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Unos fuertes golpes se escuchaban en la morada de luzu, eran unos golpes metálicos, alguien estaba llamando a la puerta.

Sin ganas, el castaño se movía de su habitación hacía la sala, arrastrando los pies. Enserio que insistían a la puerta. Ya frente a esta ha abrió lentamente, viendo poco a poco la figura de una persona.

— ¿qué cojones?, ¡son las 12 de la noche, tío! — exclamó el castaño con molesta, frotándose su ojo izquierdo con su puño, tratando de que el ardor de los ojos pasara de alguna manera.

— ¡LUZU! — gritó la persona del otro lado de la puerta, balanceándose contra este, creando un cálido abrazo.

— ¿Auron? — susurró sorprendido por la visita — Creí que te encontrabas de viaje en otro pueblo — dijo con la voz de hilo apunto de quebrarse de nuevo.

— Si, pero regrese lo antes posible, todos me han dicho lo mal que te encuentras. — eso fue la gota que derramó el vaso. Sus piernas fallaron, y así como sus lágrimas se derraparon en el suelo. Auron casi se cae por el peso repentino.

Podía escuchar como la áspera voz del menor le susurraba "mi Niño, te amo" al compás de unas caricias en la cabeza y espalda. Sentía como sus lágrimas amargas eran secadas con la ropa del ajeno, también sintió unos cálidos besos en la frente, que terminaron yendo a sus mejillas húmedas, labios y al final a su cuello.

Leves jadeos se presentaron en la sala oscura, un sentimiento ahogado de tristeza y excitación recorría por todo su cuerpo, haciendo el momento aún mas excitante. Últimamente luzu se cuestiona sobre su salud mental, pero ese es un tema aparte.
Unos brazos pasaron alrededor de sus caderas, y en un instante dejó de sentir el piso frío, pasó sus brazos por el cuello de Raúl, dejándose llevar por aquel cálido tacto.
Último que pudo sentir con conciencia era la suavidad de la seda de sus sábanas, de ahí toda su cordura y sentido se fueron la mierda.

— Mi ser de luz — susurró el menor.

Los rayos del sol topaban con su soñolienta cara, se movió entre las sábanas, con la esperanza de encontrar a Auron en su cama. Pero no fue así, se esfumó completamente de ahí.

— ¿por qué eres así, Auron? — soltó, levantándose lentamente de la cama, estirando su cuerpo doliéndole ciertas partes eroticas. Ya con los pies en el suelo, tomó su hoodie.

Aún tenía su cabello en la cara, pero no le molestaba, y no tenía las ganas de peinarse, ya vestido completamente, salió de su hogar. Mirando su terreno completo, ya es hora de hacer una remodelación.

Siguió caminando hasta toparse con su pequeña laguna, vio su reflejo, sorprendido se alejó.

— ¡Mis ojos! —

[ 🎻 ]

Teeth ;; luzuplayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora