sorrow.

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número desconocido:¡Hola, hyung!

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número desconocido:
¡Hola, hyung!

hyunjinnie ha leído el mensaje.

número desconocido:
Uh, cierto que yo le pedí el número y no usted.
Lo lamento.
Soy Félix, el chico del instituto y de la cafetería.

hyunjinnie ha leído el mensaje.

número desconocido:
Creo que no quiere hablar.
¿Está bien?
No debería preguntar eso
Soy un idiota, lo siento.
Espero que se encuentre bien, hyung.

hyunjinnie ha leído el mensaje.

número desconocido:
Mamá quiere que venga a casa, debe ser un poco muy pronto, pero mamá dice que hace mucho no lo ve.
También dice que quiere ver a su madre, ¡Vengan juntos!

Hyunjin, quien ya se encontraba destrozado y como de costumbre, tapado hasta el cuello, sintió que el dolor en su pecho aumentaba con el último mensaje. Sus manos temblorosas decidieron escribir con el maldito dolor de su corazón.

hyunjinnie:
Mamá murió un día después de que te fueras, YongBok.
Me temo que no podremos ir juntos, ni podré ir.

Ahí Félix lo entendió todo, el comportamiendo ajeno al mencionarle su partida, el porqué sus ojos se encontraban hinchados cada vez que le veía. Y entonces su corazón dolió, pudo sentir el dolor que sentía su viejo amigo, su pecho se oprimió, sus ojos se llenaron de lágrimas. Se puso en los zapatos del mayor, y comprendió que debía ayudar de cualquier manera al chico tras la pantalla, debía hacerle feliz. Esta vez Félix escribió.

número desconocido:
Lo lamento.
No debí decir eso.

hyunjinnie:
No lo sabías no es tu culpa.

número desconocido:
Usted no está bien, ¿verdad?

Hyunjin sintió su pecho doler nuevamente, no contestó.

número desconocido:
Iré a su casa.

Hwang se espantó, el chico no sabía en donde vivía.

hyunjinnie:
¿Qué? No sabes en donde vivo.
No vengas.

número desconocido:
Jeongin dijo que seguía viviendo en la antigua casa, sé donde es.
Estoy llegando.

Hwang suspiró negando suavemente. Esa noche su padre, tía y primo habían salido, estaba solo y podía aprovechar perfectamente no aguantar el ruido que hacía al llorar.

El pelinegro rápidamente se levantó de su cama, limpió sus mejillas con una toalla que tenía en el cuarto, esto no hizo que sus ojos dejaran de estar rojos, hinchados y en los cuales se podía ver el dolor que soportaba su frágil y lindo corazoncito.

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Félix estaba esperando en la sala de la casa de Hwang mientras este estaba en la cocina, buscando bocadillos para el chico de pecas. El pelinaranja insistió en ayudar, sin éxito pues hyunjin no le dejó.

El de pecas miraba la casa con curiosidad, ninguna foto de su madre, solo estaban las fotos de su padre, tía y su primo, había solo una foto de hyunjin junto al televisor, esto le chocó a Félix ¿En dónde estaban las tantas fotos de hyunjin y su madre en donde él estaba sonriente? O más concretamente ¿en dónde estaba la sonrisa de hyunjin?
Estos pensamientos hicieron que Lee tuviera un fuerte dolor en el pecho, después de que Hyunjin riera muchísimo con él, su sonrisa tan hermosa y angélical. Sus ojos se cristalizaron, y un nudo se posó en su garganta. Jamás debí irme, pensó. Él sabía que ya no era un amigo para hyunjin, era un desconocido para él.

Hyunjin apareció en la sala unos minutos después con dos tazas, una tetera y galletas, las preferidas de Félix. Hwang, al notar los cristalizados ojos de Lee, se preocupó, dejó rápidamente la bandeja sobre la mesa y se acercó al de cabellos naranjos.

— Hey, hey, no llores. — Dijo, notando lo estúpido que fue la pregunta — ¿pasó algo? ¿Estás bien?

Su pecho dolió un poco más al ver la triste mirada del pecoso, acarició sus mejillas y trató de que la sonrisa que quería darle no se viera tan falsa, Félix le miró con lastima, y esto le dolió más a Hyunjin, mucho más. No soportaba que le miraran con lastima, lo odiaba, lo destrozaba.

— Usted no está bien— Félix habló con su voz rota — Usted está sufriendo, está muriendo de tristeza, su lindo corazoncito está destrozado — Puso una mano en el pecho ajeno— Usted finje estar bien cuando lo que en realidad quiere es llorar, extrañar y no existir, se culpa.

Hyunjin sintió su pecho doler aún más, sus lágrimas comenzaron a caer, al caer en cuenta de aquello, se dio la vuelta, acalló sus sollozos y limpiando bruscamente sus mejillas, cuanto dolía todo.

— No quiero ser descortés. — Se dió la vuelta, sonriendo falsamente, quería estar solo, quería llorar y no ser molestado, quería dejar de existir, porque hasta el respirar, hablar, ver, sentir, vivir, le causaba un dolor profundo. — Pero necesito que te vayas.

Félix lamentó haber hablado, lamentó haber venido. Pero él no quería irse, quería quedarse, abrazarle, decirle que todo estará bien, que él lo cuidaría, pero sin darse cuenta ya se encontraba fuera de su casa, abriendo la puerta mientras no dejaba de llorar, lo había dejado solo en su dolor, se sentía la peor persona existente. A Lee le dolía ver a su antiguo amigo demacrado, herido, sin saber que era la felicidad, le dolía verle mal.










— Jin, volvimos — Una suave voz le habló mientras aquella presencia se sentaba junto a él y ponía una mano en su espalda, pero hyunjin no contestaba. — Trajimos algo de pastel para ti, es de frambuesa, tu favorito. — Seguía sin contestar. — ¿Jinnie?

Y así Jeongin calló en cuenta del frasco de pastillas en la mesa de noche antes lleno, ahora completamente vacío y con un hyunjin moribundo sobre la cama. Jamás lo dejarían solo de nuevo, jamás.

𝐛𝐮𝐜𝐥𝐞 ,, hyunlix. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora