02 - 4RR36L0

349 37 5
                                    


El coreano recorría con la cabeza a gachas el corredor rodeado de casilleros y puertas del instituto, vestía de pies a cabeza de color negro, con una mascarilla con dientes afilados del mismo color y de sus orejas colgaban audífonos que se conectaban a su teléfono móvil.

Traía bajo su brazo su mochila, que llevaba estropeada desde comienzo de clases, con todas sus pertenencias y útiles escolares en el interior de esta.

Se encaminó hasta su taquilla en donde sacó de su mochila una pequeña llave y la ingresó en la cerradura del cerrajero.

Durante el intervalo de tiempo que se posicionó a ordenar su casillero, vio una mano agarrar los cables de sus audífonos y ser retirados bruscamente de sus oídos.

Bang Chan, su compañero de clase y su amigo extranjero de la infancia, tenía en uno de sus brazos tendidos, los auriculares de Seo mientras una sonrisa de insolencia se dibujaba en el rostro del australiano.

Llevó un audífono a escasos centímetros de su oído, fingiendo sorpresa al abrir de par en par sus ojos - Bro, bájale el volumen. No querrás ser el señor de Up, un enano gruñón que usa aparatos auditivos - Finalizó aún con la sonrisa fastidiante en su cara.

- Que gracia - Changbin lo miró sarcástico.

- ¿Sabes que? - Comenzó nuevamente Bang - Te tengo el trabajo perfecto para cobrar el favor que te hice.

- Sigues con eso - El coreano le dio la espalda a su mayor para caminar a ninguna dirección. Era casi el único amigo de Chan para saber que el muchacho le pediría un favor por un favor, lo que acabaría en una cadena eterna de “favor por favor” y así.

- Tengo un amigo - El rubio siguió al menor de los dos -, tengo que cuidarlo, pero como tu me debes un favor por lo que hice por ti, te pido que me hagas un solo favor - En el momento que Changbin frenó su caminata, Christopher le dio unas suaves palmadas en el hombro del pelinegro.

- ¿Que demonios quieres que haga? - Preguntó el coreano.

- Pues sus padres, que son de Australia—

- ¿Australia? ¿De donde consigues estos amigos que entre ustedes llevan mucho en común? - Seo volteó y prosiguió a avanzar a su salón, por el repetitivo tintineo del timbre, dada por empezada otra hora de estudio.

- Son amigos de mis padres... El asunto es que ellos me pidieron que cuide a su hijo porque ellos irán a sesiones de modelos en pasarela y no quieren contratar a niñeras ya que eventos perturbadores sucedieron en las manos de las pobres, pobres señoras - Chan se distrajo recordando las veces que su amigo estuvo al cuidado de niñeras, se repetía en su mente los gritos ahogados en llantos de aquel niño al darle rabietas por los límites que proponían la señoras a cargo del chico.

- ¿Debían cuidarlo niñeras? ¿cuántos años tiene tu amigo? - Volvió a cuestionar en voz alta Changbin con el ceño fruncido.

- Tiene 16.

- Wow, si que me convences - Exclamó nuevamente con sarcasmo.

- Vamos, por favor, hazlo.

- Deberías olvidar este tema - Seo lo miró seriamente a los ojos.

- Pues tu deberías hacer lo que debes y no esperar a que alguien mas lo haga por ti - El tono del mayor se iba intensificando.

- Puedo valerme por mi mismo - El pelinegro quiso desafiar a su hyung al alzarle la mirada.

- No pidas favores a cambio de otros entonces.

- ¿Que te parece si dejo de hacerlo?

- ¿No quieres recibir ayuda? Que bien, ya no me necesitas. Tu mismo te ocuparás de tus propios asuntos sin objeciones ni problemas ¿Verdad? - Habló Bang en un tono exagerado.

Aquellas palabras desorientaron a Changbin.

Este ultimo soltó un monosílabo.

- Renuncio.

- No puedes renunciar, aún debes hacer un favor por mi.

- Así no es como funciona.

- Bienvenido al mundo de BANG! Chan.

- No me conformo. Nada sirve para ti, Bang. Una lastima que no-

El rubio golpeó el casillero ajeno causando escalofríos en Changbin.

- Te diré - Apuntó a Changbin con el dedo índice -... Que lo que mas odio... Es la gente que pretende hacer el estúpido cada vez que no siguen sus obligaciones - Se acercó al oído del coreano para susurrar -. Tu eliges, enano, o lo haces o sufrirás las consecuencias.

El extranjero se marchó velozmente. Changbin se quedó estático, no se desconcertaba, solo pensaba profundamente.

FEARFUL - ChangLixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora