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Un mes en el cuartel se ha vuelto el infierno para mí, y ni siquiera hice nada para merecerlo. Todos los días, salía a entrenamiento con Mike, sobre todo, usábamos el equipo tridimensional que era lo que necesitaríamos en las expediciones. Pero claro, no todo es color rosa, aunque quise evitarlo, durante éste mes choqué varias veces con Levi, y sucedía algo conmigo.
No sabía por qué, pero por alguna razón le perdí el miedo a Levi desde hace mucho tiempo, y ahora en lugar de atemorizarme, me hacía molestar más, así, cada quién enfurecidos hasta que Levi llega a un nivel insoportable el cual; sí me da miedo.

¿Pero a qué costo?

—Obedece. —ordena de brazos cruzados, yo estaba igual. Ambos en medio del pasillo vacío, yo contra la pared y Levi acorralándome contra ella.

—No es justo, yo no tengo porqué hacer el trabajo sucio de los empleados. ¡Nadie de los soldados limpia los establos! Pero tú quieres nada más joderme...

—Tal vez. —se encoge de hombros, como si no importara.

—Pues hágalo usted, Capitán.

—Ey. —su mano atrapa mi codo con fuerza. —No es una opción. ¿Acaso debo adiestrarte para que aprendas a obedecer a tu Capitán?

—Lamento comunicarle, Capitán. —muevo mi codo para quitar su agarre. —Que a causa de un berrinche suyo, yo no soy su subordinada. Para que entiendas mejor, porque parece ser que tu cerebro no entiende fácilmente, mi Capitán no eres tú, mi Capitán es Mike.

—Tú realmente sabes dar en el blanco para molestarme... —murmura por lo bajo. Quise hacer un movimiento brusco y empujarlo para huir, pero él leyó mis movimientos y pudo sujetar mi brazo antes de el intento, empuja su cuerpo contra el mío una vez más con su rostro tan cerca. —Te di una orden.

—Levi, deja de estar jodiendome. —murmuro tan cerca, podía sentir su aliento golpear mi rostro. —Puedes fácilmente vivir tu vida en el cuartel sin tener que verme nunca pero parece que no puedes vivir sin mí y por eso me persigues a todos lados dándome órdenes inútiles.

Levi me mira a los ojos sin sonreír. Alza su mano y toca mis labios con su pulgar. —Tus comentarios me molestan... —es lo que murmura.

—La verdad te molesta. —trato de empujarlo. — ¿Puedes alejarte? Alguien podría vernos.

—¿Te molestaría si alguien nos ve? —pregunta él de vuelta con ceño, malinterpretando todo una vez más. No puedo evitar soltar una risita.

—No empieces, señor celoso. —me burlo de él. —Si no puedes vivir sin mí, podríamos vernos más seguido.

—Muy graciosa. —se separa de mi cuerpo. —Si para ésta noche los establos no están limpios, te irá peor.

No puedo evitar reírme con fuerza, cada vez perdía más el poder sobre mí. Pero también cada vez me necesitaba más.

Esa tarde tampoco entrené con Mike, me entretuve toda la tarde y parte de la noche limpiando y arreglando el establo, era mejor que enfrentarme a Levi aunque no me molestaba.

La cena seguro ya había terminado, pero yo fui al comedor de todos modos, ya era costumbre saltarme la cena por algún castigo. Al pasar por el umbral, me di cuenta que no solo me dolía la cabeza terriblemente, sino que también arrastraba un pie más de costumbre, era mi tobillo, me lo había lastimado y sin saber cómo.

—Akira. —Kimer era el único en el comedor vacío, seguro me esperaba. Mi corazón se quitó un peso de encima. —Te ves jodida.

—Tu también. —me burlo. Durante éste mes, nuestros horarios no concordaron en lo absoluto. No lo había visto más que de lejos, y por segundos. Tenerlo ahora frente, era milagroso. —¿Cómo te va el entrenamiento con Levi?

Entregar el corazón. |Levi Ackerman x OC| |Premios Wattys 2019|Where stories live. Discover now