Capítulo 11

2K 326 82
                                    

Con cariño sujetó la amapola y la remplanto en una maceta, sus dedos se deslizaron por sus pétalos y sonrió hipnotizado por la hermosa flor.

¿Había sido la última voluntad de Auron o había nacido por casualidad?

No le importaba, le hacía ilusión pensar en que había sido la primera opción.

Tomó la cúpula de cristal que había preparado en cuánto la vió y encerró a dicha planta en ella, pues no quería que Manolo se comiese la flor.

Cansado de un día de emociones, se recostó en su cama, rememorando su día: la muerte de Auron, el relámpago, la estatua, la casa, la flor...

Durante el día, lo más extraño había sido la flor, pues al lanzarse a llorar, lo que al comienzo solo era el resto de lo que lo había llorado en el día, en un segundo sintió que su tristeza se duplicó comenzando a asfixiarle y a provocarle un punzante dolor en el pecho, para después volver a la normalidad y finalmente, había recordado tantos bellos momentos con el de cabello azabache.

Momentos los cuales recordaba diferente.

Finalmente entre tantos hilos enredados en su mente, cayó dormido, tenía un largo día por delante.

*****************************

—Buenos días, chicos- sonrió sin muchos animos mientras entraban al ayuntamiento, donde se encontraban reunidos sus compañeros, con un plano frente a ellos lleno de trazos de colores.

—Luzu, justo a tiempo, estamos discutiendo con Vegetita sobre como será el túnel- comenzó Fargan la conversación, ya agotado con el comienzo del día.

—Es que Fargan, eres una rata, pero no eres un minero- reprochó el de ojos morados.

—A ver, que si queremos un minero experto, ese soy yo, todos deberían seguirme a mí- se alzó Rubius entre todos ellos, subiéndose en una silla con posición de diplomático.

—¿Que vas a saber tú, chaval? Un oso padre de iglesia, eso deberías dejárselo a la policía- defendió Alexby a su compañero.

—Fargan es sopa de veneno- grito Willy, quien provocó las risas de todos excepto del mencionado.

—Todo yo, ¡Que yo no e hecho nada!- indignado buscó apoyo en los demás.

—Chicos, tengo una idea- habló Luzu por sobre todos, colocando un mapa lleno de trazos en la pared, sobre el mapa anterior.

—Hombre, Luzu, que ya te hiciste todo el trabajo, ¿Ven chicos? Todos deberían ser buenos ciudadanos como Luzu- alabó Lolito.

—pero, ¿eso es solo el diseño?- se acercó Vegetta al plano, trazando con su dedo cada pasadizo

—Ya esta construido- sorprendidos todos le miraron fijamente, esperando una explicación —Era casa de Auron, son sus túneles y estan en la capa 12, cursan por todo Karmaland y son perfectos laberintos que podríamos usar- y con detalle le explicó a cada uno la ruta a seguir y en que dirección debía llegar dicho túnel.

—Manos a la obra, chavales- aplaudió Mangel animado, pues la idea de hacer un proyecto en conjunto le emocionaba al igual que al resto.

—Esperen, primero debemos verificar que el mapa esté actualizado- les detuvo el castaño.

—Manos a la exploración- compuso torpemente Mangel.

—Mi niña, eres todo un caso- le abrazó Lolito con cariño.

—Ya ya, basta tortolitos, debemos irnos- Rubius algo molesto les había interrumpido.

—Chiki, no estés celoso, yo también te daré cariño- le abrazó Vegetta por la cintura, elevando su cabeza para poder verle a los ojos y sonreírle.

—Aqui no, chikistrikis- todos rodaron los ojos, pues ahora tenían dos parejas de tórtolos en la sala.

—Vamos antes de que terminen follando- todos fueron sacados de la habitación y se dirigieron a la casa con el ojo de Mordor.

Rojo // RedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora