Parte I

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5 días atrás...

—Aquí va mi pregunta una vez más, Arthur, ¿Qué piensas hacer con tu vida?

—Aquí va mi respuesta una vez más también, ¡Qué no lo sé! —Mi mamá me lanzó un cojín.

—No me grites niño —Bufé.

—Ya no preguntes más eso, me duele la cabeza —la verdad si estaba cansado de lo mismo.

—¿Dolor de cabeza?, a mí me duele la cabeza. No haces nada, no colaboras aquí, ¡Tienes 20 años y te graduaste hace 2!, ¡No has empezado la universidad y ni siquiera estás trabajando! —Golpeó la mesa que estaba al frente del sofá donde estaba sentada ya un poco molesta.

—No es fácil conseguirlo.

—Vas a salir ahora mismo a comprarme unas cosas, aquí está la lista —Me la extendió, a lo que fui a agarrarla —. Y no es que me vas a gastar el dinero en otras pendejadas —Se levantó del sofá donde estaba y subió a su habitación.

Me quedé pensando un rato, y tal vez si soy un poco miserable, no lo sé.

Agarré las llaves de la casa, salí con las del auto, me monté y fui directo al supermercado como me había ordenado. Al llegar me quedé un rato adentro, tratando de analizar esta vez lugar en dónde podría conseguir trabajo, estudiar no es lo mío, de eso me di cuenta todos mis años en secundaría, sé que probablemente mi mamá se moleste conmigo por un tiempo, esté algo decepcionada, pero al menos ya estaré trabajando.

Me bajé de la hermosa carroza como cenicienta con la lista en la mano para entrar al supermercado a comprar lo que había anotado. Pude encontrar casi todo, pero faltaron las papas y más zanahorias. 

Al dirigirme para pagar veo que en uno de los puestos dice que necesitan personal. Era mi día de suéter, Dios me escuchó e iba a aprovechar de preguntar después de pagar.

—Son $30 —Le di el dinero a la chica observándola con atención disimuladamente hasta darme cuenta estaba muy bonita.

—Oye, cielo, acabo de leer que necesitan personal, y yo necesito trabajo, ¿Cómo puedo hacer para trabajar aquí? —Le sonreí, y ella alzó una ceja.

—Eso no es conmigo, es obviamente con el jefe —Volteó los ojos. Amargada, se trata de hacer la difícil, típico.

—Pues tú tienes cara de la que manda aquí —Volví a sonreír. Que métodos tan raros tengo para ligar.

—Pues no lo soy —Suspiré.

—Entonces, ¿Dónde está? —Cómo que me voy a tener que rendir.

—Algo tienes de suerte, ahí viene —Señaló y me volteó la cara con un dedo.

Veo al que ella me dice llevándome la sorpresa de encontrarme con un viejo amargado totalmente horrible que parece que nunca tuvo algo que hacer con su vida.

Si mi madre estuviera aquí me diría que así terminaría si no me pongo a estudiar.

—Ew... —Susurré más para mí que para cualquiera hasta que se acercó.

—¿Qué necesitas? —hermano... Hermano... Hermano... Le apesta la boca, y prácticamente él también.

—El empleo —Dije aguantando la respiración.

—Estas contratado, ven mañana a las 2 de la tarde —Quedé perplejo, ¿Qué había dicho?, ¿Qué me daba el empleo?, no puede ser, eso fue rápido y milagroso, pero fueron los momentos más horribles de mi vida en serio por su aliento, y olor tan terrible.

Se fue, salí del supermercado y tomé tanto aire cómo fue posible afuera, me estaba asfixiando solo con un metro de distancia de ese tipo.

Antes de todo e irme a la casa decidí pasar primero a la de mi mejor amigo, aún es temprano y tengo tiempo de sobra, a parte que no quería ver a mi madre aún.

•••

[Editado]

Weno weno

Hasta que vuelva a meterme en problemas, nos leemos ×○×○

Arinn~

El PEOR error de mi vida ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora