Hogar, Dulce Hogar

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Los ultimos rayos del sol comienzan a esconderse bajo el manto de la noche, Mael aliviado, regresa a su hogar luego del agitado día que tuvo, en cambio stela, prefirió quedarse para terminar de organizar algunos documentos inconclusos.

-vaya día-exclama mael abriendo la puerta de su casa y entrando en ella.

Al interior, toda las habitaciones de la casa estaban a oscuras, dejando mas que Claro que el vivía solo.

Habiendo encendido las luces, el arcángel fue a su recamara, dejo todas sus cosas sobre su cama, tomó unas toallas, y se dirigió a la bañera.

La sensación del agua a través de su cuerpo relajaban sus músculos, finalmente estaba en paz,una paz difícil de conseguir, una paz deseada, una Paz que fue interrumpida de golpe debido a un sonido proveniente de la cocina.

-¿pero que pasa ahora? -exclama mael levantándose, tomando una toalla para cubrir su cuerpo y caminando hacia el origen de tal estruendo.

Al llegar a la cocina,todo estaba oscuro, los sonidos de alguien urgando su almacén de comida se hicieron más y más evidentes.

Mael, quien silenciosamente había cogido un bate, se acercó despacio y estando a punto de golpear a aquel intruso, frena en seco.

Sus ojos se centran en una pequeña y débil figura, era una chica, delgada y de menos estatura que el, aquella chica lucia sucia y muy hambrienta
dado que comía sin siquiera masticar.

Aquella escena provocó un poco de lástima en mael, quien soltando el bate se acercó a la chica y tocando su hombro le dijo:

-tienes hambre niña-.

La chica volteando rápidamente, da un golpe al arcángel en el rostro,toma un poco de la comida que estaba ingiriendo, y decidida intenta escapar.

Alas demoníacas emergen de la espalda de la chica quien a punto de emprender su vuelo, es retenida por los brasos de mael.

-así que eres un demonio- pronuncia mael ante la aterrorizada chica en sus brasos.

-por favor, déjeme ir- exclama sollozando.

-¿que crees que haces aquí?-Exclamó mael.

-solo quería algo de comida- exclamaba entre lágrimas la demonio, - por favor, no me haga daño-.

-ya calmate demonio-exclamo el arcángel soltando a la chica.

-antes de que te vayas, ordenaras todo lo que dejaste en el suelo y limpiaras los residuos de comida en el piso, entendido-

-si... - responde tímidamente la demonio ante la actitud seria de mael.

-mierda, me has dejado sin nada de comida-exclama mael riendo al ver el almacén casi vacío.

-perdon..yo...se lo pagare-

Mael volteando a ver a la chica exclama.

-enserio hahaha,¿como?,dudo que tengas dinero al intentar robar toda mi comida.

Los ojos de la chica miran tímidamente hacia otro lado evitando el contacto visual con el.

-talvez... Yo pueda.. Si usted lo desea.. Pagarle con mi cuerpo-.

-¿Que?-.

fin del capítulo.
Gracias por leer.

Perdirles perdón por mi inactividad reciente, debido a que estuve algo complicado de salud estos días, pero aquí estoy de vuelta con otro capitulo, espero lo disfruten. Saludos.
























 la luz de la historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora