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"Bien, hemos llegado" Jimin comenta, estacionando el auto en el parqueo del restaurante, mirando luego a su omega. "Cielo, ¿podemos hablar?"

Dahyun termina su delineado de forma rápida con un resultado elegante, ella cierra el producto, mirando a su alfa quien le sonríe de forma dulce en cuanto la ve tan hermosa como cada día.

"¿De qué quieres hablar? ¿Me veo bien? No quiero que tu socio crea que tienes una omega fea."

"Dahyun, por Dios, ¿tú en donde estás fea?" cuestiona con otra gran sonrisa, tomando la mano de ella. "Tú siempre estás hermosa, y no me importa lo que los demás crean."

"Gracias" dice ella de forma dulce. "Entonces, ¿de qué quieres hablar?"

"Bueno, Taehyung y su pareja son... ¿Tienen muchas cosas especiales?" él dice, de forma dudosa, sin saber explicarse. Dahyun frunce el ceño.

"No es algo malo, ¿o sí?"

"No, claro que no."

"Vale" ella sonríe. "Seré prudente, sabes que sí."

"Eres la mejor, ¿vamos?"

"Vamos."

Ambos bajan del auto, Jimin se acerca a ella para entregarle su brazo. La omega con su cabello morado despampanante y un vestido negro tallando su figura esbelta y elegante, lo sujeta, caminando a su lado y suspirando el aroma de su alfa quien le sonríe con todo el amor que siente por ella.

Dahyun está emocionada; su alfa Park Jimin es un empresario que ha logrado edificar una pequeña cadena de cafeterías con su socio Kim Taehyung. Ambos han logrado abrir tres locales fuera de Busan, un gran logro para todos ya que aumentaría las ganancias y era un paso de miles para seguir expandiéndose por todo el país, como tanto lo deseaban ambos jefes.

Ese día, Jimin le había llamado desde el trabajo diciéndole que han quedado los dos con sus respectivas parejas para tener una cena de celebración. Además, era una buena forma de que todos se conocieran.

Así que, ahí estaban; entrando al local donde habían quedado para tener una cena llena de felicitaciones y presentaciones. Dahyun nunca había visto a Taehyung; ella solo lo conocía por lo que Jimin le contaba cada que hablaban de sus respectivas vidas laborales. Lo único que sabía es que, para Jimin, ya no solo era un socio si no un gran amigo y aquello hacía feliz a Dahyun; la felicidad de su alfa.

Cuando entraron al local, preguntaron en la recepción por Kim Taehyung y la mesera los llevó hacia una parte más privada del restaurante con los tacones de Dahyun resonando suavemente sobre el suelo de madera. La mesera les abrió la puerta hacia una sala privada con una decoración elegante rodeada de ventanales que daban hacia la ciudad de Busan, con una vista maravillosa.

Dahyun miró la sala encontrándose con la pareja que habían llegado antes que ellos. De inmediato, el alfa la hipnotiza.

Su cabello negro, frente destapada, piercing en una de sus perfectas cejas, su mandíbula recta y un perfil atractivo más un cuerpo muy bien trabajado no es lo que, principalmente, llama la atención de Dahyun, si no el aura que refleja. Un aura que únicamente los alfas de pura sangre (muy escasos, por cierto) pueden reflejar.

Jimin suelta a Dahyun, dirigiéndose a la mesera para pedirle un vino especial para el momento. Su omega camina con pasos decididos a presentarse hacia la pareja, obteniendo la mirada de ambos al momento.

Y el omega al lado del alfa pura sangre no se queda atrás con su belleza; con una mirada penetrante y la vez dulce, tiene la tez besada con dedicación por el sol, un cuerpo delgado, pero exquisito y con una sonrisa única y preciosa.

My Special Alpha ❤️ KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora