And your will's sinking low

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(Y tu voluntad se está hundiendo)

Cuando sus bocas se separaron, se miraron a los ojos por lo que pareció una eternidad, mientras la luz de sus pechos perdía su brillo progresivamente. La sensación había sido inefable, se desvanecía poco a poco, a la vez que recuperaban el aire.

El ambiente se sentía ligero a su alrededor; aquella sensación les había gustado, era completamente nueva, sabían que no se repetiría con otra persona. Sostuvieron la mirada, en silencio, por algunos segundos.

—¿Puedo invitarte a salir?— pidió Robert, casi temiendo por el rechazo de nuevo.

—¿A dónde?— preguntó Jimmy, sacando automáticamente una sonrisa de Robert.

—Podríamos ir por un café o ver una película en mi casa o tal vez...— ofreció alegre.

—La película suena bien— lo interrumpió.

—Genial.

Frente a un sillón negro había una película cómica poco interesante, por lo menos, no tan interesante como el par de jovencitos que unían sus labios con suavidad apasionada, frente a ella; mientras sus pechos brillaban en luz roja viva. La sensación volvía a revolotear entre sus corazones y bocas, casi derritiéndolos en el beso.

Una mano de Robert en la mejilla de Jimmy, la otra en su espalda, para presionarlo más cerca, sentir su calor; ambas manos de Jimmy en los bucles dorados, de forma perfecta. Sus ojos cerrados, disfrutando las sensaciones del tacto.

Jimmy se apartó apenas unos centímetros cuando sintió su celular vibrar, lo tomó para ver la pantalla.

—Me tengo que ir a la radio— bajó la mirada y carraspeó.

—Está bien. Te veré mañana— sonrió el rubio, alejando sus brazos de Jimmy. Este no se movió del sillón.

—No quiero que pienses que soy fácil o algo así— aclaro Jimmy, como si ello en verdad le preocupara. Nunca se había besado tan apasionadamente con ningún chico. Tomó por sorpresa a Plant.

—No, no— se apresuró—. Créeme, no pienso eso— aseguró. Luego rió. Jimmy le sonrió, antes de levantarse para caminar fuera.

—Pon la radio hoy— volvió, con una leve sonrisa.

—Lo haré— aseguró Robert.

El rubio se había acostado sobre su cama, con sus rizos de almohada y la música sonando en la radio que tenía en el buró; se la habían regalado como despertador, pero él usaba su celular si quería poner alguna alarma.

—La última canción de la noche va dedicada a Robert Plant— sonó la voz de Jimmy, haciendo que el rubio sonriera de emoción—. Can't help falling in love de Elvis Presley— e inmediatamente los acordes sonaron.

Robert adoraba esa canción, siempre lo hacía llorar y ahora tendría un significado más especial. Derramó un par de lágrimas de alegría mientras movía los labios al ritmo de la voz de Elvis. Su corazón saltaba de emoción ante el detalle.

La mañana siguiente, en la escuela, Robert abrazó a Jimmy con fuerza en cuanto lo vio, demostrándole lo agradecido que estaba por la canción. Page no se pudo resistir a la muestra de afecto.

—La canción fue hermosa, gracias— le dijo emocionado, aún sin soltarlo.

—No es nada— sonrió Jimmy, apartándose un poco. Aceptó el beso que vino después.

—Es lo más lindo que has hecho por mí— dijo Robert con una sonrisa de oreja a oreja y mirada conmovida. Se quedaron mirando un momento, la luz ni siquiera brillo, pero no le dieron importancia.

Jimbert - In the light - En la luzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora