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Jungkook nunca se ha considerado un alfa especial por dedicarse a tiempo completo a su hogar. Es decir, lo que él hace lo hacen también miles y miles de omegas y betas mujeres, y nadie anda alabándolos ni felicitándolos, así que él no se considera un ser de luz o el mejor alfa por dedicarse a ello. Mucho menos por ser, hasta el momento, el único alfa que lo hace.

Porque sí, Jungkook nunca ha encontrado a otro alfa como él.

De cierta forma, le ha mentido a Dahyun; sí, es un amo de casa, pero no únicamente se dedica a ello. Además de cuidar las plantas que tienen esparcidas por el apartamento y el balcón, Jungkook comenzó, por curiosidad, un blog en el que comenzó a dar tips sobre limpieza, cocina, tejer y demás. De pronto, su blog se llenó de muchas personas omegas y mujeres que se dedicaban al cuidado del hogar, luego, comenzaron a llegar adultos jóvenes que estaban por lanzarse a la independencia y a quienes les eran muy útiles los consejos de un autor anónimo.

Claro, si Jungkook desde los once años se dedicaba a ello, ¿cómo no podía ser un experto en el tema?

Así, con la llegada de personas se viralizó su página y pronto tuvo diversos mensajes en su correo de parte de las marcas que, al aconsejar, él patrocinaba sin ganancias. Las marcas comenzaron a mandarle sobres de dinero según las menciones que Jungkook hacía, y otras marcas lo contactaban para que los promocionara. Sin embargo, Jungkook era muy leal a su blog y se negaba si esas marcas no tenían productos que fueran de bajo costo y buena calidad.

Taehyung le había sonreído orgulloso en cuanto le había contado acerca del éxito que tenía en su propio blog y, como recompensa, compró una freidora de aire que Jungkook le había confesado que le gustaba demasiado.

En cuanto la había abierto y visto la marca, Jungkook le reclamó que no debió gastar tanto, pero Taehyung lo había callado con un beso y una noche de películas y mimos abrazados en el sofá.

Así que sí, Jungkook tenía un trabajo aparte de ser amo de casa, pero el blog no le consumía mucho tiempo, y por ello, mientras Taehyung se encontraba trabajando, salía a pasear con Yoongi y Hoseok o bien visitaba a sus madres o a sus suegros quienes también le querían muchísimo.

"¿Ya no hay más galletas Ritz?" Jungkook habla en voz alta frente al estante lleno de paquetes de galletas en el supermercado, lleno de paquetes, pero no de las que él quiere. Frunce el ceño, pensando que tendrá que probar otra marca.

Es sábado, y como todos los sábados Jungkook se ha despertado temprano para ir al supermercado porque, con el paso del tiempo, había descubierto que ir temprano era mejor; todo el mundo dormía hasta tarde y el lugar estaba despejado. Jungkook detestaba hacer largas colas para pagar todos los productos, así que prefería hacer las compras tranquilo y pagar de forma rápida.

Taehyung le había dicho, la noche del viernes, que lo despertara para acompañarlo, pero Jungkook deseaba que su omega descansara lo que gustara y merecía, así que le dejó una nota junto al desayuno preparado por si se despertaba antes de que él llegara.

Además, Jungkook era un alfa sano y fuerte; él podía con todas las bolsas. A parte, tomaba el auto de Taehyung que se lo dejaba cada sábado si tenía que trabajar, así Jungkook no tenía que cargar con todo en el metro.

No se percató que había una mujer beta a su lado que mantenía un paquete de las galletas Ritz que él buscaba y mantenía su oreja parada escuchando como el alfa se quejaba en voz baja acerca de la alta demanda de esas galletas.

"Esto" ella dijo, girándose y se quedó petrificada cuando el alto alfa se giró con el ceño fruncido, su aura de pura sangre rodeándolo y la dejó sin aire.

"¿Sí?" escupió, mas no llegó una respuesta por parte de la mujer que temblaba en su lugar. Entonces el alfa se dio cuenta que seguramente daría miedo. "Lo siento mucho, estaba molesto porque no hay galletas y son las favoritas de mi omega y..."

My Special Alpha ❤️ KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora