Ella tenia unos hermosos ojos, una dulzura en el alma, una belleza unica pero de todo lo que tenia lo mas interesante es que, sin que nadie lo supiera tenia todo lo que yo necesitaba
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
P.O.V Emma
Liam no quiso que siguiera sacando cosas de las que habíamos traído, me dijo que me había traído cosméticos y algunas cosas para pintar, se que no soy para nada una artista pero me gusta pintar
—Lamento que y sea tarde para ir a la playa mi amor, te prometo que iremos mañana temprano ¿vale bebé?
—vale Daddy
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Justo como había prometido a la mañana siguiente después de haber desayunado nos preparamos para ir a la playa, me emociona mucho ir al mar, hace muchos años que no voy, pero hasta ahora solo había un problema, yo no tengo bañador
—Daddy
—¿si mi vida?
—Yo no puedo ir a la playa
—¿por que mi amor?— deja de organizar el bulto que llevaremos para mirarme
—es... es que yo no tengo bañador
—claro que si pequeña, te compré uno ayer, solo que tu no lo sabías porque no querías ver— no se como hace para cuidar cada detalle, es que no se le pasa nada, hasta yo me había olvidado de ese detalle hasta hace unos minutos —no se como va a quedarte porque lo compramos sin probartelo, ¿quieres hacerlo ahora?— tomo la bolsa que me extiende y entro al baño para ponermelo
Es un bikini blanco muy bonito, con diseño de conchas marinas en la parte de arriba, me lo pongo con el plan de dejarmelo puesto debajo de la ropa, claro que me queda, Liam conoce demasiado bien mi talla, pero esto deja ver mucha piel, por no decir toda la piel, me quede sentada sobre la tapa del batter pensando en cómo haría para que no se me viera todo, hasta que el toque en la puerta me espanta —¿todo bien ahí dentro hermosa?, ¿te ha quedado?— me pregunta un Liam preocupado a través de la puerta
—si, si esta todo bien, creo, me queda pero algo no me gusta, perdón
—no te disculpes amor, no has hecho nada, sal y déjame verte— cuando salgo del baño siento a Liam atragantarse con su propia saliva, se queda mirándome completa con los ojos muy abiertos, me tiemblan las rodillas por que esté mirándome así, con una expresión que no podía leer —oh por Dios, yo me muero, yo me muero, pero si estás hermosa, te queda perfecto, es lo más sexy que he visto, juro que como te mire algún chico lo mato— si antes ya estaba roja por su mirada sobre todo mi cuerpo, ahora estaba lo que le sigue, nunca me ocostumbraré a sus cumplidos y reacciones —no sabes lo difícil que se me hace seguir viéndote como mi bebé si traes esto puesto— se acerca a mi hasta levantarme es sus brazos y sentarme sobre sus piernas —no tienes idea de cómo me gustaría quitarte esto y besar todo tu cuerpo, dejar marcas en esa hermosa piel que tienes— me dice al oído esto muy bajito, sumando las corrientes eléctricas que me produce su dedo recorriendo mi espina dorsal, provocando mi piel de una manera que me eriza completa, de mis labios sale un jadeo y Liam no pierde tiempo antes de besarme, pero esta vez diferente, mejor que en el restaurant, mejor que en el súper o en la cama, esta vez más sensual, más rápido, con más ganas, se me escapa un gemido cuando muerde mi labio inferior fuerte pero sin pasar de la linea entre el placer y el dolor, le siento pegarme más el con su brazo en mi cintura, ¡Dios que sensación!
Cuando nos separamos recuesto mi frente en la suya con la respiración tan agitada como si hubiese corrido moratones, más tranquila por no ser la única afectada aquí, la respiración de Liam no está muy diferente de la mía
—salgamos de aquí nena, sino voy a terminar comiedote enterita— río un poco de su tono al decirlo, aún sabiendo que no me desagrada para nada la idea
Me deja parada en medio de la habitación, aún en shock por la intensidad de hace un minuto, aún me hormiguea la piel por donde quiera que pasaron sus dedos, busca mi ropa para la playa, en sus manos trajo un lindo romper rosita holgado y unas sandalias altas con muchos cristales, después de ponermelo todo toma el bulto y lo pone en su hombro y agarra mi mano para bajar a la playa, no está lejos, nos queda justo abajo, lo he visto desde el balcón, cuando llegamos al salón nos recibe la imagen de un Sam que acaba de despertar, se le nota por los ojos asueñados, el pelo despeinado y el bostezo que acaba dando antes de notar nuestra presencia
—Buenos días bella durmiente, Emma y yo iremos a la playa, ¿quieres ir con nosotros?
—buenos días, les alcanzo en un rato, voy a hacerme desayuno y terminar algo de trabajo pendiente
—ok, nosotros ya nos vamos
Me despido de Sam con mi mano y este me lanza un beso con la suya
—adiós cosita hermosa, cuida de él, tu estás a cargo— me hace un guiño de complicidad y yo solo río y asiento en respuesta
—tu, calla, estupido— Sam suelta una sonora carcajada y nosotros salimos de la casa por la parte de atrás, me quedo mirando la piscina mientras pasamos por su lado, no la había visto hasta ahora
—si quieres luego podemos venir aquí también— cierto, no se le pasa ningún detalle, aun sea mi deseo no expresado de meterme a la alberca
—¿si?
—claro que si pequeña— me carga, para terminar de bajar y por fin llegar a la arena, ya veo la orilla y me muevo para intentar que me baje y el lo entiende rápido y me deja en el suelo y yo corro a la orilla, es hermoso, el sentimiento de libertad, la arena, el azul del agua, el olor a sal, había olvidado lo mucho que me gusta la playa, vuelvo a donde Liam que se ha quedado detrás en un cheilon
—Daddy ¿puedo entrar ya?
—venga mi amor, te pongo bloqueador— realmente no se porqué me vestí, si me iba a quitar todo tan rápido como lo hago ahora, no me da vergüenza porque no hay nadie aquí, lo que me da más ganas de disfrutar toda esta belleza yo sola, me acerco a Liam y este empieza a poner sobre mi el contenido del frasco que descansa a su lado —date vuelta— me volteo y el pone bloqueador en mi espalda y costados, cuando termina me da una nalgada que me pone roja en cuestión de segundos
—ya puedes ir, no te alejes de la orilla, quédate donde pueda verte, ¿vale bebé?— me da un pico en los labios
—vale Daddy— le veo tomar sus lentes de sol y colocarselos y luego fija su vista en el celular, camino hasta la orilla y dejo que una ola moje mis pies, siento el agua cálida y mi cuerpo se relaja automáticamente, ya vuelvo a recordar porqué la playa es mi lugar feliz, me río como niña pequeña cuando una ola más fuerte me tira al suelo y me quedo allí jugando con la arena mojada un rato, escribiendo y dibujando cosa para ver como las olas las borran
👑💜👑💜👑💜👑💜👑💜👑💜👑💜👑💜👑
Volví pronto esta vez👏🏽🥰, y espero poder seguir actualizando pronto, mientras aquí hay nuevo capítulo, trataré de seguir escribiendo ahora que tengo un poco de tiempo, sin nada más que decir me retiro
Besos 💋
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.