Mientas tanto en la estación de policía de la ciudad.
—¿Quién se creé este tipo? —preguntó el jefe de policía.
—Acaso no esta de acuerdo, con que gracias a él tendremos menos trabajo. —respondió el oficial que se encontraba a su lado—. ¿Me equivoco?
¿Acaso eres estúpido Oficial Castro? —dijo nuevamente el jefe de policía—. ¿Porqué crees que no arrestamos a ésos criminales?
—Porque no tenemos pruebas de sus crímenes señor.
—No, los dejamos libres porque gracias a sus sobornos es qué está estación es la mejor de la ciudad, o acaso creías que el ayuntamiento era el que pagaba tú sueldo de $20,000 a la semana —dijo dejándose caer nuevamente en el respaldo de su silla—. Ahora, si quieres seguir manteniendo tú empleó te recomiendo comenzar a investigar a este tipo.
—Enseguida señor.
Eran alrededor de las 2 de la tarde y apenas despertaba, ni siquiera había podido ir a la escuela debido al dolor que aun estaba presente en mi pie.
Me levante con todas las fuerzas que tenía, y camine el metro o metro y medio de mi cuarto al baño, como si de la peor tortura se tratase, el dolor entumecía mi pierna entera a cada paso. Finalmente tome un baño, el cual pareció relajar brevemente el dolor. Ya que había faltado a la escuela estaba completamente seguro de que los chicos vendrían a verme. Sin mencionar que teníamos la cita más tarde con Alex y no podía darme el lujo de faltar.La pierna continuaba causando me dolor cada segundo que seguía de pie, pero aun con este dolor tendría que ir con Alex. Ya que faltar podría causar sospechas sobre lo ocurrido anoche, me vestí y me asegure de atar mis agujetas de una manera en la que el dolor del tobillo se redujera lo mas posible.
Salí de mi casa, y me puse en rumbo hacia casa de Alex con la esperanza de encontrarme a los chicos en el camino. Sin embargo una patrulla doblo en la esquina, reduciendo su velocidad, para finalmente terminar deteniendo se junto a mi.
—Buenas tardes, ¿has visto alguien sospechoso por la zona? —dijo el oficial sin retirarse sus lentes oscuros.
—Lo siento oficial, ¿A que se refiere con sospechoso? —dije intentando mantener me lo mas casual posible.
—Ya sabes chico lo del supuesto superhéroe. —dijo el oficial con una sonrisa sarcástica—. Aunque en mi opinión es solo un chico que solo busca llamar la atención
—La verdad no tenía idea del tema. —dije devolviendo la sonrisa sarcástica—. Sin embargo al fin apareció alguien que realmente ayuda a la gente en vez de aceptar "mordida".
—ja, que gracioso. —dijo el oficial mientras se alejaba lentamente en la patrulla—. En fin si sabes algo no dudes en llamar a la estación, se dice que hay una muy buena recompensa.
Así que la policía esta nerviosa, creo que a partir de ahora deberé de ser muy cuidadoso, después de todo no quiero ser demasiado obvio. Continué caminando hacia casa de Alex, y al llegar los chicos estaban esperando me afuera.
—Así que, ahora llegaras tarde siempre. —dijo Dania con los brazos cruzados.
—Lo siento, la policía me entretuvo —respondí.
—¿La policía? —pregunto Josue confundido.
—Si, buscaban a alguien o algo así —respondí.
Alex abrió la puerta, y nos invitó a todos a pasar a su sala, para invitarnos a sentarnos en su sillón. Alex trajo una pequeña caja de madera tallada con unas flores por todos lados, no hacía falta que Alex habla para entender que se trataba de las cenizas de Ximena.
El silencio se mantuvo, mientras a más de uno se nos salía una lágrima. El momento tenso se detuvo gracias a Alex.
—Ella siempre fue muy especial, nunca dejo que alguien más decidiera por ella. Desde que su madre se fue no he hecho más que preguntarme si yo podría hacerme cargo de ella.
Y aunque en más de una ocasión estuve a punto de darme por vencido ella venía y me decía:"Si dejas tus sueños y tus elecciones en manos de los demás, nunca serán verdaderamente tuyas".
—Ximena, siempre fue muy buena escribiendo frases —respondí.
—Lo sé, me duele saber que ya no estará aquí —dijo Alex secándose las lágrimas.
—Se que no será lo mismo, pero si necesitas algo puedes decirnos. —respondí.
—Muchas gracias, Efhan. —dijo Alex poniéndose de pie—. Les debo una disculpa a Josue y a ti.
—No hace falta señor. —dijo Josue intentando no cruzar miradas con el.
—Claro que hace falta. —dijo poniéndose de pie—. Lo siento mucho, perdí la compostura y lo lamento.
—No se preocupe señor. —dijo Josue levantándose también—. De aquí en adelante si necesita algo, lo que sea lo ayudare.
—Gracias. —dijo dejando salir una breve sonrisa—. Pero no me llames señor, dime Alex.
Alex nos guio escaleras arriba en dirección a la habitación de Ximena, la puerta era de muchos colores, como si de un arcoíris se tratara. Al abrir la puerta, las paredes estaban pintadas con un color crema, dejando ver fotos de nosotros en las paredes, fotos que podrían ser desde nuestro tiempo en primaria, cumpleaños o simplemente fotos que ella tomaba con su cámara.
Uno a uno fueron saliendo, hasta que finalmente me encontré solo en la habitación. Camine hasta su escritorio, ahí había demasiados libros y más de una libreta con alguno que otro dibujo. Sin embargo, en aquel escritorio había algo que llamo mi atención, un pequeño cuaderno negro, con una inscripción en la parte de arriba. Caso #1.
La tome y la guarde en el bolsillo trasero del pantalón, finalmente cerré la habitación dejando atrás aquella habitación con todas sus cosas que ahora con su partida deberán permanecer ahí, quietas, únicamente acumulando polvo. Es duro, aceptar que ella ya no está más por aquí, y que sin importar lo que hagamos ella jamás podrá volver. Extrañare esa sonrisa tuya... "Ninja de Kristal".
Pero sin importar lo que suceda de aquí en adelante, me esforzare para que nadie mas de esta ciudad pase por lo que nosotros pasamos. Aunque eso al final también me destruya a mi.
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The Svnx (7X)
AdventureUn grupo de amigos que se conocen desde la niñez, viven en una de las ciudades más peligrosas de mundo. Llena de asecinatos, secuestros, narcotráfico y todo esto acompañados con un sistema de policía incapaz de detener el caos. Ellos llevaban una vi...