de querer gritar y salir corriendo pero simplemente no podía estaba paralizada cuando empezemos a sentir como su mano subía lentamente por mi muslo deteniéndose en mi cintura mientras me daba un beso en la boca...fue en ese momento en el que puede reaccionar poniendo mis manos sobre su pecho empujándolo hacia atrás y separando su rostro de mi rostro.

Como es de esperarse le molesto mucho eso por lo cual se acercó mucho más a mi dejándome prácticamente sin respirar en contra de la pared y susurrandome al oído: ¡Ya veo que te gustan las cosas difíciles entonces vamos a jugar así! .... mientras me decía eso me apretaba el brazo fuertemente tanto así que me hizo llorar pero todo estaba tan confuso ya que no sabía si lloraba por lo que estaba sucediendo o por el dolor que sentía en el brazo pero lo que si estaba segura era que me sentía muy mal, las lágrimas corrían por mis mejillas no me podía aguantar más.

Luego de eso me solto el brazo se dispuso a salir de la habitación y lo único que hice en ese momento fue agacharme en ese mismo lugar para tratar de calmarme luego de lo que había sucedido y fingir que todo estaba perfectamente bien cuando la realidad era otra muy distinta y es en ese instante cuando ya no me siento yo misma sino otra persona ya que no se trataba de solo fingir ante mi familia sino ante mis amigos ya que al día siguiente no solo tenía colegio sino también un moretón en el brazo que estaba a la vista de todos pero por suerte también existen los abrigos, que mejor forma de ocultar un moretón fingiendo que tienes frío todo el día, un poco extraño pero menos doloroso.