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Para Iida Tenya esto era difícil. Había caído en su propia trampa y ahora no podía salir de ella... ni siquiera sabía si quería liberarse. No podía decir si esto había sido su culpa o no, ya que fueron muchos sucesos los que les llevaron a este momento... quizá el problema empezó desde que le vio por primera vez.

No tenía ningún problema en admitir cuando alguien era mejor que él, porque veía en esas personas un objetivo a alcanzar y rebasar, eso lo aprendió de Midoriya con la extraña relación amor-odio-amistad que tenía con Bakugo; nadie sabía exactamente si ellos eran amigos o no (le daba la impresión de que ni siquiera ellos lo sabían) pero, con todo y la agresión de por medio, era una relación envidiable, Tenya quería algo parecido, aunque en realidad obtuvo mas de lo que esperaba.

El chico de lentes tenía una amistad, lealtad y compañerismo con Izuku pero quería algo más profundo e íntimo, como esa "amistad" que tanto veía con el explosivo e irrespetuoso chico y su mejor amigo. A Deku ya lo había superado de alguna manera en el festival deportivo y su relación era buena, lo había visto desde el examen de ingreso y le pareció interesante. Agradecía ser su amigo pero quería ver mucho más alto.

La única que probablemente comprendía estos sentimientos era Uraraka Ochako. Entendía lo que era avanzar a un ritmo más lento y estar a la sombra de alguien tan grandioso como lo significaba el peliverde, ella era su confidente, su amiga y la persona en la que más confiaba... a pesar de que ella pensara que sus razones no eran tan geniales como las del resto para ser héroe, él creía firmemente que sus motivos eran puros y hermosos, ya que no había nada más importante que la familia. Ni siquiera supo cuándo aprendió a apreciar los momentos de emoción de la castaña, sus sonrisas y las palabras de aliento que le daba a todo mundo; ella era una persona genuina que hacía feliz a cualquiera que estuviera cerca de ella y, como un plus ultra adicional, era sumamente hermosa, con un cuerpo bien formado y una cara dulce e intimidante por momentos.

Quizá conocer todo el derroche de virtudes que era "Uravity" le hizo comenzar a pensar lo gran compañera que sería ella para el afortunado que estuviera a su lado, no sólo en el campo de batalla, sino también el que compartiera su vida. ¿Y si pudiera ser él? Ambos se querían y confiaban entre ellos, quizá no sentían amor romántico, aún no, pero Tenya confiaba en que el amor podía nacer con el tiempo y le planteó esta posibilidad a la chica, que lo intentaran... sin falsas promesas o expectativas. Fue tan claro y preciso como él solía serlo: diciendo que ella le parecía muy bella, inteligente, valiente y noble; además de ser de total confianza y que creía que, con ella, podría ser el héroe y la persona de la que podría estar orgulloso.

Ochako se avergonzó e impresionó a partes iguales por la declaración de su amigo... aún no la amaba pero prometía intentarlo, apoyarla para que juntos salieran adelante y tratar de hacerla feliz, algo que fuera bueno para todos. Antes no se lo había planteado, porque su amigo más alto a veces se mostraba tan distante y centrado en sus objetivos que nunca creyó que gastara su tiempo en pensar algo como eso... la chica suspiró al recordar la manera en la que se ponía al estar con Deku y era consciente de que, lo que fuera que sintiera por él, nunca sería correspondido pues pocas veces —sino es que nulas— realmente el peliverde le ponía ese tipo de atención; era más probable que terminara casándose con su amado-odiado-loquesea Kacchan que con ella... y este pensamiento le hizo reír... Iida era más accesible y sincero con respecto a lo que tendrían, además de que eran jóvenes y tenían toda una vida para experimentar, Uraraka confiaba en que una relación con Tenya sólo le traería cosas buenas ya que él era incapaz de lastimar a nadie; por eso decidió dejar a Deku atrás e intentar algo real con quién ahora se lo proponía.

El tiempo hizo lo suyo, hizo que Iida se enamorara inevitable y totalmente, se construyó un lazo de confianza y complicidad que nada tenía que envidiar a cualquier relación que hubiese visto antes. Descubrió el amor de manera abrumadora... era una lástima que no lo haya hecho con su novia...

Pero quién podría culparlo si la caída había sido inevitable. Al tener tan cerca una estrella, hasta el más sensato de los hombres se vuelve un mosquito atraído por su resplandor y Tenya no fue la excepción cuando la estrella más llamativa llegó a su vista, con esa oscuridad en la mirada que opacaba un poco lo que en realidad podía llegar a ser pero una pureza en el corazón que se había congelado pero no había muerto aún... ya que los héroes son héroes porque aún existe la calidez de la bondad y sed de justicia en su interior, no había excepción, ni siquiera Bakugo Katsuki lo era, mucho menos podía serlo él... ese que sería el que llenaría y sobrepasaría todas sus expectativas.

Dime que me quieresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora