El PEOR error de mi vida ©

Parte X

Estoy loco, sorprendido, confundido, molesto, siento tantas cosas en este momento que ni puedo explicar, lo único que si puedo explicar es que ahora nos llevan a la cárcel por un supuesto robo que hemos hecho. 

Y ¿A cuál banco?, yo no sé, si ellos son los que me roban.

Cada vez que volteaba a mirar a Jaden se podía notar la furia en sus ojos, y el claro "Este maldito hizo que me metieran a la cárcel", casi que le sale humo por las orejas, debe estar hirviéndole la sangre, se debe de sentir desconcertado porque esto nunca había pasado, era algo tan impactante para él como para...

—¿Qué me ves? —Susurró molesto.

—Nada.

Abrí un poco más los ojos de lo normal al decir eso al sentir a alguien o algo tocando mi espalda.

—¿Arthur, estás bien? —Me miró con una ceja elevada.

Tragué seco.

—Amigo... —Se me notaba en la voz el miedo —, Creo que hay alguien atrás de mi —Volví a tragar seco y su expresión se puso seria.

Él solo echaba miradas atrás por la espalda, pero no se movía para ver como tal que era lo que estaba escondido por ahí, o si era un muerto.

—¿Qué esperas?, ve que es —Susurré.

Jaden rodó los ojos y fue tranquilamente a ver era lo raro que se movía entre mi espalda y los asientos. Todo mientras yo me estaba cagando en los pantalones, y es que mi día no podría empeorar más que ahora.

—Eres un cobarde de mierda —Volvió a su puesto con un gato negro en manos.

—Es un gato negro —Señalé a la criatura que tenía en manos.

—No me digas que en serio crees en esas idioteces, Arthur —Dejó al gato en el suelo de la patrulla.

—No digo que crea en eso, pero...

—Ya cállense. Hablan hasta por los codos —Nos llamó la atención el oficial golpeando con su mano libre las rejillas que nos separaban de los puestos de adelante.

Jaden y yo nos miramos, respiramos profundo y nos callamos todo el camino a la cárcel.

Claramente no pensábamos decir nada, ni Pío, ni Guau, ni Miau, ya que supuestamente lo usarían en nuestra contra, y no quiero vivir 15 años en una cárcel, o que me pongan cadena perpetua, así que era mejor no decir nada. Pero a la misma vez, sentía tanta ira por dentro, por cada pequeña esquinita de mi cuerpo, que hasta podía voltear un puto convoy.

O tal vez no tan exagerado, pero por ahí va la cosa.

Llegamos a la cárcel, nos sentaron en unas sillas mientras los oficiales iban a hacer algo.

—Oye, Arthur.

—¿Qué? —Contesté con mi cara en las manos apoyando los codos de las piernas.

—Esa mujer que está de espaldas se parece a tu mamá —Miré a Jaden aturdido que se me notaba hasta en la cara, para luego voltear mi mirada a donde él la tenía.

—Oye, si, tienes razón, quizás...

—Arriba.

Aparecieron dos oficiales desconocidos, nos agarraron de los brazos para levantarnos. Parece que hoy es el día de: "No dejen terminar de hablar a Arthur."

Y, ¿Cómo no?, con todo lo que ha pasado. Hablo y la cago, Toco algo y la cago, respiro y la cago.

Nos seguían agarrando de los brazos para llevarnos a una de las celdas, con otros locos que al parecer también era su primer día aquí. Nos quitaron las esposas para estar "cómodos", adentro en esta acogedora, hermosa, y para nada incómoda celda, creo que ya le empiezo agarrar cariño, podría vivir aquí.

En fin, la hipotenusa.

—Oye, amigo.

—Al parecer andas hoy más fastidioso que yo.

—Cállate, Arthur... Te iba a preguntar una cosa —Se sentó en lo que parecía un pequeño banquito y yo igual.

—Suéltalo, hermano —él se lo pensó un momento y después me vio.

—¿Sabes?, nunca me has hablado sobre tu papá, ¿Por qué? —Realmente la verdadera pregunta es, ¿Qué te ocurre?, y ¿Por qué preguntas eso justo ahora?

Suspiré y sonreí de lado: —Yo no sé mucho de eso, si supieras. Lo único que sé, es que mi mamá me dijo que fui creado por un acto de violación.

•••

[Editado]

Hasta que me vuelva a meter en problemas, nos leemos ×○×○

Arinn~