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Hyunjin despertó con una notable mirada aterrada, otra vez el mismo sueño

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Hyunjin despertó con una notable mirada aterrada, otra vez el mismo sueño. Su mente estaba un tanto confundida y su cabeza dolía, no recordaba que había echo, ni cuanto tiempo había pasado de aquello.

Su mirada recorrió la blanca habitación, algo estaba mal: en su habitación no había un sofá, ni las paredes eran lisas y blancas, él tampoco dormía en una camilla con sus manos atadas y una aguja que permitía que un extraño líquido entrara en su cuerpo, ¿qué estaba pasando?

Al mirar por la habitación de nuevo, notó que su primo, Jeongin, estaba con su cabeza y brazos sobre la camilla mientras que su torso en la silla, estaba durmiendo. En el sofá estaba changbin, y en la puerta un sorprendido Yongbok con tres cafés en sus manos.

— Jeongin no puede tomar café, se pone nervioso y paranoico. — Murmuró, viendo al chico fijamente, seguía confundido ¿por qué estaba ahí?

— N...no era para él, era... Para mí. — Soltó, realmente estaba bastante sorprendido, después de una semana al fin despertaba, quizás necesitaba un descanso largo de toda la mierda que pasaba.

— Beber mucho café te hará mal, pero en fin. ¿Y mamá? Oye, ¿desde cuando eres tan alto? — Era como si su dolor borrara los malos recuerdos, como si reseteara su cabeza y creara recuerdos que jamás existieron por solo unos minutos, hyunjin jamás pensó que amaría esos minutos con su vida entera. — ¿Por qué estoy aquí, pasó algo malo? ¿Por qué estoy con las manos atadas? Tú cara, ¿Por qué te sorprendes? — El pelinegro se estaba empezando a alterar, tanto que la maquina que indicaba sus latidos comenzó a hacer un extraño pitido, su corazón estaba alterado y se encontraba preocupado, yongbok lo notó, y se acercó a él dejando los cafés en la mesa frente la camilla, acercándose y tomando las mejillas ajenas, sobando estas, tratando de relajarle mientras sonreía.

— Tranquilo, todo está bien, todo estará bien. — Yongbok trató de tranquilizarle, mirándole y haciendo que el ajeno le mirara. — ¿de verdad no recuerdas nada, Jinnie? — murmuró, un tanto apenado, no quería que despertara de aquella ilusión, ni hyunjin tampoco quería despertar... Pero debía hacerlo, debía despertar aunque eso doliera. — Jinnie, tu madre...

Como si de un golpe se tratara, hyunjin despertó de su ilusión y nuevamente esa mirada triste y aquella sonrisa murió antes de nacer de nuevo. Hyunjin recordó todo con enojo, entendiendo que jamás iba a poder volver con mamá, no podría volver a estar con ella aunque fuera lo que más deseaba en toda su vida.

Sintió unas manos en su hombro aparte de las que estaban en su mejilla, miró hasta la persona dueña de aquellas, era su primo, quien se encontraba llorando de felicidad al verle despierto, sin notar lo destrozado que estaba hwang en esos momentos.

— Dios, hyunjin que susto nos diste... — Jeongin habló sollozando con fuerza, le alegraba tanto que su querido primo estuviese con ellos, lastima que en ese momento solo estuviera en su cabeza el echo de que hyunjin estaba vivo.

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— ¡Jinnie, jinnie, mira ese, podrías regalarle eso, le gustan mucho. — Hyunjin hizo una mueca al ver la tienda, miró al pelinegro a su lado, confundido. ¿Realmente al chico de pecas me gustaban esas cosas?

— Jeongin, es una tienda de lencería. — Comentó bastante confundido, jeongin asintió eufóricamente, no parecía broma, suspiró y luego se encogió de hombros, asintiendo y caminando con su primo hacia aquella tienda, el trato era que Jeongin eligiera los regalos y él pagaría, pero jamás pensó que irían a cinco tiendas diferentes y en todas compraría algo tanto para él como para Yongbok.

Hace unos días había salido del hospital, estaba un poco más animado gracias a todo el apoyo de sus cercanos y la insistencia de estar con él en todo momento, en cierto modo le abrumaba, pero también le hacía un poco feliz que las personas se preocuparan por él, una pena que su madre no pudiera estar ahí con él.

Yongbok estaba de cumpleaños y había invitado a Jin e Jeongin, según él, no sería algo grande y solo estarían pocos de sus amigos para la comodidad de hyunjin, el pelinegro agradeció muchísimo eso.

— ¡Mira, mira, esto es perfecto para él, le gustan mucho! — Dijo Jeongin, refiriendose a una falda corta color celeste pastel con rayas blancas al final, hyunjin de verdad estaba confundido, ¿realmente le gustaban las cosas así? Simplemente rió, asintió y le dijo a Jeongin que lo llevara a la caja en cuanto escogiera su regalo.

Mientras Jeongin se paseaba por la tienda, se decidió a ir al frente de la misma, había un puesto de jugos y sabía que a su primo le encantaban los naturales.

Luego de pedir aquellos jugos, miró nuevamente hacia la tienda, visualizando a un sonrojado Jeongin hablando con un chico, Hyunjin notó algo, Innie era gay, y probablemente su amigo también, sonrió levemente, se sorprendió un poco, ¿Había sonreído? ¿Realmente lo hizo? La señora del puesto le habló, indicando que los jugos estaban listos, tomó estos y caminó dentro de la tienda, aún sorprendido. Al llegar con su primo, pasó su brazo por detrás de su cuello, en su mano estaba un jugo de arándanos, el favorito de su querido primo. El chico con el que Jeongin hablaba antes, se sorprendió notablemente, había una ligera pisca de miedo en su mirada, hwang no lo entendía, ¿le tenía miedo o solo era su imaginación?

— Disculpa, debo irme. — Comentó el chico de cabello rojo oscuro, casi negro, largandose del lugar casi al instante.

— ¿Quién era innie? ¿Tu novio?— Cuestionó Jin con un tono un tanto burlón, notando como el sonrojo del más pequeño aumentaba mientras negaba suavemente. — ¿Uh? Oye, ¿que compraste? La caja es grande. — Notó como su contrario se alteraba y escondía el regalo.

— ¡NO! — Gritó, llamando la atención de todos en la tienda, hyunjin se sintió realmente incómodo, tomó del brazo al pelinegro y lo arrastró hacia fuera de la tienda mientras este se disculpaba un millón de veces. — Digo... No puedes verlo. — Hyunjin suspiró y asintió rendido.

— Bebe tu jugo, está rico. — Jeongin asintió y comenzó a beberlo, igual Hyunjin.

𝐛𝐮𝐜𝐥𝐞 ,, hyunlix. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora